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lunes, 31 de agosto de 2009
Adolf Obama - Por Santiago O’Donnell
Hay ciertos temas que por razones básicas de supervivencia muchas veces uno trata de obviar: temas densos, complejos, de aristas infinitas y en gran medida abstractos. Por ejemplo, el debate sobre la reforma del sistema de salud en Estados Unidos.
Hasta que un día uno abre el diario y se encuentra con una foto de una multitud sosteniendo carteles que muestran a Obama disfrazado de Hitler y se percata de que los manifestantes no pertenecen a ningún grupo marxista, ni islamista, ni adscriben a una causa de liberación nacional sino todo lo contrario.+/- Ver mas...
Se trata de una grupo de rednecks (cuellos rojos, en inglés), los good ol’boys (buenos muchachos, en inglés) de las zonas rurales del sur, evangélicos y amantes de las armas, los soldados de a pie de la revolución que empezó Ronald Reagan y que estalló en pedazos con la caída de Wall Street y el final del mandato de George W. Bush, esa mezcla de chauvinismo político, conservadurismo cultural y neoliberalismo económico que había sido derrotado en las urnas por un Obama negro, progresista y estatista, al menos para la escala de ese país.
Sin embargo, la reforma le ha costado a Obama doce puntos de imagen positiva y corre serios riesgos de ser derrotada en el Congreso, o de ser diluida al punto de terminar siendo poco más que un lifting. Cualquiera de esas alternativas significaría la mayor derrota política de su joven gobierno.
Lo más loco es que los rednecks de la foto no están solos. La propuesta de reforma ha generado un fuerte rechazo en prácticamente toda la derecha estadounidense. Rush Limbaugh y Sarah Palin acusan al negro Obama de ser Hitler. No por Afganistán ni por querer expandir el poderío militar de Estados Unidos en el mundo. Por querer hacer el sistema de salud más accesible y más inclusivo.
Claro, lo más fácil es decir son todos unos fachos, desde Bush hasta Obama, hasta el último de ellos. Fachos y encima unos estúpidos que se dejan engañar por el lobby de las empresas privadas de salud, que gastan fortunas en publicidad y compran votos en el Congreso para que nada cambie y así se la siguen llevando en pala. Pero sería una simplificación tan grosera como pensar que de golpe Obama se ha transformado en Hitler.
Para entender por qué la prioridad política y principal promesa de campaña de Obama ha chocado contra una pared, hace falta entender mínimamente cómo funciona el sistema de salud estadounidense, por qué Obama quiere reformarlo y por qué tantos ciudadanos, incluyendo muchos que lo votaron, se oponen con tanta vehemencia a la iniciativa presidencial. Intentémoslo.
En Estados Unidos funcionan cuatro sistemas: el sistema privado, principal sujeto de la reforma; el Medicaid, que atiende a los pobres; el Medicare, que atiende a los jubilados y discapacitados, y el Veteran’s Administration, que atiende a los veteranos de guerra.
Medicare es un sistema íntegramente financiado por el gobierno federal que provee medicamentos, servicios médicos y servicios geriátricos. Atiende a unos 60 millones de personas. El gobierno no provee los bienes y servicios, sino que subcontrata con aseguradoras (algo así como prepagas), que a su vez contratan hospitales, compran remedios, etc. Parte del financiamiento viene de las jubilaciones, otra parte de otros impuestos y otra de un fondo de inversión que se está por acabar en un par de años. El sistema está en rojo y ahora se jubila la generación “baby boom”, producto de la explosión demográfica que sucedió a la Segunda Guerra Mundial.
Medicaid es un sistema de financiamiento mixto, mitad federal, mitad estatal, que administran los estados y que atiende a unos cuarenta millones de personas de todas las edades. En algunos casos los estados subcontratan con aseguradores, en otros contratan los servicios directamente. En algunos casos Medicaid (en cada estado tiene un nombre distinto) paga por lo que contrata, en otros funciona un sistema de cápitas, en otros se paga una suma fija por un servicio anual. La cobertura varía de estado a estado y en algunos les cobran copagos a los pobres por algunos servicios. Por ley, el gobierno federal compra todos los remedios de Medicaid y así negoció un descuento del 40 por ciento. En cambio en Medicare cada aseguradora compra sus remedios y los paga a precio de mercado. Esto es en parte porque hasta hace 25 años Medicare no cubría remedios y los jubilados tenían que comprarlos con su dinero en la farmacia.
A diferencia de Medicare, donde sólo hace falta tener 65 años o ser discapacitado para ser beneficiario, el criterio de Medicaid es esencialmente económico y los requisitos son complejos. En una palabra, hay que ser muy, pero muy pobre para recibir Medicaid. Si uno tiene un trabajo mal pago, que no alcanza para el costoso seguro de salud que ofrece el empleador, igual puede ser demasiado rico para Medicaid. Si no tiene trabajo pero es dueño de una casa o de algún bien que puede venderse, también puede ser demasiado rico para Medicaid. Si uno trabaja en una pyme pequeña o informal, que no provee cobertura, pero embolsa más de mil, mil quinientos pesos por mes, puede ser demasiado rico para Medicaid.
Demasiado rico para Medicaid pero demasiado pobre para un seguro de salud privado: hay unos cincuenta millones de estadounidenses en esa situación. Algunos simplemente no pueden pagar el seguro. Otros prefieren ir a los hospitales gratis, gastar el poco dinero que tienen en otra cosa y rezar para que no les pase nada grave. Otros perdieron su seguro al cambiar de trabajo y no pudieron recuperarlo por padecer una enfermedad preexistente. Otros perdieron la cobertura porque se fundieron pagando gastos médicos que su seguro no cubría.
Después está el sistema privado, que cubre a más de 150 millones de personas, que tiene sus particularidades. Funciona a través del empleador. Cada empleador contrata con una sola aseguradora. Los empleadores tampoco tienen muchas opciones de aseguradoras, las cuales por distintas regulaciones estatales y federales ejercen un dominio de mercado monopólico u oligopólico en distintas áreas, similar a los servicios públicas pero desde la empresa privada.
Las aseguradoras les ofrecen a los empleadores un menú de planes de distinto precio para acomodar a toda la escala salarial. El empleado elige pagar mucho por un plan caro o menos por un plan barato. El más económico es el sistema llamado HMO. Se trata de planes con cartilla cerrada que típicamente giran alrededor de un solo centro de atención primaria, similar al que ofrecen muchas obras sociales en la Argentina. De ahí para arriba es posible comprar los planes más lujosos y extravagantes que uno pueda imaginarse, pero no cambiar de aseguradora.
Los demócratas sueñan con reformar el sistema desde hace por lo menos 75 años, para acercarse aunque sea un poco a los sistemas de cobertura universal que con presupuestos comparables ofrecen países como Canadá o algunos miembros de la Unión Europea.
Los objetivos básicos de la reforma son dos: aumentar la cobertura en cantidad y calidad, y bajar los costos a través de la regulación de la industria, empezando por las aseguradoras. La idea es que el mayor ingreso que percibiría el sistema por la expansión de la cobertura permitiría a los proveedores bajar los costos o frenar los aumentos que recaen sobre los usuarios.
A diferencia del plan que presentaron los precandidatos Hillary Clinton y Howard Dean en la campaña, el de Obama no garantiza la cobertura universal. Pero se acerca. La idea es que la cobertura alcance al 95 por ciento de los estadounidenses y residentes, dejando de lado a los más de diez millones de inmigrantes ilegales.
Eso se lograría a través de subsidios federales para los pobres no tan pobres como para recibir Medicaid, que se canalizarían directamente a través de las aseguradoras.
Para bajar los costos Obama propone negociar con las aseguradoras un plan básico de prestaciones establecido por el gobierno a un precio fijo. También un sistema de puntajes que recompense a los mejores hospitales en vez de los que más personas atienden. Y algún mecanismo para que los empleadores tengan más libertad de elección a la hora de contratar aseguradoras. Además impulsa la creación de una aseguradora estatal para garantizar la competencia honesta.
Con un presidente que viene de arrasar en las urnas, con mayoría en las dos cámaras, los demócratas estaban convencidos de que era ahora o nunca.
Pero Obama cometió un grave error de cálculo y se llevó una sorpresa mayúscula. No tuvo en cuenta el efecto psicológico de la peor crisis económica desde la Gran Depresión. No tuvo en cuenta que en tiempos de crisis la gente está más preocupada por no perder lo que tiene que por mejorar su situación. Ni que un tema tan complejo y difícil de explicar era lo que la derecha estaba esperando para facturarle todos los intereses que había tocado desde su llegada al gobierno.
Entonces empezaron a decir que Obama primero había estatizado los bancos, después las automotrices y ahora quería estatizar el sistema de salud porque estaba enfermo de poder y quería controlar todo.
Después Palin se agarró de un programita incluido en la reforma para asesorar a enfermos terminales sobre sus deseos de no extender artificialmente su vida, para acusar al presidente de promover “paneles de la muerte”.
Después echaron a correr la bola de que el control de precios implícito en la reforma llevaría a un sistema de “cuotas” que limitaría las opciones de los pacientes y provocaría más demoras para conseguir atención.
El tema prendió y los enemigos de la reforma empezaron a agarrarse de cualquier cosa. El principal ideólogo de la reforma es un especialista en bioética de Harvard. Entre los tres millones de palabras y decenas de libros que el experto escribió sobre la bioética, citó a otro experto diciendo que en un caso donde hay que decidir entre darle un riñón a un enfermo que sufre una enfermedad mental extrema e irreversible, y otra persona que no sufre ese problema, a lo mejor sería conveniente darle el riñón al que no sufre dicha enfermedad mental. Para qué. Aunque el experto aclaró que nunca defendió esa posición y que se arrepiente de no haber sido más claro al respecto en su libro, a partir de esa cita, la derecha dictaminó que la reforma les quitaría derechos y cobertura a los discapacitados. De ahí la comparación de Obama con Hitler.
Cuestión que Obama pensó que no habían entendido bien y que su magia estaba intacta y partió a las Rocallosas, la cuna de los rednecks, a explicar el plan en foros ciudadanos. Y mandó emisarios al resto del país para hacer lo mismo. No le fue bien. Demasiados casos difíciles de explicar o sin solución a la vista. Demasiado lenguaje técnico y burocrático como para enfrentar la simpleza del relato opositor. Demasiada angustia como para que prenda el “Sí, podemos”. Demasiado miedo.
Para colmo, la oficina presupuestaria del Congreso salió a decir que el plan de Obama costará una fortuna que el país no está en condiciones de pagar. Pero según demostró el experto Jon R. Gabel en el New York Times, esa misma oficina subestimó, y por mucho, los ahorros alcanzados en las últimas tres modificaciones del sistema. Y lo hizo por carecer, después de dos décadas de neoliberalismo, de la gimnasia contable necesaria para estimar la sinergia que producen la centralización y el mayor poder de negociación implícitos en la intervención estatal.
Poco a poco el lobby médico y el espíritu de restauración conservadora se van comiendo los aspectos más progresistas del paquete en los pasillos del Capitolio y las reuniones del Comité de Finanzas. La idea de una aseguradora estatal para competir con las privadas está en la cuerda floja y sólo sobrevivirá si Obama deja de negociar con los republicanos moderados e intenta imponer su mayoría parlamentaria. Pero el problema es que en medio de la tormenta algunos demócratas dudan y otros ya se pasaron de bando y todavía falta mucho trabajo, mucho desgaste en un Congreso de vacaciones que recién vuelve a sesionar el 8 de septiembre.
Paul Krugman los llama “los zombies de Reagan”, porque su ideología ha muerto pero han salido del cementerio para acechar al gobierno de Obama. Siembran miedo buscando asfixiar la iniciativa del presidente. Son ellos los que han marcado la agenda del debate sobre el sistema de salud, mientras Obama mira desde el cartel, con bigotito nazi y cara de no entender nada.
Sin embargo, la reforma le ha costado a Obama doce puntos de imagen positiva y corre serios riesgos de ser derrotada en el Congreso, o de ser diluida al punto de terminar siendo poco más que un lifting. Cualquiera de esas alternativas significaría la mayor derrota política de su joven gobierno.
Lo más loco es que los rednecks de la foto no están solos. La propuesta de reforma ha generado un fuerte rechazo en prácticamente toda la derecha estadounidense. Rush Limbaugh y Sarah Palin acusan al negro Obama de ser Hitler. No por Afganistán ni por querer expandir el poderío militar de Estados Unidos en el mundo. Por querer hacer el sistema de salud más accesible y más inclusivo.
Claro, lo más fácil es decir son todos unos fachos, desde Bush hasta Obama, hasta el último de ellos. Fachos y encima unos estúpidos que se dejan engañar por el lobby de las empresas privadas de salud, que gastan fortunas en publicidad y compran votos en el Congreso para que nada cambie y así se la siguen llevando en pala. Pero sería una simplificación tan grosera como pensar que de golpe Obama se ha transformado en Hitler.
Para entender por qué la prioridad política y principal promesa de campaña de Obama ha chocado contra una pared, hace falta entender mínimamente cómo funciona el sistema de salud estadounidense, por qué Obama quiere reformarlo y por qué tantos ciudadanos, incluyendo muchos que lo votaron, se oponen con tanta vehemencia a la iniciativa presidencial. Intentémoslo.
En Estados Unidos funcionan cuatro sistemas: el sistema privado, principal sujeto de la reforma; el Medicaid, que atiende a los pobres; el Medicare, que atiende a los jubilados y discapacitados, y el Veteran’s Administration, que atiende a los veteranos de guerra.
Medicare es un sistema íntegramente financiado por el gobierno federal que provee medicamentos, servicios médicos y servicios geriátricos. Atiende a unos 60 millones de personas. El gobierno no provee los bienes y servicios, sino que subcontrata con aseguradoras (algo así como prepagas), que a su vez contratan hospitales, compran remedios, etc. Parte del financiamiento viene de las jubilaciones, otra parte de otros impuestos y otra de un fondo de inversión que se está por acabar en un par de años. El sistema está en rojo y ahora se jubila la generación “baby boom”, producto de la explosión demográfica que sucedió a la Segunda Guerra Mundial.
Medicaid es un sistema de financiamiento mixto, mitad federal, mitad estatal, que administran los estados y que atiende a unos cuarenta millones de personas de todas las edades. En algunos casos los estados subcontratan con aseguradores, en otros contratan los servicios directamente. En algunos casos Medicaid (en cada estado tiene un nombre distinto) paga por lo que contrata, en otros funciona un sistema de cápitas, en otros se paga una suma fija por un servicio anual. La cobertura varía de estado a estado y en algunos les cobran copagos a los pobres por algunos servicios. Por ley, el gobierno federal compra todos los remedios de Medicaid y así negoció un descuento del 40 por ciento. En cambio en Medicare cada aseguradora compra sus remedios y los paga a precio de mercado. Esto es en parte porque hasta hace 25 años Medicare no cubría remedios y los jubilados tenían que comprarlos con su dinero en la farmacia.
A diferencia de Medicare, donde sólo hace falta tener 65 años o ser discapacitado para ser beneficiario, el criterio de Medicaid es esencialmente económico y los requisitos son complejos. En una palabra, hay que ser muy, pero muy pobre para recibir Medicaid. Si uno tiene un trabajo mal pago, que no alcanza para el costoso seguro de salud que ofrece el empleador, igual puede ser demasiado rico para Medicaid. Si no tiene trabajo pero es dueño de una casa o de algún bien que puede venderse, también puede ser demasiado rico para Medicaid. Si uno trabaja en una pyme pequeña o informal, que no provee cobertura, pero embolsa más de mil, mil quinientos pesos por mes, puede ser demasiado rico para Medicaid.
Demasiado rico para Medicaid pero demasiado pobre para un seguro de salud privado: hay unos cincuenta millones de estadounidenses en esa situación. Algunos simplemente no pueden pagar el seguro. Otros prefieren ir a los hospitales gratis, gastar el poco dinero que tienen en otra cosa y rezar para que no les pase nada grave. Otros perdieron su seguro al cambiar de trabajo y no pudieron recuperarlo por padecer una enfermedad preexistente. Otros perdieron la cobertura porque se fundieron pagando gastos médicos que su seguro no cubría.
Después está el sistema privado, que cubre a más de 150 millones de personas, que tiene sus particularidades. Funciona a través del empleador. Cada empleador contrata con una sola aseguradora. Los empleadores tampoco tienen muchas opciones de aseguradoras, las cuales por distintas regulaciones estatales y federales ejercen un dominio de mercado monopólico u oligopólico en distintas áreas, similar a los servicios públicas pero desde la empresa privada.
Las aseguradoras les ofrecen a los empleadores un menú de planes de distinto precio para acomodar a toda la escala salarial. El empleado elige pagar mucho por un plan caro o menos por un plan barato. El más económico es el sistema llamado HMO. Se trata de planes con cartilla cerrada que típicamente giran alrededor de un solo centro de atención primaria, similar al que ofrecen muchas obras sociales en la Argentina. De ahí para arriba es posible comprar los planes más lujosos y extravagantes que uno pueda imaginarse, pero no cambiar de aseguradora.
Los demócratas sueñan con reformar el sistema desde hace por lo menos 75 años, para acercarse aunque sea un poco a los sistemas de cobertura universal que con presupuestos comparables ofrecen países como Canadá o algunos miembros de la Unión Europea.
Los objetivos básicos de la reforma son dos: aumentar la cobertura en cantidad y calidad, y bajar los costos a través de la regulación de la industria, empezando por las aseguradoras. La idea es que el mayor ingreso que percibiría el sistema por la expansión de la cobertura permitiría a los proveedores bajar los costos o frenar los aumentos que recaen sobre los usuarios.
A diferencia del plan que presentaron los precandidatos Hillary Clinton y Howard Dean en la campaña, el de Obama no garantiza la cobertura universal. Pero se acerca. La idea es que la cobertura alcance al 95 por ciento de los estadounidenses y residentes, dejando de lado a los más de diez millones de inmigrantes ilegales.
Eso se lograría a través de subsidios federales para los pobres no tan pobres como para recibir Medicaid, que se canalizarían directamente a través de las aseguradoras.
Para bajar los costos Obama propone negociar con las aseguradoras un plan básico de prestaciones establecido por el gobierno a un precio fijo. También un sistema de puntajes que recompense a los mejores hospitales en vez de los que más personas atienden. Y algún mecanismo para que los empleadores tengan más libertad de elección a la hora de contratar aseguradoras. Además impulsa la creación de una aseguradora estatal para garantizar la competencia honesta.
Con un presidente que viene de arrasar en las urnas, con mayoría en las dos cámaras, los demócratas estaban convencidos de que era ahora o nunca.
Pero Obama cometió un grave error de cálculo y se llevó una sorpresa mayúscula. No tuvo en cuenta el efecto psicológico de la peor crisis económica desde la Gran Depresión. No tuvo en cuenta que en tiempos de crisis la gente está más preocupada por no perder lo que tiene que por mejorar su situación. Ni que un tema tan complejo y difícil de explicar era lo que la derecha estaba esperando para facturarle todos los intereses que había tocado desde su llegada al gobierno.
Entonces empezaron a decir que Obama primero había estatizado los bancos, después las automotrices y ahora quería estatizar el sistema de salud porque estaba enfermo de poder y quería controlar todo.
Después Palin se agarró de un programita incluido en la reforma para asesorar a enfermos terminales sobre sus deseos de no extender artificialmente su vida, para acusar al presidente de promover “paneles de la muerte”.
Después echaron a correr la bola de que el control de precios implícito en la reforma llevaría a un sistema de “cuotas” que limitaría las opciones de los pacientes y provocaría más demoras para conseguir atención.
El tema prendió y los enemigos de la reforma empezaron a agarrarse de cualquier cosa. El principal ideólogo de la reforma es un especialista en bioética de Harvard. Entre los tres millones de palabras y decenas de libros que el experto escribió sobre la bioética, citó a otro experto diciendo que en un caso donde hay que decidir entre darle un riñón a un enfermo que sufre una enfermedad mental extrema e irreversible, y otra persona que no sufre ese problema, a lo mejor sería conveniente darle el riñón al que no sufre dicha enfermedad mental. Para qué. Aunque el experto aclaró que nunca defendió esa posición y que se arrepiente de no haber sido más claro al respecto en su libro, a partir de esa cita, la derecha dictaminó que la reforma les quitaría derechos y cobertura a los discapacitados. De ahí la comparación de Obama con Hitler.
Cuestión que Obama pensó que no habían entendido bien y que su magia estaba intacta y partió a las Rocallosas, la cuna de los rednecks, a explicar el plan en foros ciudadanos. Y mandó emisarios al resto del país para hacer lo mismo. No le fue bien. Demasiados casos difíciles de explicar o sin solución a la vista. Demasiado lenguaje técnico y burocrático como para enfrentar la simpleza del relato opositor. Demasiada angustia como para que prenda el “Sí, podemos”. Demasiado miedo.
Para colmo, la oficina presupuestaria del Congreso salió a decir que el plan de Obama costará una fortuna que el país no está en condiciones de pagar. Pero según demostró el experto Jon R. Gabel en el New York Times, esa misma oficina subestimó, y por mucho, los ahorros alcanzados en las últimas tres modificaciones del sistema. Y lo hizo por carecer, después de dos décadas de neoliberalismo, de la gimnasia contable necesaria para estimar la sinergia que producen la centralización y el mayor poder de negociación implícitos en la intervención estatal.
Poco a poco el lobby médico y el espíritu de restauración conservadora se van comiendo los aspectos más progresistas del paquete en los pasillos del Capitolio y las reuniones del Comité de Finanzas. La idea de una aseguradora estatal para competir con las privadas está en la cuerda floja y sólo sobrevivirá si Obama deja de negociar con los republicanos moderados e intenta imponer su mayoría parlamentaria. Pero el problema es que en medio de la tormenta algunos demócratas dudan y otros ya se pasaron de bando y todavía falta mucho trabajo, mucho desgaste en un Congreso de vacaciones que recién vuelve a sesionar el 8 de septiembre.
Paul Krugman los llama “los zombies de Reagan”, porque su ideología ha muerto pero han salido del cementerio para acechar al gobierno de Obama. Siembran miedo buscando asfixiar la iniciativa del presidente. Son ellos los que han marcado la agenda del debate sobre el sistema de salud, mientras Obama mira desde el cartel, con bigotito nazi y cara de no entender nada.
Publicado en Página/12 30 de agosto de 2009
Opiniones sobre Autopsia (última entrada)
+/- Ver mas...
Sr. O`Donnell:
Ciertamente, que su artículo me ha entristecido mucho....pues, no nos da nada de esperanza, (claro, esa no es su tarea, sino la misión informativa del periodista claro y experimentado que no dudo sea usted). He estado leyendo sus trabajos respecto a lo ocurrido en Honduras con el golpe de Estado desde hace varios dias. y me parecen excelentes.
Le agradezco su labor al servicio de la información, en especial por tratarse de estos tiempos tan difíciles que vive el pueblo hondureño. anoche, recibí un mensaje alarmante, como si fuera posible esperar lo contrario proveniente de Honduras....."hombres enmascarados atacaron los transmisores de Radio Globo y Canal 36 (Cholusat Sur) las dos únicas fuentes no golpistas del país, las que de acuerdo a los locutores de un programa de esta tarde, lanzaron sustancias químicas para destruír los transmisores y evitar la difusión de noticias adversas al régimen de facto.
Ahora, en el extranjero nos hemos quedado sin poder ver Cholusat. y Radio Globo a cada rato sufre interrupciones, aunado a que hace un mes Radio Progreso simplemente ya no se escucha en internet que era el medio por el cual quienes vivimos fuera de Honduras podiamos obtener una información veraz y no la aborrecible meentira oficializada con que engañan al pueblo hondureño y al mundo todos los demás, por que pertenecen a los grandes consorcios mediáticos de las mismas familias que participaron en el golpe de Estado.
Muchas gracias, por su trabajo informativo acerca de lo que ocurre en mi país.
Sonia Gomez
De:
Carlos Wajsman
Periodista: santiago o\'donnell
Mensaje:
Sr. Santiago O'Donnell: acabo de leer su nota Autopsia, publicada en Página 12 del 23 de agosto y me pareció muy bien.
En general, estoy de acuerdo y me parecen muy bien escritas sus notas sobre temas internacionales, claras, con buena información y expresando opiniones bien fundadas.
Me permito hacer una observación acerca de ésta nota: me llama la atención no haber encontrado en ella ninguna referencia a la postura e influencia de los medios de comunicación (especialmente los audiovisuales, aunque no exclusivamente) en la evaluación de la tragedia que sufre
Honduras.
Hace algunas semanas (lo recuerdo especialmente en las "notas" de CNN en Español, pero me
parece haberlo visto también en otras emisiones y medios) la calificación, tanto en boca y actitud de los periodistas, como en los títulos y pies de pantalla, de quienes violaron y destrozaron la democracia en Honduras pasó de "Gobierno de facto" a "Gobierno interino"; los personeros de
la dictadura, de "golpistas" a "gobernantes interinos o provisionales".
Descuento que este cambio no es casual, sino la expresión más acabada de una maniobra de comunicación destinada a naturalizar el golpe, a acostumbrar a los espectadores para que acepten que hay un nuevo gobierno que tiene algún basamento jurídico que lo sustenta.
Me parece gravísimo; aunque no es novedosa, la manipulación de la comunicación es parte de la
reinstalación de ideologías autoritarias.
Me permito sugerirle que incluya el tema en próximas notas que escriba sobre el tema, ya que las voces que tienen espacio en algunos medios son las úncas que pueden contrarrestar esta verdadera campaña mediática.
Agradezco su tiempo.
Ciertamente, que su artículo me ha entristecido mucho....pues, no nos da nada de esperanza, (claro, esa no es su tarea, sino la misión informativa del periodista claro y experimentado que no dudo sea usted). He estado leyendo sus trabajos respecto a lo ocurrido en Honduras con el golpe de Estado desde hace varios dias. y me parecen excelentes.
Le agradezco su labor al servicio de la información, en especial por tratarse de estos tiempos tan difíciles que vive el pueblo hondureño. anoche, recibí un mensaje alarmante, como si fuera posible esperar lo contrario proveniente de Honduras....."hombres enmascarados atacaron los transmisores de Radio Globo y Canal 36 (Cholusat Sur) las dos únicas fuentes no golpistas del país, las que de acuerdo a los locutores de un programa de esta tarde, lanzaron sustancias químicas para destruír los transmisores y evitar la difusión de noticias adversas al régimen de facto.
Ahora, en el extranjero nos hemos quedado sin poder ver Cholusat. y Radio Globo a cada rato sufre interrupciones, aunado a que hace un mes Radio Progreso simplemente ya no se escucha en internet que era el medio por el cual quienes vivimos fuera de Honduras podiamos obtener una información veraz y no la aborrecible meentira oficializada con que engañan al pueblo hondureño y al mundo todos los demás, por que pertenecen a los grandes consorcios mediáticos de las mismas familias que participaron en el golpe de Estado.
Muchas gracias, por su trabajo informativo acerca de lo que ocurre en mi país.
Sonia Gomez
De:
Carlos Wajsman
Periodista: santiago o\'donnell
Mensaje:
Sr. Santiago O'Donnell: acabo de leer su nota Autopsia, publicada en Página 12 del 23 de agosto y me pareció muy bien.
En general, estoy de acuerdo y me parecen muy bien escritas sus notas sobre temas internacionales, claras, con buena información y expresando opiniones bien fundadas.
Me permito hacer una observación acerca de ésta nota: me llama la atención no haber encontrado en ella ninguna referencia a la postura e influencia de los medios de comunicación (especialmente los audiovisuales, aunque no exclusivamente) en la evaluación de la tragedia que sufre
Honduras.
Hace algunas semanas (lo recuerdo especialmente en las "notas" de CNN en Español, pero me
parece haberlo visto también en otras emisiones y medios) la calificación, tanto en boca y actitud de los periodistas, como en los títulos y pies de pantalla, de quienes violaron y destrozaron la democracia en Honduras pasó de "Gobierno de facto" a "Gobierno interino"; los personeros de
la dictadura, de "golpistas" a "gobernantes interinos o provisionales".
Descuento que este cambio no es casual, sino la expresión más acabada de una maniobra de comunicación destinada a naturalizar el golpe, a acostumbrar a los espectadores para que acepten que hay un nuevo gobierno que tiene algún basamento jurídico que lo sustenta.
Me parece gravísimo; aunque no es novedosa, la manipulación de la comunicación es parte de la
reinstalación de ideologías autoritarias.
Me permito sugerirle que incluya el tema en próximas notas que escriba sobre el tema, ya que las voces que tienen espacio en algunos medios son las úncas que pueden contrarrestar esta verdadera campaña mediática.
Agradezco su tiempo.
lunes, 24 de agosto de 2009
Autopsia - Por Santiago O’Donnell
Primero vino la muerte, después el entierro y después el olvido. Y después, un mes y medio después, llegaron los especialistas para desenterrar el cadáver y hacer la autopsia. Los especialistas, en este caso, son cuatro de los siete integrantes de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la relatora especial para la Libertad de Expresión de ese organismo.
Esta semana estuvieron en Honduras para auscultar el cuerpo social y preparar un informe sobre la muerte de su democracia. No fue un trabajo difícil para veteranos acostumbrados a escuchar a familiares de desaparecidos argentinos, a indígenas bolivianos en condición de servidumbre y a sobrevivientes de las masacres de los paramilitares colombianos.+/- Ver mas...
La causa de muerte de la democracia hondureña estaba cantada: golpe de Estado. Hace un mes y medio militares hondureños secuestraron al presidente electo y lo echaron del país. Así, fulminante, como un ataque al corazón.
La comisión lo explica en términos clínicos:
“Los órganos del sistema interamericano de derechos humanos han sostenido en reiteradas oportunidades que el sistema democrático es la garantía principal para la vigencia de los derechos humanos. En ese sentido, la Comisión considera que únicamente el retorno a la institucionalidad democrática en Honduras permitirá que se den las condiciones para el efectivo cumplimiento de los derechos humanos de todos los habitantes de Honduras”.
Después de un golpe, lo demás es casi automático. El gobierno de facto nace sin legitimidad y sin posibilidades de legitimarse por la vía natural de las urnas. Entonces debe hacerlo a través de la represión, suprimiendo los anticuerpos democráticos. A medida que la resistencia va muriendo, la represión afloja un poco y entonces es posible acercarse al cadáver, que luce desgarrado y deformado, y que huele a putrefacción.
Después de cuatro días de viajes y reuniones por todo el país, en combi y helicóptero, después de abrir una oficina para recabar denuncias en el Hotel Intercontinental, después de hablar con golpistas y golpeados, represores y reprimidos, los especialistas informaron lo que vieron con la asepsia propia del lenguaje diplomático:
“La Comisión confirmó la existencia de un patrón de uso desproporcionado de la fuerza pública, detenciones arbitrarias y control de la información dirigido a limitar la participación política de un sector de la ciudadanía. La Comisión constató la represión ejercida contra las manifestaciones a través de la colocación de retenes militares, la aplicación arbitraria de toques de queda, detenciones de miles de personas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, y malas condiciones de detención. De particular gravedad es la muerte de cuatro personas (foto) y varios heridos de arma de fuego... La Comisión recibió información que podría vincular estas muertes con el accionar de agentes del Estado”.
Jamás lo pondrá en sus informes, pero hasta el forense más curtido se conmueve ante un cuerpo tan mutilado. Este cronista habló con dos miembros de la delegación antes de que partiera de Tegucigalpa. ¿Quieren saber lo que vieron? Vieron a una mujer de 25 años que fue detenida el 14 de agosto en medio de una manifestación en San Pedro Sula y llevada a un baldío, donde fue violada consecutivamente por cuatro policías.
Vieron que los policías golpeaban a los manifestantes hombres pero manoseaban a las manifestantes mujeres, mientras les gritaban qué estaban haciendo ahí, en vez de estar cocinando o cuidando a sus hijos.
Vieron a un hombre con la cara deformada que dijo que se había arrodillado con las manos en la nuca en señal de rendición en una marcha en El Paraíso, y que en esa posición lo molieron a culatazos.
Pudieron comprobar la militarización de la sociedad hondureña, especialmente de las alcaldías y las escuelas de los pueblos del interior, donde el gremio docente encabezó la resistencia. Vieron los retenes militares donde fueron fusiladas tres de las cuatro víctimas fatales del golpe. Vieron a jueces cobardes que avalaron lo actuado y a jueces valientes que intentaron, hablar con los prisioneros de los militares, pero fracasaron en el intento.
Vieron a decenas de personas que fueron golpeadas y torturadas en el sótano del Congreso, y que luego fueron juzgadas por “terrorismo”. Vieron que los militares prestaron apoyo a las fuerzas policiales en tareas represivas, y que las de elite Cobra fueron la fuerza de choque utilizada para romper las manifestaciones.
Vieron a periodistas amenazados por el régimen, que contaron cómo los militares tomaron una antena de televisión y cortaron el cable para censurar las transmisiones de Telesur y CNN en las horas cruciales que siguieron al golpe.
Vieron que miles de personas fueron detenidas arbitrariamente con la excusa del toque de queda, que ya no rige en la capital porque ya no hace falta. Vieron aparecer a un desaparecido, de apellido Armendáriz, que no había sido visto desde que la policía se lo llevó después del golpe.
Vieron que la presión económica y diplomática funciona pero no alcanza, y vieron que la restitución del presidente legítimo Manuel Zelaya para lo que queda de su mandato es casi una utopía. Vieron que en dos semanas empieza la campaña electoral y que la participación popular en esa campaña servirá para legitimar al régimen que la promueve.
“La Comisión considera fundamental que el gobierno de facto adopte medidas urgentes para garantizar el derecho a la vida, integridad personal y libertad personal de todas las personas”, advierten los comisionados.
¿Tiene sentido pedirle a un asesino que no siga matando? ¿Vale la pena hacer la autopsia, si la autopsia no lleva a la cárcel a los culpables de esa muerte?
El comisionado argentino Víctor Abramovich dice que sí. Además de los liberados, del aparecido, de los retenes que se levantaron para no empañar la visita, de las manifestaciones que no fueron reprimidas por la misma razón, además de los que hicieron fila en el hotel para que finalmente alguien los escuche, el especialista citó otra razón. “Acá todos los medios dicen que no hubo golpe, sino una sucesión constitucional. Que vengamos nosotros y digamos que hubo un golpe es muy importante”, señaló.
La muerte de una democracia es una muerte contagiosa. Primero infecta a los organismos multilaterales que no pudieron impedirla ni revertirla, después el virus suele prender en el vecindario.
Primero la muerte, después el olvido, después el lamento tardío. Hay gente dentro y fuera de Honduras que sigue luchando para mantener vivos la memoria del fallecido y el sueño de su resurrección. Otros apenas cumplen con el ritual de masajear el corazón del muerto, sabiendo que no servirá de nada. Otros dan vuelta la cara para no espantarse.
La semana que viene llega a Honduras una delegación de seis cancilleres en representación de la OEA. Su objetivo de máxima parece ser la remoción del dictador Goriletti y su reemplazo con un títere del régimen, lo que ellos llaman “la solución intermedia” al Plan Arias. El Plan Arias, vale recordar, se había vendido como “la solución intermedia” a la vuelta de Zelaya. Pero la restitución del presidente legítimo es la única cura posible, la única medicina que receta ese vademécum de la OEA que se llama Carta Democrática.
Por eso, por más que lleguen llenos de bríos y cargados de buenas intenciones, los cancilleres ya lo saben, o lo deberían saber. El muerto está frío, la autopsia está hecha y sólo les queda cumplir con el trámite de firmar el certificado de defunción.
La comisión lo explica en términos clínicos:
“Los órganos del sistema interamericano de derechos humanos han sostenido en reiteradas oportunidades que el sistema democrático es la garantía principal para la vigencia de los derechos humanos. En ese sentido, la Comisión considera que únicamente el retorno a la institucionalidad democrática en Honduras permitirá que se den las condiciones para el efectivo cumplimiento de los derechos humanos de todos los habitantes de Honduras”.
Después de un golpe, lo demás es casi automático. El gobierno de facto nace sin legitimidad y sin posibilidades de legitimarse por la vía natural de las urnas. Entonces debe hacerlo a través de la represión, suprimiendo los anticuerpos democráticos. A medida que la resistencia va muriendo, la represión afloja un poco y entonces es posible acercarse al cadáver, que luce desgarrado y deformado, y que huele a putrefacción.
Después de cuatro días de viajes y reuniones por todo el país, en combi y helicóptero, después de abrir una oficina para recabar denuncias en el Hotel Intercontinental, después de hablar con golpistas y golpeados, represores y reprimidos, los especialistas informaron lo que vieron con la asepsia propia del lenguaje diplomático:
“La Comisión confirmó la existencia de un patrón de uso desproporcionado de la fuerza pública, detenciones arbitrarias y control de la información dirigido a limitar la participación política de un sector de la ciudadanía. La Comisión constató la represión ejercida contra las manifestaciones a través de la colocación de retenes militares, la aplicación arbitraria de toques de queda, detenciones de miles de personas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, y malas condiciones de detención. De particular gravedad es la muerte de cuatro personas (foto) y varios heridos de arma de fuego... La Comisión recibió información que podría vincular estas muertes con el accionar de agentes del Estado”.
Jamás lo pondrá en sus informes, pero hasta el forense más curtido se conmueve ante un cuerpo tan mutilado. Este cronista habló con dos miembros de la delegación antes de que partiera de Tegucigalpa. ¿Quieren saber lo que vieron? Vieron a una mujer de 25 años que fue detenida el 14 de agosto en medio de una manifestación en San Pedro Sula y llevada a un baldío, donde fue violada consecutivamente por cuatro policías.
Vieron que los policías golpeaban a los manifestantes hombres pero manoseaban a las manifestantes mujeres, mientras les gritaban qué estaban haciendo ahí, en vez de estar cocinando o cuidando a sus hijos.
Vieron a un hombre con la cara deformada que dijo que se había arrodillado con las manos en la nuca en señal de rendición en una marcha en El Paraíso, y que en esa posición lo molieron a culatazos.
Pudieron comprobar la militarización de la sociedad hondureña, especialmente de las alcaldías y las escuelas de los pueblos del interior, donde el gremio docente encabezó la resistencia. Vieron los retenes militares donde fueron fusiladas tres de las cuatro víctimas fatales del golpe. Vieron a jueces cobardes que avalaron lo actuado y a jueces valientes que intentaron, hablar con los prisioneros de los militares, pero fracasaron en el intento.
Vieron a decenas de personas que fueron golpeadas y torturadas en el sótano del Congreso, y que luego fueron juzgadas por “terrorismo”. Vieron que los militares prestaron apoyo a las fuerzas policiales en tareas represivas, y que las de elite Cobra fueron la fuerza de choque utilizada para romper las manifestaciones.
Vieron a periodistas amenazados por el régimen, que contaron cómo los militares tomaron una antena de televisión y cortaron el cable para censurar las transmisiones de Telesur y CNN en las horas cruciales que siguieron al golpe.
Vieron que miles de personas fueron detenidas arbitrariamente con la excusa del toque de queda, que ya no rige en la capital porque ya no hace falta. Vieron aparecer a un desaparecido, de apellido Armendáriz, que no había sido visto desde que la policía se lo llevó después del golpe.
Vieron que la presión económica y diplomática funciona pero no alcanza, y vieron que la restitución del presidente legítimo Manuel Zelaya para lo que queda de su mandato es casi una utopía. Vieron que en dos semanas empieza la campaña electoral y que la participación popular en esa campaña servirá para legitimar al régimen que la promueve.
“La Comisión considera fundamental que el gobierno de facto adopte medidas urgentes para garantizar el derecho a la vida, integridad personal y libertad personal de todas las personas”, advierten los comisionados.
¿Tiene sentido pedirle a un asesino que no siga matando? ¿Vale la pena hacer la autopsia, si la autopsia no lleva a la cárcel a los culpables de esa muerte?
El comisionado argentino Víctor Abramovich dice que sí. Además de los liberados, del aparecido, de los retenes que se levantaron para no empañar la visita, de las manifestaciones que no fueron reprimidas por la misma razón, además de los que hicieron fila en el hotel para que finalmente alguien los escuche, el especialista citó otra razón. “Acá todos los medios dicen que no hubo golpe, sino una sucesión constitucional. Que vengamos nosotros y digamos que hubo un golpe es muy importante”, señaló.
La muerte de una democracia es una muerte contagiosa. Primero infecta a los organismos multilaterales que no pudieron impedirla ni revertirla, después el virus suele prender en el vecindario.
Primero la muerte, después el olvido, después el lamento tardío. Hay gente dentro y fuera de Honduras que sigue luchando para mantener vivos la memoria del fallecido y el sueño de su resurrección. Otros apenas cumplen con el ritual de masajear el corazón del muerto, sabiendo que no servirá de nada. Otros dan vuelta la cara para no espantarse.
La semana que viene llega a Honduras una delegación de seis cancilleres en representación de la OEA. Su objetivo de máxima parece ser la remoción del dictador Goriletti y su reemplazo con un títere del régimen, lo que ellos llaman “la solución intermedia” al Plan Arias. El Plan Arias, vale recordar, se había vendido como “la solución intermedia” a la vuelta de Zelaya. Pero la restitución del presidente legítimo es la única cura posible, la única medicina que receta ese vademécum de la OEA que se llama Carta Democrática.
Por eso, por más que lleguen llenos de bríos y cargados de buenas intenciones, los cancilleres ya lo saben, o lo deberían saber. El muerto está frío, la autopsia está hecha y sólo les queda cumplir con el trámite de firmar el certificado de defunción.
Publicado en Página/12 el 23 de agosto de 2009
jueves, 20 de agosto de 2009
¡Good job!
Cartas de los lectores sobre El Insáider (entrada del 18 de agosto)+/- Ver mas...
A propósito de la nota de O'Donnell: El insáider
Está bárbara. La visita y especialmente el discurso del lobbysta americano, que vino a contarnos, entre otras revelaciones filantrópicas, que "Obama no ha hecho prácticamente nada todavía para resolver los principales problemas del continente" (ergo, llegó para resolver los principales problemas del continente) había tenido poca difusión.
Hacía falta meterlo en algún medio "progre", no sea que la tropa se intoxique con tanto Telesur, tanto indio, tanto mestizo hablando de marx, meszaros y todo el zurdaje y depreciando la imagen de la esperanza negra y sus aportantes.
Buen trabajo del cronista, o mejor, para entonar con su corazoncito habría que decir ¡Good job!
horacio brignone
RESPUESTA
El 16 de agosto de 2009 18:24, escribió:
tampoco hay que ser tan ironico. pense que le podia interesar lo que piensa el
chabobn, o lo que dice que piensa,
a mi me intereso. saludos, s.
RESPUESTA
RESPUESTA
estimado,
si me pareciera un viejito simpático, hubiera obviado que enseño en las escuela
de asesinos y no hubierra dicho que es consultor de la red nacionla de espias y
lo hubiera descripto simplemente comno un profesor de la universidad dee boston.
no será que le molesta que no encaja en el estereotipo de asesino y torturador
que ud. tiene de estos presonajes? mir,e para mi hubiera sido mas lindo si
confesaba que era un asesino y torturador, o como dice ud. una persona que
busca "prensa". yo creo que la realidad tiende a ser un poquito más compleja que
las caricaturas que nos hacemos de personajes que ni conocemos. pero bueno, si
le sirvió para algo más que para criticarme a mí, si le dio más fundamentos para
criticar las posiciones que defiende este señor, entonces me doy por satisfecho.
saludos, s
RESPUESTA
OK. Recibido. Cumplo mi palabra.
saludos
MENSAJE POSTERIOR
ah disculpe entendi mal. lo que vi me gustó pero lo voy a mirar mejor y leescribo.
saludos, s
Estimado, el insider es un farsante, le escrbi el outsider, lo invito a visitar www.voltairenet.org/es y www.pagina12.tv
Slds cordiales. ,
Santiago: algo tenebrosamente graciosas las respuestas del insider... Te sugiero nota "La nueva contra" en http://oficinauta.blogspot.com/
Saludos.
Estimado Santiago
Lei su nota de hoy en P/12. El insider sabe tal vez mucho, pero no de geografia, supongo, Esquipulas esta en Guatemala, no muy lejo de Honduras, y "no en las afueras de San Jose"...
Saludos
Juan De Wandelaer
militante del Serpaj, ex voluntario de Peace Brigades International en Guatemala y El Salvador en 1986/88
En Página/12 deben comprender que es un error escribir “América latina”: es “América Latina” porque es un nombre propio como América Central o América del Sur.
También es un error llamar “Medio Oriente” a la región de la que forman parte Egipto, Israel, Líbano, Siria, Iraq, Jordania y otros países. Debe llamársela Oriente Próximo o Cercano Oriente. Si llamamos Lejano Oriente a China, Corea, Japón, Vietnam, Filipinas, ¿por qué llaman Medio Oriente al otro extremo?
Está bárbara. La visita y especialmente el discurso del lobbysta americano, que vino a contarnos, entre otras revelaciones filantrópicas, que "Obama no ha hecho prácticamente nada todavía para resolver los principales problemas del continente" (ergo, llegó para resolver los principales problemas del continente) había tenido poca difusión.
Hacía falta meterlo en algún medio "progre", no sea que la tropa se intoxique con tanto Telesur, tanto indio, tanto mestizo hablando de marx, meszaros y todo el zurdaje y depreciando la imagen de la esperanza negra y sus aportantes.
Buen trabajo del cronista, o mejor, para entonar con su corazoncito habría que decir ¡Good job!
horacio brignone
RESPUESTA
El 16 de agosto de 2009 18:24,
tampoco hay que ser tan ironico. pense que le podia interesar lo que piensa el
chabobn, o lo que dice que piensa,
a mi me intereso. saludos, s.
RESPUESTA
Estimado, no fue una ironía: Fue una dura critica a un artículo que presenta a un maestro de asesinos y torturadores como uno más, como un hombre común que habla como nosotros, piensa como nosotros, un ser humano de la calle que apenas tiene que ver con desapariciones, invasiones, golpes, conspiraciones, narcotráfico (el opio de afganistán, EEUU, el principal consumidor de cocaína, colombia, DEA y ..siguen las firmas) o con la amenaza de la desaparición de la misma raza humana. Casi un hermano que tiene derecho a su "propia visión del mundo", como indican los principios democráticos de la SIP (no casualmente hoy dirigida por un "Santos" colombiano, al lado del cual Narvaez puede parecer una carmelita descalza), por cierto alejado de esas "autocracias electivas" como bautizó el gran premio Chapultepec (otra vez la SIP) 2009 Asdrúbal Aguiar a aquéllos indios y mestizos devenidos en presidentes, habráse visto tamaña decadencia.
Bueno, la personita descrita, para quién lee la nota inadvertidamente, hasta le puede parecer un viejito simpático. Eso , para mí, es inadmisible de una persona y un medio respetables como usted y pagina12. Admito que existia un debate sobre si ciertos personajes debiera tener o no prensa, el cual para mí está zanjado. Ni Priebke, ni Liberman ni Verplatzen -para hacer una listita corta- tendrían prensa, si de mi dependiera. Pero si, por obvias razones de supervivencia, debiera hacerlo (dar prensa), me devanaría los sesos para ponerlos en evidencia, dejarlos mal parados. Si ésto último tampoco fuera posible, por aquéllas "obvias razones de supervivencia", entonces tendría que vivir de otra cosa (o de otro medio). Le propongo humildemente reflexionar sobre éstos tópicos.
retribuyo los saludos, agradezco la cortesía de la respuesta y dejo abierta la réplica que prometo leer sin responder. Será hasta la próxima.
horacio brignone, María Juana (Santa Fe) (siempre me gustó ostentar del pueblito de 5000 habitantes en el cual (sobre)vivo)RESPUESTA
estimado,
si me pareciera un viejito simpático, hubiera obviado que enseño en las escuela
de asesinos y no hubierra dicho que es consultor de la red nacionla de espias y
lo hubiera descripto simplemente comno un profesor de la universidad dee boston.
no será que le molesta que no encaja en el estereotipo de asesino y torturador
que ud. tiene de estos presonajes? mir,e para mi hubiera sido mas lindo si
confesaba que era un asesino y torturador, o como dice ud. una persona que
busca "prensa". yo creo que la realidad tiende a ser un poquito más compleja que
las caricaturas que nos hacemos de personajes que ni conocemos. pero bueno, si
le sirvió para algo más que para criticarme a mí, si le dio más fundamentos para
criticar las posiciones que defiende este señor, entonces me doy por satisfecho.
saludos, s
RESPUESTA
OK. Recibido. Cumplo mi palabra.
saludos
MENSAJE POSTERIOR
ah disculpe entendi mal. lo que vi me gustó pero lo voy a mirar mejor y leescribo.
saludos, s
Estimado, el insider es un farsante, le escrbi el outsider, lo invito a visitar www.voltairenet.org/es y www.pagina12.tv
Slds cordiales. ,
Santiago: algo tenebrosamente graciosas las respuestas del insider... Te sugiero nota "La nueva contra" en http://oficinauta.blogspot.com/
Saludos.
Estimado Santiago
Lei su nota de hoy en P/12. El insider sabe tal vez mucho, pero no de geografia, supongo, Esquipulas esta en Guatemala, no muy lejo de Honduras, y "no en las afueras de San Jose"...
Saludos
Juan De Wandelaer
militante del Serpaj, ex voluntario de Peace Brigades International en Guatemala y El Salvador en 1986/88
En Página/12 deben comprender que es un error escribir “América latina”: es “América Latina” porque es un nombre propio como América Central o América del Sur.
También es un error llamar “Medio Oriente” a la región de la que forman parte Egipto, Israel, Líbano, Siria, Iraq, Jordania y otros países. Debe llamársela Oriente Próximo o Cercano Oriente. Si llamamos Lejano Oriente a China, Corea, Japón, Vietnam, Filipinas, ¿por qué llaman Medio Oriente al otro extremo?
martes, 18 de agosto de 2009
El insáider - Por Santiago O’Donnell
Entrevista con Scott Palmer, académico y consultor del Departamento de Estado y de la red de agencias de inteligencia de EE.UU., y ex docente de la Escuela de las Américas+/- Ver mas...
Scott Palmer va para la derecha, va para la izquierda, avanza por la hilera del medio, vuelve a retroceder. Camina y cuenta lo que nadie cuenta marcando a zancadas el ritmo de sus palabras, micrófono en mano, ante un auditorio mitad lleno, mitad vacío, en el subsuelo de la sede central de la Universidad de Belgrano.
Scott Palmer es un insáider, “insider” en inglés, o sea alguien que conoce desde adentro, desde el “inside”. Scott Palmer es un insáider del Departamento de Estado y dentro de él un insáider del mundillo de los funcionarios estadounidenses que deciden las políticas para América latina.
Trabajó doce años en el Departamento de Estado como director de Estudios de Latinoamérica y el Caribe, y como decano asociado del Instituto de Servicio Exterior, al que sigue ligado como profesor visitante. Graduado de Dartmouth, Stanford y Cornell, su currículum llena varias páginas con libros, papers y cátedras en distintas universidades estadounidenses y latinoamericanas. Es director de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Boston y consultor académico del Departamento de Estado y de la Comunidad de Inteligencia Nacional (NIC), el paraguas que agrupa a las dieciséis principales agencias de espionaje de Estados Unidos.
El insáider no se encuadra en los estereotipos de la Guerra Fría. Escribió un libro muy citado de Sendero Luminoso en el que analiza la problemática social y de inequidad en el que surgió la guerrilla, y en el que sostiene que la etiqueta de “terroristas” no les cabe, porque los senderistas buscaban tomar el poder y no simplemente sembrar el terror.
Acaba de terminar un libro sobre la relación del gobierno de Clinton con América latina, para el cual entrevistó a más de cincuenta funcionarios del área, desde el jefe de gabinete para abajo. El libro sostiene que Clinton dejó pasar una gran oportunidad y que sus principales errores fueron firmar la ley Helms-Burton, que empeoró el bloqueo cubano, y el no haber sostenido el acuerdo de Governor’s Island, que restituía al derrocado presidente haitiano Jean Bertrand Aristide.
Ahora nomás está escribiendo un libro sobre la última guerra entre Perú y Ecuador, y viene de recorrer sus fronteras.
En su juventud, como becario de la Fulbright, compartió un año y medio con el líder senderista Abimael Guzmán en la sala de profesores de la Universidad San Cristóbal de Huamanga en Ayacucho, Perú, donde, según Palmer, aprendieron a “odiarse dulcemente” y nunca dejaron de saludarse:
–Hola, señor Palmer.
–Hola, profesor Guzmán.
El insáider es alto y corpulento y luce una corbata larguísima entre su blazer abierto y su chaleco abrochado en el último botón. Está cerca de cumplir los 70, pero su lenguaje corporal dice otra cosa. Camina erguido y habla pausado en un español apenas acentuado, casi sin recurrir a palabras en inglés. Habla sin rodeos ni histrionismos ni tonos altisonantes, como les gusta a los norteamericanos.
El tema de la conferencia que lo trae a Buenos Aires es “la política exterior para América latina del gobierno de Obama”. Después dijo más cosas mientras degustaba un bife de chorizo bien jugoso con abundante malbec en un restaurante cerca de su embajada. Cosas que muy pocos pueden decir, o porque no saben o porque ocupan cargos sensibles. En cambio el insáider nunca queda en offside.
Además de Obama habló con soltura de Clinton y los dos Bush, de Chávez, Evo y Correa, de Honduras, de las bases colombianas, del consenso de Washington y de la Cuarta Flota. Hasta contó y defendió su experiencia como profesor en la Escuela de las Américas, “la escuela de asesinos”, como él mismo reconoce que la apodaron sus numerosos detractores.
Arrancó la conferencia diciendo que Obama asumió en medio de grandes expectativas en la región, por el desprestigio en que había caído el gobierno de Bush. Dijo que ese desprestigio se debía más bien a errores cometidos en el resto del mundo y no tanto por lo hecho en América latina, donde salvo su política hacia Cuba y Venezuela en su primer mandato, el resto no había sido demasiado malo.
Agregó que esa expectativa desmesurada hace más difícil apreciar que Obama, en sus primeros cien días de gobierno, en medio de muchas urgencias, ha tenido gestos importantes que demuestran su compromiso con la región. Contó que en esos cien días, entre el presidente, el vice y la secretaria de Estado hubo siete viajes a la región, incluyendo los dos de Obama a México, algo que no había ocurrido nunca. Y que Calderón fue el primer mandatario que Obama vio tras ganar las elecciones y Lula el primer jefe de Estado que Obama recibió al llegar a la Casa Blanca.
Pero también reconoció que esos gestos han sido mayormente simbólicos y que Obama no ha hecho prácticamente nada todavía para resolver los principales problemas del continente. Dijo que esto se debe a que el presidente tiene un estilo de buscar equilibrios y es reacio a tomar medidas extremas, por lo que sus seguidores más fanáticos se desesperan, pero a él, Palmer, le parece bien porque los cambios políticos graduales son más sustentables que los repentinos.
Explicó que los principales temas vinculados con América latina que debe encarar Obama son los llamados “intermésticos”, porque involucran a las relaciones internacionales, pero su impacto es mayormente doméstico. En esta categoría colocó a la demorada reforma migratoria, el problema de las pandillas en Centroamérica y la política antidroga.
En este último punto dijo que es significativo que Obama haya nombrado un zar antidroga con conocimientos médicos y que la nueva estrategia consiste en archivar la idea de “guerra contra la droga” y pasar de políticas de erradicación a políticas de interdicción y control de demanda a través de tratamientos y programas educativos. Señaló que el acuerdo militar con Colombia forma parte de esta nueva estrategia.
“Hubo avances significativos. Primero, el reconocimiento de la importancia del diálogo, el deseo articulado de conversar con la llamada nueva ola populista de izquierda, con Chávez, con Raúl Castro. Se ha demostrado un deseo de terminar con la presencia de prisioneros del conflicto en Medio Oriente con el anuncio del cierre de la base de Guantánamo en un año. El estilo de Obama de actuar en un marco de respeto mutuo, de tolerancia y multilateralismo no sirve para resolver los problemas en un tiempo muy corto, pero pienso que es muy sensato”, redondeó.
Lo mejor vino cuando llegaron la preguntas. Sorprendió a un estudiante hondureño y antichavista declarado, diciendo que Zelaya hizo bien en aliarse con el líder bolivariano: “Chávez le vende petróleo a bajo precio a Honduras, así como a otros países de Centroamérica, el Caribe y Su-damérica. Honduras no tiene petróleo y el suministro es fundamental, especialmente en estos tiempos. Por eso pienso que Zelaya hizo bien, aunque estas ayudas siempre vienen a un precio, y ese precio está por verse”.
Cuando le preguntaron sobre Chávez, dijo que más que una amenaza, para Estados Unidos representa una molestia. “Tiene una retórica muy inflamada, pero sus discursos son para consumo interno. De sus dichos a los hechos hay una distancia. De hecho, desde que asumió Chávez el comercio entre Venezuela y Estados Unidos aumentó.”
No satisfecho con la respuesta, el estudiante insistió haciendo referencia a la supuesta política chavista de “confiscar tierras”.
“Las políticas que implementa son cosa de él, está en su derecho. Si hay alguna irregularidad legal la podremos observar, pero no queremos interferir”, replicó el insáider.
Ante la típica pregunta sobre la política hacia Cuba, el insáider no tuvo problemas en reconocer que no tiene una buena razón de ser. “Todo el mundo sabe que la política sobre Cuba no se decide en Washington, sino que se decide en Miami, y si no pregunten qué estado decidió las elecciones de 2008 y qué grupo le dio a George W. Bush el margen de victoria. Por eso, contra la opinión de prácticamente todos los expertos en el tema, se mantiene una política contraproducente para los intereses nacionales, por razones domésticas o electorales.”
Haciendo esa salvedad, aclaró que Obama ya levantó restricciones a las remesas y las visitas a Cuba. Contó que la semana pasada, su gobierno retiró un cartel que transmitía noticias anticastristas desde la sede diplomática estadounidense en La Habana. Y remató diciendo que conoce la existencia de “conversaciones subterráneas” entre los dos gobiernos.
“Cuba ya está cambiando. Todo indica que marcha hacia un modelo chino, con libre comercio y control político. ¿Podrá Estados Unidos vivir con eso? Todavía no lo sé. Los tiempos del descongelamiento los marca Cuba, como siempre, porque hacen falta dos para bailar el tango. Pero estoy convencido de que algún día, probablemente tras el deceso de Fidel Castro, llegará la normalización total como sucedió con China.”
Después vinieron las fotos, el restaurante, el bife, el vino y la entrevista, que retomó varias puntas que el insáider había tirado en el auditorio.
–¿Por qué el gobierno de Obama no actúa con más decisión ante el golpe de Honduras?
–Yo no diría que hubo un golpe, sino más bien una interrupción de la democracia, como lo que sucedió con Bucaram, Mahuad y Gutiérrez en Ecuador o Sánchez de Lozada en Bolivia. Yo creo que Estados Unidos fue muy claro, condenó la remoción de Zelaya y llevó el tema a la OEA, para corregir el error del gobierno de Bush de haber apoyado el golpe contra Chávez en el 2002.
–No me parece que hayan sido situaciones similares. A Zelaya lo sacaron en pijamas.
–Tengo entendido que estaba en pijamas cuando lo fueron a detener, pero que los militares le dieron tiempo para vestirse, por eso no hay fotos de Zelaya en pijama. Los militares actuaron por orden de la Corte Suprema, pero hicieron mal en expulsar a Zelaya del país. El problema es que la Constitución hondureña no contempla el juicio político al presidente. A Estados Unidos se le exige más firmeza, pero hizo lo que tenía que hacer. Si algo aprendimos en Centroamérica en los ’80 es que las partes son las únicas que pueden resolver un conflicto. En 1987 los presidentes de Centroamérica se encerraron en una casa en Esquipulas, en las afueras de San José, y firmaron su acuerdo de paz pese a la oposición de Estados Unidos y del Grupo Contadora, que fueron excluidos de las negociaciones y tampoco fueron nombrados garantes del proceso.
–En la conferencia opinó que los gobiernos de Chávez y Evo Morales no son sostenibles, y los diferenció del de Rafael Correa. ¿Por qué?
–Porque sus modelos económicos no son sustentables en el tiempo a menos que el precio del petróleo pegue un gran salto, o que hagan cambios que no van a hacer. Como ellos ejercen un estilo de democracia directa con muchas elecciones, tarde o temprano la situación económica los hará perder una elección y se tendrán que ir. Morales no es indio, no habla ni quechua ni aymara, pero representa la reivindicación histórica de los sectores indígenas postergados. Por eso es tan popular: como no pertenece a ningún grupo étnico en particular, puede representar a todos. El problema más serio que tiene es que quiere tener en el gobierno a la gente que lo votó, en vez de representantes de esa gente. Te doy un ejemplo: como su quinto presidente de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) nombró a un maestro de escuela. Yo respeto a los maestros, pero no quiero que manejen compañías petroleras. El caso de Correa es distinto porque Ecuador es el único país de la región que era gobernado por un parlamentarismo que no dejaba hacer nada y se tragaba a los presidentes. Había que hacer algo para ordenar al país y él lo está haciendo.
–También dijo que el presidente que más hizo por la región en los últimos tiempos fue Bush padre. ¿Por qué?
–Hay que recordar el contexto: las democracias latinoamericanas eran muy recientes y la región había entrado en la peor crisis económica de su historia y sus países acumulaban grandes deudas. Bush padre fue el presidente con más experiencia internacional de los últimos tiempos. Había sido embajador en China, embajador en Naciones Unidas y director de la CIA. Por eso eligió dejar que profesionales decidan la política latinoamericana. Obama es el primer presidente desde entonces en hacer lo mismo. Bush padre nombró subsecretario del área a Bernie Aronson, un demócrata con buenos contactos en el Congreso, y consiguió muchas cosas. En ese período se dio la Iniciativa para las Américas, por la que Estados Unidos negoció convenios bilaterales con todos los países de la región, como los rayos de una rueda. También el plan Brady para aliviar a los países más endeudados. Además tuvo lugar el Consenso de Washington, que se trató de una serie de reuniones entre funcionarios estadounidenses, gobernantes sudamericanos y representantes de la banca privada, para tratar de resolver el problema de la deuda. El error fue llamarlo Consenso de Washington. Si se hubiera llamado consenso de Brasilia o algo así, no habría recibido tantas críticas. Durante ese mismo período también se firmó el llamado Compromiso de Santiago, que permitía por primera vez la intervención militar de los países de la OEA para prevenir o evitar golpes de Estado.
–También le escuché decir que en la cumbre de Miami de 1994 los presidentes latinoamericanos obligaron a Clinton a incluir en la agenda el tema del ALCA, el tratado de libre comercio hemisférico. ¿Fue así?
–Claro, a Clinton este tema prácticamente le costó la elección del ’94 porque los gremios no querían la apertura comercial y no lo apoyaron, entonces los republicanos se subieron a la ola proteccionista y se llevaron la mayoría en las dos cámaras. El entonces jefe de gabinete (Thomas) McLarty y la entonces secretaria de comercio (Charlene) Barshefsky me contaron que se oponían al ALCA por razones de política doméstica, pero que el presidente Clinton les dijo casi a los gritos que la cumbre era muy importante para él y que los presidentes le habían dicho que no vendrían si no había una propuesta integral de libre comercio.
–Usted dijo que el despliegue militar en Colombia es parte de la nueva estrategia antidroga. ¿No será también para combatir la guerrilla?
–Por supuesto. Cuando se firmó el plan Colombia, en 1991, el Congreso autorizó a los militares estadounidense a que dieran “apoyo y entrenamiento” en la lucha contra las fuerzas insurgentes colombianas. El único antecedente en la región de una autorización similar ocurrió en 1977, para combatir el tráfico de droga y a la guerrilla en Alto Huallaga, Perú.
–¿Hasta qué punto las políticas de seguridad determinan las relaciones internacionales de Estados Unidos desde el 11-9?
–Se puede decir sin lugar a dudas que el Departamento de Defensa ha tomado mucho más control de la agenda multilateral con América latina, especialmente en los temas relacionados con la seguridad. El Departamento de Estado mantiene el control sólo de palabra. El Departamento de Estado tiene el presupuesto más chico de todos los ministerios. En los ‘90 era de 20 mil millones de dólares y el gobierno de Clinton lo recortó en un 30 por ciento. El Departamento de Defensa tiene el segundo presupuesto, detrás de Salud y Educación, 285 mil millones de dólares. El Departamento de Estado tiene apenas 4400 empleados y no tienen redundancia en ningún puesto. Si un empleado parte a un programa de entrenamiento, el departamento no tiene con quién reemplazarlo. Durante cinco años no hubo examen de ingreso al cuerpo diplomático porque no había presupuesto. Por cada empleado del Departamento de Estado hay 25 militares haciendo tareas similares. Es indispensable que haya un cambio en esa dinámica.
–En la región se critica mucho el relanzamiento de la IV Flota. ¿Qué opina al respecto?
–Que es una flota de papel. No existe. No hay más barcos ni más viajes ni más soldados ni nada. Sólo se trató de un reordenamiento administrativo.
–¿Y qué opina de la Escuela de las Américas?
–Primero debo aclarar que fui profesor en la última etapa de la escuela. En el plantel docente había gente como Jorge Domínguez (politólogo y profesor de Harvard) y Luigi Enaudi (ex subsecretario general de la OEA). Es una de las cuatro escuelas por las que los oficiales estadounidenses deben pasar para alcanzar el grado de general. Desde la Segunda Guerra Mundial pasaron 61 mil oficiales por la escuela, de los cuales sólo 1000 estuvieron más de un año. No creo que en el corto tiempo que estuvieron aprendieran a ser golpistas o asesinos. Unabomber se graduó en Harvard. Eso no quiere decir que se convirtió en asesino serial por los cuatro años que pasó en esa universidad. Con la Escuela de las Américas pasó lo mismo, pero (el actor) Martin Sheen montó una gran campaña para convencer a la opinión pública de que es una escuela de asesinos.
–Pero no es solamente que los militares golpistas coincidieron en esa escuela, sino que desde la escuela alentaron su aventuras golpistas. ¿Usted conoce alguna dictadura de derecha en la región que Estados Unidos no haya apoyado?
(Piensa un rato.) –No.
–¿Cuál es el objetivo estratégico de Estados Unidos en la región?
–El objetivo es una región de países compatibles, en paz entre ellos, y con relaciones razonablemente buenas con Estados Unidos, lo cual implica primero democracia y segundo un mercado abierto al comercio y a las inversiones.
–¿Cómo van las relaciones con Argentina?
–Las relaciones son normales, sin problemas. No veo nubes negras en el horizonte.
Scott Palmer es un insáider, “insider” en inglés, o sea alguien que conoce desde adentro, desde el “inside”. Scott Palmer es un insáider del Departamento de Estado y dentro de él un insáider del mundillo de los funcionarios estadounidenses que deciden las políticas para América latina.
Trabajó doce años en el Departamento de Estado como director de Estudios de Latinoamérica y el Caribe, y como decano asociado del Instituto de Servicio Exterior, al que sigue ligado como profesor visitante. Graduado de Dartmouth, Stanford y Cornell, su currículum llena varias páginas con libros, papers y cátedras en distintas universidades estadounidenses y latinoamericanas. Es director de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Boston y consultor académico del Departamento de Estado y de la Comunidad de Inteligencia Nacional (NIC), el paraguas que agrupa a las dieciséis principales agencias de espionaje de Estados Unidos.
El insáider no se encuadra en los estereotipos de la Guerra Fría. Escribió un libro muy citado de Sendero Luminoso en el que analiza la problemática social y de inequidad en el que surgió la guerrilla, y en el que sostiene que la etiqueta de “terroristas” no les cabe, porque los senderistas buscaban tomar el poder y no simplemente sembrar el terror.
Acaba de terminar un libro sobre la relación del gobierno de Clinton con América latina, para el cual entrevistó a más de cincuenta funcionarios del área, desde el jefe de gabinete para abajo. El libro sostiene que Clinton dejó pasar una gran oportunidad y que sus principales errores fueron firmar la ley Helms-Burton, que empeoró el bloqueo cubano, y el no haber sostenido el acuerdo de Governor’s Island, que restituía al derrocado presidente haitiano Jean Bertrand Aristide.
Ahora nomás está escribiendo un libro sobre la última guerra entre Perú y Ecuador, y viene de recorrer sus fronteras.
En su juventud, como becario de la Fulbright, compartió un año y medio con el líder senderista Abimael Guzmán en la sala de profesores de la Universidad San Cristóbal de Huamanga en Ayacucho, Perú, donde, según Palmer, aprendieron a “odiarse dulcemente” y nunca dejaron de saludarse:
–Hola, señor Palmer.
–Hola, profesor Guzmán.
El insáider es alto y corpulento y luce una corbata larguísima entre su blazer abierto y su chaleco abrochado en el último botón. Está cerca de cumplir los 70, pero su lenguaje corporal dice otra cosa. Camina erguido y habla pausado en un español apenas acentuado, casi sin recurrir a palabras en inglés. Habla sin rodeos ni histrionismos ni tonos altisonantes, como les gusta a los norteamericanos.
El tema de la conferencia que lo trae a Buenos Aires es “la política exterior para América latina del gobierno de Obama”. Después dijo más cosas mientras degustaba un bife de chorizo bien jugoso con abundante malbec en un restaurante cerca de su embajada. Cosas que muy pocos pueden decir, o porque no saben o porque ocupan cargos sensibles. En cambio el insáider nunca queda en offside.
Además de Obama habló con soltura de Clinton y los dos Bush, de Chávez, Evo y Correa, de Honduras, de las bases colombianas, del consenso de Washington y de la Cuarta Flota. Hasta contó y defendió su experiencia como profesor en la Escuela de las Américas, “la escuela de asesinos”, como él mismo reconoce que la apodaron sus numerosos detractores.
Arrancó la conferencia diciendo que Obama asumió en medio de grandes expectativas en la región, por el desprestigio en que había caído el gobierno de Bush. Dijo que ese desprestigio se debía más bien a errores cometidos en el resto del mundo y no tanto por lo hecho en América latina, donde salvo su política hacia Cuba y Venezuela en su primer mandato, el resto no había sido demasiado malo.
Agregó que esa expectativa desmesurada hace más difícil apreciar que Obama, en sus primeros cien días de gobierno, en medio de muchas urgencias, ha tenido gestos importantes que demuestran su compromiso con la región. Contó que en esos cien días, entre el presidente, el vice y la secretaria de Estado hubo siete viajes a la región, incluyendo los dos de Obama a México, algo que no había ocurrido nunca. Y que Calderón fue el primer mandatario que Obama vio tras ganar las elecciones y Lula el primer jefe de Estado que Obama recibió al llegar a la Casa Blanca.
Pero también reconoció que esos gestos han sido mayormente simbólicos y que Obama no ha hecho prácticamente nada todavía para resolver los principales problemas del continente. Dijo que esto se debe a que el presidente tiene un estilo de buscar equilibrios y es reacio a tomar medidas extremas, por lo que sus seguidores más fanáticos se desesperan, pero a él, Palmer, le parece bien porque los cambios políticos graduales son más sustentables que los repentinos.
Explicó que los principales temas vinculados con América latina que debe encarar Obama son los llamados “intermésticos”, porque involucran a las relaciones internacionales, pero su impacto es mayormente doméstico. En esta categoría colocó a la demorada reforma migratoria, el problema de las pandillas en Centroamérica y la política antidroga.
En este último punto dijo que es significativo que Obama haya nombrado un zar antidroga con conocimientos médicos y que la nueva estrategia consiste en archivar la idea de “guerra contra la droga” y pasar de políticas de erradicación a políticas de interdicción y control de demanda a través de tratamientos y programas educativos. Señaló que el acuerdo militar con Colombia forma parte de esta nueva estrategia.
“Hubo avances significativos. Primero, el reconocimiento de la importancia del diálogo, el deseo articulado de conversar con la llamada nueva ola populista de izquierda, con Chávez, con Raúl Castro. Se ha demostrado un deseo de terminar con la presencia de prisioneros del conflicto en Medio Oriente con el anuncio del cierre de la base de Guantánamo en un año. El estilo de Obama de actuar en un marco de respeto mutuo, de tolerancia y multilateralismo no sirve para resolver los problemas en un tiempo muy corto, pero pienso que es muy sensato”, redondeó.
Lo mejor vino cuando llegaron la preguntas. Sorprendió a un estudiante hondureño y antichavista declarado, diciendo que Zelaya hizo bien en aliarse con el líder bolivariano: “Chávez le vende petróleo a bajo precio a Honduras, así como a otros países de Centroamérica, el Caribe y Su-damérica. Honduras no tiene petróleo y el suministro es fundamental, especialmente en estos tiempos. Por eso pienso que Zelaya hizo bien, aunque estas ayudas siempre vienen a un precio, y ese precio está por verse”.
Cuando le preguntaron sobre Chávez, dijo que más que una amenaza, para Estados Unidos representa una molestia. “Tiene una retórica muy inflamada, pero sus discursos son para consumo interno. De sus dichos a los hechos hay una distancia. De hecho, desde que asumió Chávez el comercio entre Venezuela y Estados Unidos aumentó.”
No satisfecho con la respuesta, el estudiante insistió haciendo referencia a la supuesta política chavista de “confiscar tierras”.
“Las políticas que implementa son cosa de él, está en su derecho. Si hay alguna irregularidad legal la podremos observar, pero no queremos interferir”, replicó el insáider.
Ante la típica pregunta sobre la política hacia Cuba, el insáider no tuvo problemas en reconocer que no tiene una buena razón de ser. “Todo el mundo sabe que la política sobre Cuba no se decide en Washington, sino que se decide en Miami, y si no pregunten qué estado decidió las elecciones de 2008 y qué grupo le dio a George W. Bush el margen de victoria. Por eso, contra la opinión de prácticamente todos los expertos en el tema, se mantiene una política contraproducente para los intereses nacionales, por razones domésticas o electorales.”
Haciendo esa salvedad, aclaró que Obama ya levantó restricciones a las remesas y las visitas a Cuba. Contó que la semana pasada, su gobierno retiró un cartel que transmitía noticias anticastristas desde la sede diplomática estadounidense en La Habana. Y remató diciendo que conoce la existencia de “conversaciones subterráneas” entre los dos gobiernos.
“Cuba ya está cambiando. Todo indica que marcha hacia un modelo chino, con libre comercio y control político. ¿Podrá Estados Unidos vivir con eso? Todavía no lo sé. Los tiempos del descongelamiento los marca Cuba, como siempre, porque hacen falta dos para bailar el tango. Pero estoy convencido de que algún día, probablemente tras el deceso de Fidel Castro, llegará la normalización total como sucedió con China.”
Después vinieron las fotos, el restaurante, el bife, el vino y la entrevista, que retomó varias puntas que el insáider había tirado en el auditorio.
–¿Por qué el gobierno de Obama no actúa con más decisión ante el golpe de Honduras?
–Yo no diría que hubo un golpe, sino más bien una interrupción de la democracia, como lo que sucedió con Bucaram, Mahuad y Gutiérrez en Ecuador o Sánchez de Lozada en Bolivia. Yo creo que Estados Unidos fue muy claro, condenó la remoción de Zelaya y llevó el tema a la OEA, para corregir el error del gobierno de Bush de haber apoyado el golpe contra Chávez en el 2002.
–No me parece que hayan sido situaciones similares. A Zelaya lo sacaron en pijamas.
–Tengo entendido que estaba en pijamas cuando lo fueron a detener, pero que los militares le dieron tiempo para vestirse, por eso no hay fotos de Zelaya en pijama. Los militares actuaron por orden de la Corte Suprema, pero hicieron mal en expulsar a Zelaya del país. El problema es que la Constitución hondureña no contempla el juicio político al presidente. A Estados Unidos se le exige más firmeza, pero hizo lo que tenía que hacer. Si algo aprendimos en Centroamérica en los ’80 es que las partes son las únicas que pueden resolver un conflicto. En 1987 los presidentes de Centroamérica se encerraron en una casa en Esquipulas, en las afueras de San José, y firmaron su acuerdo de paz pese a la oposición de Estados Unidos y del Grupo Contadora, que fueron excluidos de las negociaciones y tampoco fueron nombrados garantes del proceso.
–En la conferencia opinó que los gobiernos de Chávez y Evo Morales no son sostenibles, y los diferenció del de Rafael Correa. ¿Por qué?
–Porque sus modelos económicos no son sustentables en el tiempo a menos que el precio del petróleo pegue un gran salto, o que hagan cambios que no van a hacer. Como ellos ejercen un estilo de democracia directa con muchas elecciones, tarde o temprano la situación económica los hará perder una elección y se tendrán que ir. Morales no es indio, no habla ni quechua ni aymara, pero representa la reivindicación histórica de los sectores indígenas postergados. Por eso es tan popular: como no pertenece a ningún grupo étnico en particular, puede representar a todos. El problema más serio que tiene es que quiere tener en el gobierno a la gente que lo votó, en vez de representantes de esa gente. Te doy un ejemplo: como su quinto presidente de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) nombró a un maestro de escuela. Yo respeto a los maestros, pero no quiero que manejen compañías petroleras. El caso de Correa es distinto porque Ecuador es el único país de la región que era gobernado por un parlamentarismo que no dejaba hacer nada y se tragaba a los presidentes. Había que hacer algo para ordenar al país y él lo está haciendo.
–También dijo que el presidente que más hizo por la región en los últimos tiempos fue Bush padre. ¿Por qué?
–Hay que recordar el contexto: las democracias latinoamericanas eran muy recientes y la región había entrado en la peor crisis económica de su historia y sus países acumulaban grandes deudas. Bush padre fue el presidente con más experiencia internacional de los últimos tiempos. Había sido embajador en China, embajador en Naciones Unidas y director de la CIA. Por eso eligió dejar que profesionales decidan la política latinoamericana. Obama es el primer presidente desde entonces en hacer lo mismo. Bush padre nombró subsecretario del área a Bernie Aronson, un demócrata con buenos contactos en el Congreso, y consiguió muchas cosas. En ese período se dio la Iniciativa para las Américas, por la que Estados Unidos negoció convenios bilaterales con todos los países de la región, como los rayos de una rueda. También el plan Brady para aliviar a los países más endeudados. Además tuvo lugar el Consenso de Washington, que se trató de una serie de reuniones entre funcionarios estadounidenses, gobernantes sudamericanos y representantes de la banca privada, para tratar de resolver el problema de la deuda. El error fue llamarlo Consenso de Washington. Si se hubiera llamado consenso de Brasilia o algo así, no habría recibido tantas críticas. Durante ese mismo período también se firmó el llamado Compromiso de Santiago, que permitía por primera vez la intervención militar de los países de la OEA para prevenir o evitar golpes de Estado.
–También le escuché decir que en la cumbre de Miami de 1994 los presidentes latinoamericanos obligaron a Clinton a incluir en la agenda el tema del ALCA, el tratado de libre comercio hemisférico. ¿Fue así?
–Claro, a Clinton este tema prácticamente le costó la elección del ’94 porque los gremios no querían la apertura comercial y no lo apoyaron, entonces los republicanos se subieron a la ola proteccionista y se llevaron la mayoría en las dos cámaras. El entonces jefe de gabinete (Thomas) McLarty y la entonces secretaria de comercio (Charlene) Barshefsky me contaron que se oponían al ALCA por razones de política doméstica, pero que el presidente Clinton les dijo casi a los gritos que la cumbre era muy importante para él y que los presidentes le habían dicho que no vendrían si no había una propuesta integral de libre comercio.
–Usted dijo que el despliegue militar en Colombia es parte de la nueva estrategia antidroga. ¿No será también para combatir la guerrilla?
–Por supuesto. Cuando se firmó el plan Colombia, en 1991, el Congreso autorizó a los militares estadounidense a que dieran “apoyo y entrenamiento” en la lucha contra las fuerzas insurgentes colombianas. El único antecedente en la región de una autorización similar ocurrió en 1977, para combatir el tráfico de droga y a la guerrilla en Alto Huallaga, Perú.
–¿Hasta qué punto las políticas de seguridad determinan las relaciones internacionales de Estados Unidos desde el 11-9?
–Se puede decir sin lugar a dudas que el Departamento de Defensa ha tomado mucho más control de la agenda multilateral con América latina, especialmente en los temas relacionados con la seguridad. El Departamento de Estado mantiene el control sólo de palabra. El Departamento de Estado tiene el presupuesto más chico de todos los ministerios. En los ‘90 era de 20 mil millones de dólares y el gobierno de Clinton lo recortó en un 30 por ciento. El Departamento de Defensa tiene el segundo presupuesto, detrás de Salud y Educación, 285 mil millones de dólares. El Departamento de Estado tiene apenas 4400 empleados y no tienen redundancia en ningún puesto. Si un empleado parte a un programa de entrenamiento, el departamento no tiene con quién reemplazarlo. Durante cinco años no hubo examen de ingreso al cuerpo diplomático porque no había presupuesto. Por cada empleado del Departamento de Estado hay 25 militares haciendo tareas similares. Es indispensable que haya un cambio en esa dinámica.
–En la región se critica mucho el relanzamiento de la IV Flota. ¿Qué opina al respecto?
–Que es una flota de papel. No existe. No hay más barcos ni más viajes ni más soldados ni nada. Sólo se trató de un reordenamiento administrativo.
–¿Y qué opina de la Escuela de las Américas?
–Primero debo aclarar que fui profesor en la última etapa de la escuela. En el plantel docente había gente como Jorge Domínguez (politólogo y profesor de Harvard) y Luigi Enaudi (ex subsecretario general de la OEA). Es una de las cuatro escuelas por las que los oficiales estadounidenses deben pasar para alcanzar el grado de general. Desde la Segunda Guerra Mundial pasaron 61 mil oficiales por la escuela, de los cuales sólo 1000 estuvieron más de un año. No creo que en el corto tiempo que estuvieron aprendieran a ser golpistas o asesinos. Unabomber se graduó en Harvard. Eso no quiere decir que se convirtió en asesino serial por los cuatro años que pasó en esa universidad. Con la Escuela de las Américas pasó lo mismo, pero (el actor) Martin Sheen montó una gran campaña para convencer a la opinión pública de que es una escuela de asesinos.
–Pero no es solamente que los militares golpistas coincidieron en esa escuela, sino que desde la escuela alentaron su aventuras golpistas. ¿Usted conoce alguna dictadura de derecha en la región que Estados Unidos no haya apoyado?
(Piensa un rato.) –No.
–¿Cuál es el objetivo estratégico de Estados Unidos en la región?
–El objetivo es una región de países compatibles, en paz entre ellos, y con relaciones razonablemente buenas con Estados Unidos, lo cual implica primero democracia y segundo un mercado abierto al comercio y a las inversiones.
–¿Cómo van las relaciones con Argentina?
–Las relaciones son normales, sin problemas. No veo nubes negras en el horizonte.
Publicado en Página/12 el 16 de agosto de 2009
Imagen: Carolina Camps
Imagen: Carolina Camps
Uruguay existe
Algunas opiniones sobre "O me quedo o me voy" (última entrada)+/- Ver mas...
Hay algún motivo para que en su artículo de la fecha Uruguay en donde gobierna LA IZQUIERDA ! no figure dentro de ninguna de la categorías que señala sobre bases de USA en Colombia ? Conoce usted cual es la posición tomada por el gobierno de TABARE VAZQUEZ ? que hasta cuenta con la aprobación del principal partido de oposición ?
Saludos Atte
Carlos
Respuesta:
hola carlos tenes razón. se me pasó. lo que pasa es que uribe no pasó por
uruguay. habría que preguntarle a él si sabe que uruguay existe.
igual, acepto la crítica. he escrito muchas veces sobre uruguay pero esta vez se me pasó.
saludos.
Sr O'Donnell
Respuesta:
si paso x Uruguay MIRA la prensa.....
y en P12 desde botnia en adelante se omiten mucho de
lo que por aqui se hace .... bastante bien, dicho sea de paso...... si tenes duda de lo que digo mirá el historial
saludos
C
GRACIAS POR RESPONDER !!!!!!!!!!!!!!!
_______________________________________________________________
Estimado señor:
En relación con su artículo de opinión publicado el día de hoy, domingo 9 de agosto de 2009, que tiene por titulo O me quedo o me voy, desearía realizar la siguiente observación: desde mi perspectiva, Obama no ha entendido o se ha hecho el que no comprendió en cuanto al reclamo de los americanos no estadounidenses en lo que respecta a Honduras. Es simple, se le pide que no intervenga, que deje de sostener a los militares, que deje de apoyar a los empresarios que tienen sus capitales en Estados Unidos, y que no apoye tibiamente la restitución de Manuel Zelaya.
Él y quienes apuntalan a los golpistas han querido desvirtuar las demandas de sus críticos. En definitiva, O´Donnell, no es que intervenga más decididamente, sino, todo lo contrario.
Licenciado Jorge H. Barbich Duprat
Respuesta:
estimado,
ojalá fuera tan siimple. pero le piden mucho más que simplemente no intervenga.
no usted, no chavez pero si otros gobernantes.
saludos, s
Respuesta:
Maracaibo, 09 de agosto de 2009
Señor
O´Donnell:
Obama se refiere a aquellos que le exigen que deje de intervenir para luego
pedirle que lo haga, es decir, se refiere a personajes contraductorios, según él. No lo veo simple. Advierto que para el presidente estadounidense es muy fácil manipular lo que se le exige desde las particularidades progresistas.
Lic. Jorge H. Barbich Duprat
Respuesta:
de acuerdo. saludos.,
_______________________________________________________________
Estimado Señor Santiago O´Donnell
Quisiera agregar a su interesante trabajo ,a modo de hipótesis (aunque tengo la ceteza), que esas bases, están directamente enfocadas , a largo plazo,a algo que no voy a poder comprobar,(POR RAZONES DE EDAD) la apropiación del Amazonas, es decir, BRASIL es el principal amenazado.
Si bien en el corto plazo cumplen otras funciones, estoy seguro que El PLANALTO no descartará esta hipótesis, el tema es si Brasil podría siquiera equilibrar una acción puramente defensiva dentro de veinticinco años, si Venezuela estará en condiciones de ser aliada, igual que Ecuador, Bolivia y Argentina.(podrían ser cooptadas por EE-UU como Honduras) Obviamente Brasil, pensándolo hoy, mientras no tenga firmado EE-UU y Colombia un pacto de defensa mutua,tiene que hacer con Venezuela y Ecuador un ataque preventivo y destruir las bases, pero eso es en un futuro, sería inconcebible hacerlo hoy, es un limitante, que Israel no tendría. Traté de comentarlo con Raúl Dellatorre pero tenía puesto el contestador, de todas maneras ayer cuando leí su trabajo ,pensé en escribirle hoy.
Respetuosamente
Carlos Enrique Frade
Respuesta:
hola amigo,
concuerdo sobre el interés de ee.uu en amazonia gracias por
escribir saludos s
Saludos Atte
Carlos
Respuesta:
hola carlos tenes razón. se me pasó. lo que pasa es que uribe no pasó por
uruguay. habría que preguntarle a él si sabe que uruguay existe.
igual, acepto la crítica. he escrito muchas veces sobre uruguay pero esta vez se me pasó.
saludos.
Sr O'Donnell
Respuesta:
si paso x Uruguay MIRA la prensa.....
y en P12 desde botnia en adelante se omiten mucho de
lo que por aqui se hace .... bastante bien, dicho sea de paso...... si tenes duda de lo que digo mirá el historial
saludos
C
GRACIAS POR RESPONDER !!!!!!!!!!!!!!!
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Estimado señor:
En relación con su artículo de opinión publicado el día de hoy, domingo 9 de agosto de 2009, que tiene por titulo O me quedo o me voy, desearía realizar la siguiente observación: desde mi perspectiva, Obama no ha entendido o se ha hecho el que no comprendió en cuanto al reclamo de los americanos no estadounidenses en lo que respecta a Honduras. Es simple, se le pide que no intervenga, que deje de sostener a los militares, que deje de apoyar a los empresarios que tienen sus capitales en Estados Unidos, y que no apoye tibiamente la restitución de Manuel Zelaya.
Él y quienes apuntalan a los golpistas han querido desvirtuar las demandas de sus críticos. En definitiva, O´Donnell, no es que intervenga más decididamente, sino, todo lo contrario.
Licenciado Jorge H. Barbich Duprat
Respuesta:
estimado,
ojalá fuera tan siimple. pero le piden mucho más que simplemente no intervenga.
no usted, no chavez pero si otros gobernantes.
saludos, s
Respuesta:
Maracaibo, 09 de agosto de 2009
Señor
O´Donnell:
Obama se refiere a aquellos que le exigen que deje de intervenir para luego
pedirle que lo haga, es decir, se refiere a personajes contraductorios, según él. No lo veo simple. Advierto que para el presidente estadounidense es muy fácil manipular lo que se le exige desde las particularidades progresistas.
Lic. Jorge H. Barbich Duprat
Respuesta:
de acuerdo. saludos.,
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Estimado Señor Santiago O´Donnell
Quisiera agregar a su interesante trabajo ,a modo de hipótesis (aunque tengo la ceteza), que esas bases, están directamente enfocadas , a largo plazo,a algo que no voy a poder comprobar,(POR RAZONES DE EDAD) la apropiación del Amazonas, es decir, BRASIL es el principal amenazado.
Si bien en el corto plazo cumplen otras funciones, estoy seguro que El PLANALTO no descartará esta hipótesis, el tema es si Brasil podría siquiera equilibrar una acción puramente defensiva dentro de veinticinco años, si Venezuela estará en condiciones de ser aliada, igual que Ecuador, Bolivia y Argentina.(podrían ser cooptadas por EE-UU como Honduras) Obviamente Brasil, pensándolo hoy, mientras no tenga firmado EE-UU y Colombia un pacto de defensa mutua,tiene que hacer con Venezuela y Ecuador un ataque preventivo y destruir las bases, pero eso es en un futuro, sería inconcebible hacerlo hoy, es un limitante, que Israel no tendría. Traté de comentarlo con Raúl Dellatorre pero tenía puesto el contestador, de todas maneras ayer cuando leí su trabajo ,pensé en escribirle hoy.
Respetuosamente
Carlos Enrique Frade
Respuesta:
hola amigo,
concuerdo sobre el interés de ee.uu en amazonia gracias por
escribir saludos s
O me quedo o me voy - Por Santiago O’Donnell
Después de escuchar durante una semana las quejas de los presidentes latinoamericanos, Obama decidió contestar. Tras los anuncios económicos que fueron noticia en todo el mundo, llamó a un grupo de periodistas de habla española a un salón de la Casa Blanca y esperó las preguntas.
Dos temas inquietan a los gobiernos latinoamericanos. La dictadura hondureña y el acuerdo de Estados Unidos con Colombia para usar siete bases militares de ese país. Según el corresponsal de la agencia española EFE, Obama contestó con una media sonrisa. Lo hizo parafraseando la memorable frase del grupo de new wave inglés The Clash, la de la famosa canción dedicada a las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica.
Should I stay or should I go? (¿O me quedo o me voy?)+/- Ver mas...
Obama no usó esas palabras. Dijo, con más diplomacia, “Algunos de los que han criticado la injerencia de Estados Unidos en América latina se quejan ahora de que no está teniendo la injerencia suficiente”.
No usó la frase, pero dijo lo que millones de estadounidenses piensan cuando escuchan las quejas, denuncias e insultos, mezclados con demandas, pedidos y súplicas, de los gobiernos y los pueblos latinoamericanos. Should I stay or should I go?
Dos temas internacionales preocupan esta semana a los presidentes sudamericanos. Uno unifica, el otro divide.
El que unifica es el golpe en Honduras. En este tema, Sudamérica se ha comportado como un bloque cohesionado, más allá de algún desliz de Colombia, al punto de constituirse en el principal sostén de la restitución del presidente electo Mel Zelaya. Pero el consenso general es que el tema los supera y que sólo Estados Unidos puede destrabar la situación.
Estados Unidos condenó el golpe en Honduras, cortó ayuda militar y de los organismos multilaterales que controla, echó a los diplomáticos golpistas de la embajada de Washington y rápidamente acreditó a los nuevos enviados de Zelaya, canceló las visas de los principales responsables del golpe y convenció a un grupo importante de altos oficiales hondureños para que se pronunciaran en contra del golpe y a favor de una solución que contempla la vuelta de Zelaya.
Los presidentes de Sudamérica quieren que haga más. Pero si declara formalmente que hubo “golpe de Estado”, como muchos exigen, por ley debe retirar a su embajador de Tegucigalpa. Pero los mismos diplomáticos zelayistas que están en Washington le explicaron a Página/12 que ellos no quieren que Estados Unidos retire a su embajador, Hugo Llorens, porque Llorens, por sus contactos, es el único capaz de destrabar la negociación con los golpistas en favor de la vuelta de Zelaya.
Should I stay or should I go?
El tema que divide a la región es el acuerdo para desplegar tropas estadounidenses en bases colombianas. El acuerdo no tiene que ver con Honduras, sino que es consecuencia directa del cierre de la base militar de Manta que Estados Unidos tenía en Ecuador, cerrada por decisión soberana del gobierno de Rafael Correa al expirar el acuerdo entre ambos países.
El anuncio del acuerdo con Colombia provocó reacciones diversas y Uribe, el presidente colombiano, salió disparado en una gira express por el continente para fijar su postura. Ante Evo, Lula, Cristina, Michelle, Lugo y Lula prometió que los milicos yanquis no saldrían de Colombia y que las bases militares seguirían bajo mando colombiano. Después explicó que la alianza con los yanquis le ha servido para obtener grandes victorias militares contra la guerrilla y que ahora quiere pasarles el trapo a los narcos. Y cerró mencionando que Colombia tiene derecho a hacer lo que quiere dentro de su territorio.
Al final de la gira, Sudamérica quedó partida en cuatro. Por un lado los países que Uribe no visitó, Venezuela y Ecuador, quedaron prácticamente enemistados con Colombia. Ecuador no mantiene relaciones diplomáticas hace un año y Venezuela las congela cada dos por tres. Correa no olvida que desde la base de Manta partieron los aviones que bombardearon el campamento del guerrillero colombiano Raúl Reyes en territorio ecuatoriano, y Chávez está ofendido porque Uribe lo acusa de venderle armas a las FARC.
Después están los países que recibieron a Uribe pero criticaron duramente su decisión. En este grupo se inscriben Argentina y Bolivia, con el agregado de que Bolivia acaba de aprobar una Constitución que prohíbe expresamente el despliegue de militares extranjeros en el país.
Después está el grupo de presidentes al que le preocupa y/o está en desacuerdo con la decisión de Uribe, pero que reconocieron el derecho de Colombia, y por consiguiente de Uribe, a tomarla. Ahí se anotaron, con matices, Lula, Lugo y Bachelet.
Después está el bloque abiertamente proestadounidense que integran Colombia y Perú.
Should I stay or should I go?
El tema de las bases no sólo polariza y mina el proceso de integración latinoamericana, sino que también empioja la relación con Estados Unidos. Si prevalece la impresión de que Obama es lo mismo que Bush pero en ropaje de cordero, entonces “el nuevo comienzo” ha llegado a un abrupto final.
El problema es que Sudamérica no parece capaz de resolver por sí misma los dos temas que preocupan y ocupan a sus presidentes. No pueden hacer revertir la decisión de Uribe porque no están unidos. Y no pueden voltear la dictadura hondureña porque aun unidos no tienen suficiente fuerza para imponer su voluntad más allá del Canal de Panamá.
Entonces miran al norte. Para que haga en Honduras y para que no haga en Colombia. Para que se quede y para que se vaya. Y Obama contesta:
Should I stay or should I go?
Sí, claro que es una chicana. Muchos estadounidenses lo pensarán, pero Obama sabe que “should I stay or should I go” es una chicana. La canción fue escrita en los ’80, en los albores de la globalización. Hoy todo fluye, nadie se queda ni se va. Además no se trata de irse o quedarse, nunca se trató de eso, sino de hacer lo correcto, tanto en Honduras como en Colombia. Obama lo sabe, lo tiene que saber, por eso la media sonrisa.
Pero lo importante es que contestó, que se tomó un tiempito entre la crisis económica, la reforma de salud, Sotomayor y la hazaña en Norcorea para acusar recibo de los reclamos sudamericanos. Y que lo hizo sin prepotencia, con un toque de humor, firme en Colombia pero flexible en Honduras, dispuesto a hacer concesiones. Dijo, por primera vez, que Estados Unidos apoya la restitución de Zelaya y no sólo la “continuidad institucional” en ese país, como venían diciendo sus voceros, como si hubiera espacio para la diferencia.
Should I stay or should I go?
Chacho Alvarez, presidente de la comisión de representantes permanentes del Mercosur, opina “stay” en Honduras y “go” en Colombia.
Dice que el tema de las bases hay que tratarlo puertas adentro, en el marco del bloque regional Unasur, para buscar un consenso que eventualmente lleve a Uribe a cambiar de decisión. “Trae problemas para la consolidación de Unasur, hace irreconciliable el conflicto entre Colombia y Venezuela, no es bueno para la construcción de Sudamérica,” señaló el ex vicepresidente argentino.
En cambio, el tema Honduras hay que llevárselo a Estados Unidos por vía de la Organización de Estados Americanos, dice Alvarez, como una forma de ejercer presión para que Washington asfixie al régimen golpista si fracasa el plan Arias. “Hay que insistir con que Estados Unidos debe presionar. Hay que plantear con fuerza que el nuevo comienzo que prometió Obama no puede nacer con Estados Unidos siendo ambiguo.”
Sudamérica tampoco puede quedarse en la ambigüedad, contesta Obama, como si lo hubiera escuchado.
That’s why you’ve go to let me know (por eso tienes que decir)... should I stay or should I go?
¿Bailamos?
No usó la frase, pero dijo lo que millones de estadounidenses piensan cuando escuchan las quejas, denuncias e insultos, mezclados con demandas, pedidos y súplicas, de los gobiernos y los pueblos latinoamericanos. Should I stay or should I go?
Dos temas internacionales preocupan esta semana a los presidentes sudamericanos. Uno unifica, el otro divide.
El que unifica es el golpe en Honduras. En este tema, Sudamérica se ha comportado como un bloque cohesionado, más allá de algún desliz de Colombia, al punto de constituirse en el principal sostén de la restitución del presidente electo Mel Zelaya. Pero el consenso general es que el tema los supera y que sólo Estados Unidos puede destrabar la situación.
Estados Unidos condenó el golpe en Honduras, cortó ayuda militar y de los organismos multilaterales que controla, echó a los diplomáticos golpistas de la embajada de Washington y rápidamente acreditó a los nuevos enviados de Zelaya, canceló las visas de los principales responsables del golpe y convenció a un grupo importante de altos oficiales hondureños para que se pronunciaran en contra del golpe y a favor de una solución que contempla la vuelta de Zelaya.
Los presidentes de Sudamérica quieren que haga más. Pero si declara formalmente que hubo “golpe de Estado”, como muchos exigen, por ley debe retirar a su embajador de Tegucigalpa. Pero los mismos diplomáticos zelayistas que están en Washington le explicaron a Página/12 que ellos no quieren que Estados Unidos retire a su embajador, Hugo Llorens, porque Llorens, por sus contactos, es el único capaz de destrabar la negociación con los golpistas en favor de la vuelta de Zelaya.
Should I stay or should I go?
El tema que divide a la región es el acuerdo para desplegar tropas estadounidenses en bases colombianas. El acuerdo no tiene que ver con Honduras, sino que es consecuencia directa del cierre de la base militar de Manta que Estados Unidos tenía en Ecuador, cerrada por decisión soberana del gobierno de Rafael Correa al expirar el acuerdo entre ambos países.
El anuncio del acuerdo con Colombia provocó reacciones diversas y Uribe, el presidente colombiano, salió disparado en una gira express por el continente para fijar su postura. Ante Evo, Lula, Cristina, Michelle, Lugo y Lula prometió que los milicos yanquis no saldrían de Colombia y que las bases militares seguirían bajo mando colombiano. Después explicó que la alianza con los yanquis le ha servido para obtener grandes victorias militares contra la guerrilla y que ahora quiere pasarles el trapo a los narcos. Y cerró mencionando que Colombia tiene derecho a hacer lo que quiere dentro de su territorio.
Al final de la gira, Sudamérica quedó partida en cuatro. Por un lado los países que Uribe no visitó, Venezuela y Ecuador, quedaron prácticamente enemistados con Colombia. Ecuador no mantiene relaciones diplomáticas hace un año y Venezuela las congela cada dos por tres. Correa no olvida que desde la base de Manta partieron los aviones que bombardearon el campamento del guerrillero colombiano Raúl Reyes en territorio ecuatoriano, y Chávez está ofendido porque Uribe lo acusa de venderle armas a las FARC.
Después están los países que recibieron a Uribe pero criticaron duramente su decisión. En este grupo se inscriben Argentina y Bolivia, con el agregado de que Bolivia acaba de aprobar una Constitución que prohíbe expresamente el despliegue de militares extranjeros en el país.
Después está el grupo de presidentes al que le preocupa y/o está en desacuerdo con la decisión de Uribe, pero que reconocieron el derecho de Colombia, y por consiguiente de Uribe, a tomarla. Ahí se anotaron, con matices, Lula, Lugo y Bachelet.
Después está el bloque abiertamente proestadounidense que integran Colombia y Perú.
Should I stay or should I go?
El tema de las bases no sólo polariza y mina el proceso de integración latinoamericana, sino que también empioja la relación con Estados Unidos. Si prevalece la impresión de que Obama es lo mismo que Bush pero en ropaje de cordero, entonces “el nuevo comienzo” ha llegado a un abrupto final.
El problema es que Sudamérica no parece capaz de resolver por sí misma los dos temas que preocupan y ocupan a sus presidentes. No pueden hacer revertir la decisión de Uribe porque no están unidos. Y no pueden voltear la dictadura hondureña porque aun unidos no tienen suficiente fuerza para imponer su voluntad más allá del Canal de Panamá.
Entonces miran al norte. Para que haga en Honduras y para que no haga en Colombia. Para que se quede y para que se vaya. Y Obama contesta:
Should I stay or should I go?
Sí, claro que es una chicana. Muchos estadounidenses lo pensarán, pero Obama sabe que “should I stay or should I go” es una chicana. La canción fue escrita en los ’80, en los albores de la globalización. Hoy todo fluye, nadie se queda ni se va. Además no se trata de irse o quedarse, nunca se trató de eso, sino de hacer lo correcto, tanto en Honduras como en Colombia. Obama lo sabe, lo tiene que saber, por eso la media sonrisa.
Pero lo importante es que contestó, que se tomó un tiempito entre la crisis económica, la reforma de salud, Sotomayor y la hazaña en Norcorea para acusar recibo de los reclamos sudamericanos. Y que lo hizo sin prepotencia, con un toque de humor, firme en Colombia pero flexible en Honduras, dispuesto a hacer concesiones. Dijo, por primera vez, que Estados Unidos apoya la restitución de Zelaya y no sólo la “continuidad institucional” en ese país, como venían diciendo sus voceros, como si hubiera espacio para la diferencia.
Should I stay or should I go?
Chacho Alvarez, presidente de la comisión de representantes permanentes del Mercosur, opina “stay” en Honduras y “go” en Colombia.
Dice que el tema de las bases hay que tratarlo puertas adentro, en el marco del bloque regional Unasur, para buscar un consenso que eventualmente lleve a Uribe a cambiar de decisión. “Trae problemas para la consolidación de Unasur, hace irreconciliable el conflicto entre Colombia y Venezuela, no es bueno para la construcción de Sudamérica,” señaló el ex vicepresidente argentino.
En cambio, el tema Honduras hay que llevárselo a Estados Unidos por vía de la Organización de Estados Americanos, dice Alvarez, como una forma de ejercer presión para que Washington asfixie al régimen golpista si fracasa el plan Arias. “Hay que insistir con que Estados Unidos debe presionar. Hay que plantear con fuerza que el nuevo comienzo que prometió Obama no puede nacer con Estados Unidos siendo ambiguo.”
Sudamérica tampoco puede quedarse en la ambigüedad, contesta Obama, como si lo hubiera escuchado.
That’s why you’ve go to let me know (por eso tienes que decir)... should I stay or should I go?
¿Bailamos?
Publicado en Página/12 el 9 de agosto de 2009
Imagen: EFE
Imagen: EFE
El rebote de la columna sobre honduras
A raiz de un eror en la web de Página/12 donde la nota "Made in Wshington" (entrada del 10 de agosto de 2009) figuraba sin nombre, la columna de Santiago fue levantada sin firma en el principal diario golpista de honduras, como una cita del diario español El Mundo. Esta información nos llega a través del siguiente mail que contiene también el link para leer la nota tal como fue publicada en honduras y las 93 respuestas de los lectores de ese diario.:+/- Ver mas...
Estimado O’Donnell:
Soy lector de Pág 12 (aunque algo intermitente) pero tomé
conocimiento de su nota "Made in Washington" a través de un
diario hondureño: “El Heraldo”. Para no caer en un largo relato
sobre el propósito de este email dirigido usted, copio abajo
unos textos que me motivaron tanto su nota como el uso que de
ella hicieron los responsables de la redacción del pro-golpista
“El Heraldo”, al cual vengo leyendo desde principios de julio
del 2009, al sólo fin de seguir la evolución de la lucha del
pueblo de Honduras.
Comienzo por estos comentarios:
1. Cuanto menos estoy sorprendido! Esta nota que El Heraldo
presenta, por cierto que de modo ambiguo, como si hubiera sido
publicada por el "El Mundo" de España, es en verdad un
artículo que firmara Santiago O'Donnell. Titulado "Made in
Washington", fue publicado el 26/07/2009 en el diario Página12,
de Buenos Aires, en su sección internacional denominada "El
Mundo". ¿Error o manipulación mediática?
2. Ampliación de mi comentario anterior. La “Cronología de los
hechos” que aparece al pie de la nota es un contenido que no
pertenece al original de Santiago O’Donnell, fue agregado por
“El Heraldo”. Personalmente, me ha llamado la atención que no
se cite la fuente:
Made in Washington
¿Promoviendo una confusión deliberada?
Luego envié por e-mail estos 2 comentarios a una de las pocas
radios que se oponen al golpe cívico-militar en Honduras
(http://radioprogresohn.com/):
MENSAJE 1:
Estimados Radio Progreso, les escribo desde Buenos Aires,
Argentina.
Hoy he leído en el “El Heraldo” de Honduras la nota titulada
“Crisis hondureña inicia tiempo de descuento”. Envié los dos
comentarios que transcribí arriba a la columna de lectores de
“El Heraldo” que, como presumía, no fueron publicados. Quizá
les interese a ustedes difundirlos a través de Radio Progreso.
La nota publicada en Honduras está en:
Crisis hondureña inicia tiempo de descuento
Saludos
ArgentinoPorVida
¡Viva la lucha de Resistencia del pueblo de honduras!
¡Abajo Goriletti & Cía!
MENSAJE 2:
Completo mi mensaje anterior con el asunto “¿Manipulación
mediática?”
Se trata de una interpretación personal, sobre la
intencionalidad de “El Heraldo”.
Como se sabe el diario “El Mundo” de España responde a la línea
del ex-presidente Aznar, para nada progresista. Sí lo es
“Página 12” de Buenos Aires.
Atribuir esa línea de pensamiento (de tinte “izquierdista”) a
la opinión española y, más aún, a un diario de derecha,
significa embarrarle anticipadamente la cancha (en el
imaginario vacilante de los sectores medios y medios-altos
hondureños) al viaje y la gestión en Centroamérica de la
vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de
la Vega.
O sea, el propósito de esa manipulación del Heraldo - para mí
- ha sido desacreditar anticipadamente cualquier intento de
mediación o pronunciamiento contrario al golpe que pueda hacer
la vicepresidenta española, colgándole la “etiqueta
izquierdista”, esta vez ya no “chavista”, o “castrista” sino
genuinamente española. Vale la pena darse una vuelta por los
comentarios que suscitó la nota entre algunos lectores, para
constatar que la maniobra de “El Heraldo” cumplió con su
objetivo.
Saludos
ArgentinoPorVida
=====================
Estimado O’Donnell, quizá usted ya conozca esto que acabo de
contarle, no obstante mucho le agradeceré un acuse de recibo de
este mensaje.
En un par de oportunidades anteriores le he escrito a otros
columnistas de Pág, pero no me dieron ningún aviso de
recepción. Esta vez me gustaría tenerlo.
Muy buena su nota!
Saludos cordiales,
Lucho del Abasto
Soy lector de Pág 12 (aunque algo intermitente) pero tomé
conocimiento de su nota "Made in Washington" a través de un
diario hondureño: “El Heraldo”. Para no caer en un largo relato
sobre el propósito de este email dirigido usted, copio abajo
unos textos que me motivaron tanto su nota como el uso que de
ella hicieron los responsables de la redacción del pro-golpista
“El Heraldo”, al cual vengo leyendo desde principios de julio
del 2009, al sólo fin de seguir la evolución de la lucha del
pueblo de Honduras.
Comienzo por estos comentarios:
1. Cuanto menos estoy sorprendido! Esta nota que El Heraldo
presenta, por cierto que de modo ambiguo, como si hubiera sido
publicada por el "El Mundo" de España, es en verdad un
artículo que firmara Santiago O'Donnell. Titulado "Made in
Washington", fue publicado el 26/07/2009 en el diario Página12,
de Buenos Aires, en su sección internacional denominada "El
Mundo". ¿Error o manipulación mediática?
2. Ampliación de mi comentario anterior. La “Cronología de los
hechos” que aparece al pie de la nota es un contenido que no
pertenece al original de Santiago O’Donnell, fue agregado por
“El Heraldo”. Personalmente, me ha llamado la atención que no
se cite la fuente:
Made in Washington
¿Promoviendo una confusión deliberada?
Luego envié por e-mail estos 2 comentarios a una de las pocas
radios que se oponen al golpe cívico-militar en Honduras
(http://radioprogresohn.com/):
MENSAJE 1:
Estimados Radio Progreso, les escribo desde Buenos Aires,
Argentina.
Hoy he leído en el “El Heraldo” de Honduras la nota titulada
“Crisis hondureña inicia tiempo de descuento”. Envié los dos
comentarios que transcribí arriba a la columna de lectores de
“El Heraldo” que, como presumía, no fueron publicados. Quizá
les interese a ustedes difundirlos a través de Radio Progreso.
La nota publicada en Honduras está en:
Crisis hondureña inicia tiempo de descuento
Saludos
ArgentinoPorVida
¡Viva la lucha de Resistencia del pueblo de honduras!
¡Abajo Goriletti & Cía!
MENSAJE 2:
Completo mi mensaje anterior con el asunto “¿Manipulación
mediática?”
Se trata de una interpretación personal, sobre la
intencionalidad de “El Heraldo”.
Como se sabe el diario “El Mundo” de España responde a la línea
del ex-presidente Aznar, para nada progresista. Sí lo es
“Página 12” de Buenos Aires.
Atribuir esa línea de pensamiento (de tinte “izquierdista”) a
la opinión española y, más aún, a un diario de derecha,
significa embarrarle anticipadamente la cancha (en el
imaginario vacilante de los sectores medios y medios-altos
hondureños) al viaje y la gestión en Centroamérica de la
vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de
la Vega.
O sea, el propósito de esa manipulación del Heraldo - para mí
- ha sido desacreditar anticipadamente cualquier intento de
mediación o pronunciamiento contrario al golpe que pueda hacer
la vicepresidenta española, colgándole la “etiqueta
izquierdista”, esta vez ya no “chavista”, o “castrista” sino
genuinamente española. Vale la pena darse una vuelta por los
comentarios que suscitó la nota entre algunos lectores, para
constatar que la maniobra de “El Heraldo” cumplió con su
objetivo.
Saludos
ArgentinoPorVida
=====================
Estimado O’Donnell, quizá usted ya conozca esto que acabo de
contarle, no obstante mucho le agradeceré un acuse de recibo de
este mensaje.
En un par de oportunidades anteriores le he escrito a otros
columnistas de Pág, pero no me dieron ningún aviso de
recepción. Esta vez me gustaría tenerlo.
Muy buena su nota!
Saludos cordiales,
Lucho del Abasto
lunes, 10 de agosto de 2009
Dictadura posbananera - por Santiago O’Donnell
Malas noticias. En Washington, la sensación es que el tema Honduras ya fue. Se cayó de los diarios, salió del Capitolio, ni siquiera es prioritario en Foggy Bottom, sede del Departamento de Estado, donde la nueva alianza estratégica con China ocupa la atención de sus principales figuras. Los mismos diplomáticos latinoamericanos que ayer hacían campaña en favor del presidente depuesto, Mel Zelaya, hoy están ocupados con reuniones multilaterales por la crisis financiera mundial.+/- Ver mas...
En la OEA se discute la formación de una eventual comisión verificadora para viajar a Honduras, pero nadie hace mucho para forzar el acuerdo por verificar. El viernes se suspendió una reunión para tratar el tema sin la presencia de ningún presidente, ningún canciller, salvo la de Honduras, Patricia Roda.
En la reunión, la canciller de Zelaya iba a pedir que se apliquen sanciones comerciales contra el régimen golpista, pero las cámaras empresariales de los países centroamericanos han hecho saber que la interrupción del comercio entre Estados Unidos y Honduras desestabilizaría a toda la región. Con eso alcanzó para frenar cualquier movida en ese sentido.
Pasó la tormenta y la dictadura hondureña se mantiene en pie. Estados Unidos ya jugó sus fichas. El martes suspendió las visas diplomáticas, esto es la inmunidad diplomática en Estados Unidos, a cuatro de los líderes del golpe. Antes había logrado quebrar la cadena de mando en las fuerzas armadas hondureñas al hacer firmar a un grupo de coroneles una carta de adhesión a la salida negociada que propicia Washington, el llamado plan Arias.
No fue suficiente para voltear a la dictadura hondureña, pero Washington tampoco hará mucho más. El Departamento de Estado no quiere que siga el gobierno de facto que encabeza Roberto Micheletti pero tampoco quiere que vuelva con plenos poderes Zelaya, el presidente derrocado el 28 de junio por un golpe cívico-militar.
Zelaya se quedó en la frontera, jugando el rol de héroe en el exilio, sin generar ni por asomo la capacidad de movilización suficiente como para emprender una vuelta triunfal. Con un millón, medio millón, cien mil fieles, otra sería la historia. Pero en su campamento no pudo juntar más de mil quinientos.
Si vuelve sin el poder de las masas y sin acuerdo, Zelaya sabe que lo meten preso y se hacen un gran espectáculo con su juicio político. Si vuelve sin masas pero con acuerdo político, Zelaya sabe que los “verificadores” del acuerdo puestos por Washington le estarán encima para que renuncie y/o llame a elecciones no bien pise el palacio presidencial. Como no le interesa convertirse en un mártir ni tampoco en una marioneta, se queda en la frontera.
Si no consigue volver por las suyas, el futuro político de Zelaya se hace cuesta arriba. Las candidaturas para las elecciones presidenciales del próximo diciembre ya están cerradas y ningún postulante lo representa. Las siguientes elecciones nacionales son dentro de cuatro años porque la constitución hondureña no contempla comicios de mitad de término. Estas limitaciones legales dificultan la gestación y supervivencia de una fuerza de centroizquierda que le permita a Zelaya mantener su presencia en la arena política.
En todo caso, Estados Unidos no quiere correr riesgos. Según contó una fuente con acceso permanente a los negociadores de ese país, ellos están convencidos de que si vuelve Zelaya al poder no vuelve sólo para quedarse cuatro meses. Dicen que si vuelve intentará cualquier trampa para estirar su mandato. Así se refieren a la “encuesta” que había hecho Zelaya para cambiar la Constitución. Como los plebiscitos sobre el tema estaban prohibidísimos, llamó a una “encuesta”, que en este caso es lo mismo que un “plebiscito”, pero con distinto nombre. Esa “encuesta” fue el argumento que dieron los golpistas para dar el golpe.
Por eso el Departamento de Estado quiere sacarse de encima el papelón que les representa la dictadura posbananera de Micheletti, pero no para entregarle el mando a Zelaya, sino para imponer un gobierno de transición que llame a elecciones lo antes posible.
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela pasan por un buen momento. Así lo reflejan las declaraciones del canciller venezolano Nicolás Maduro de esta semana valorando la decisión de la cancillería estadounidense de cancelar las visas de los golpistas hondureños. Pero, aunque la crisis hondureña generó espacios de consenso que derivaron en un acercamiento, las diferencias ideológicas persisten y la rivalidad se mantiene en pie.
Quedó claro esta semana que la administración Obama quiere dos cosas. Por un lado, preservar el orden constitucional en los países de la región. Por el otro, frenar la expansión del chavismo. Pero también quedó claro que, a la hora de elegir, lo segundo resultó más prioritario que lo primero. “El objetivo estratégico básico de Estados Unidos en América latina es evitar la ampliación de la zona de influencia chavista”, precisa la fuente.
Micheletti resiste pero a costa de un nivel de represión, digamos llamativo, coartando la libertad de expresión, reunión y libre circulación de millones de hondureños. Tal como vienen registrando las distintas misiones de organismos de derechos humanos que han visitado el país después del golpe, lo hace a través de acciones de brutalidad policial en las calles y con clausuras y detenciones arbitrarias, llegando al extremo de asesinar manifestantes para apagar focos de protesta.
Se trata de un cuadro insostenible en el tiempo. Más tarde que temprano el régimen tendrá que abrirse a una “democratización” y la figuras más identificadas con el golpe tendrán que dar un heroico paso al costado, allanando el camino para el famoso “gobierno de unidad nacional”.
Sin embargo, hasta ahora la dictadura ha sido incapaz de siquiera intentar algo semejante. Micheletti sigue teniendo las horas contadas, pero los golpistas han demostrado que no van a entregar la cabeza de su líder a cambio de nada, sólo para atender exigencias de la comunidad internacional.
Por eso juegan a estirar los tiempos, paseando la propuesta de Arias por distintas comisiones del Congreso, simulando una prolijidad institucional que brilló por su ausencia en la burda maniobra militar que terminó con el destierro forzado del presidente.
Los golpistas ya no les responden a sus patrones. Treinta años de lecciones de Washington sobre cómo combatir la amenaza comunista pudieron más que las tibias reprimendas de Hillary Clinton, llamando a “todas las partes” a respetar los mecanismos de la Carta Magna hondureña.
A esta altura de los acontecimientos, hay que decirlo, hay que gritarlo, al presidente de Honduras lo sacaron de su casa en pijamas y a punta de pistola. Se lo llevaron sin una orden de detención firmada por un juez, o sea lo secuestraron. Lo subieron a un avión y lo mandaron a Costa Rica. Lo echaron como a un perro. Al día siguiente le mintieron a todo el pueblo hondureño al presentar una carta de renuncia trucha, con firma falsificada, que ni siquiera estaba fechada en el día correcto. Tres días más tarde lo acusaron de crímenes con penas de hasta veinte años de cárcel. Después lo amenazaron con un “baño de sangre” si volvía para defenderse de las acusaciones. En secuencia cronológica secuestraron, echaron, renunciaron, acusaron y amenazaron al presidente de Honduras.
Lo que pasó no es anecdótico. No se arregla comprando constitucionalistas para que digan que no hubo golpe porque salvo el Ejecutivo, se mantienen intactos los demás poderes del estado. Acá no es cuestión de Zelaya sí, Zelaya no, Chávez sí, Chávez no. Sacaron a su presidente en pijamas. Hasta un asesino serial y violador de niños, cuando lo vienen a buscar, tiene derecho a llamar a su abogado. Y la pena de destierro se abolió en el medioevo.
El desenlace que se perfila, en cualquiera de sus variantes, representa un fuerte retroceso para las democracias en la región y una seria amenaza para la estabilidad de sus sistemas políticos. Hace dos años ni el más afiebrado conspirador imaginaba un golpe militar en América latina.
Hoy, bajo determinadas circunstancias, tomando las precauciones del caso, todas las opciones vuelven a estar sobre la mesa. Ya lo saben los autonomistas bolivianos, los magnates bananeros de Guatemala y Ecuador, los oviedistas paraguayos, los discípulos de D’Aubisson en El Salvador, los ex contras nicaragüenses, los fedecamaristas venezolanos y los hacendados piqueteros de Argentina.
Obama y Hillary parecen subestimar el peligro que estas fuerzas representan. Sería un error de cálculo demasiado costoso.
En la reunión, la canciller de Zelaya iba a pedir que se apliquen sanciones comerciales contra el régimen golpista, pero las cámaras empresariales de los países centroamericanos han hecho saber que la interrupción del comercio entre Estados Unidos y Honduras desestabilizaría a toda la región. Con eso alcanzó para frenar cualquier movida en ese sentido.
Pasó la tormenta y la dictadura hondureña se mantiene en pie. Estados Unidos ya jugó sus fichas. El martes suspendió las visas diplomáticas, esto es la inmunidad diplomática en Estados Unidos, a cuatro de los líderes del golpe. Antes había logrado quebrar la cadena de mando en las fuerzas armadas hondureñas al hacer firmar a un grupo de coroneles una carta de adhesión a la salida negociada que propicia Washington, el llamado plan Arias.
No fue suficiente para voltear a la dictadura hondureña, pero Washington tampoco hará mucho más. El Departamento de Estado no quiere que siga el gobierno de facto que encabeza Roberto Micheletti pero tampoco quiere que vuelva con plenos poderes Zelaya, el presidente derrocado el 28 de junio por un golpe cívico-militar.
Zelaya se quedó en la frontera, jugando el rol de héroe en el exilio, sin generar ni por asomo la capacidad de movilización suficiente como para emprender una vuelta triunfal. Con un millón, medio millón, cien mil fieles, otra sería la historia. Pero en su campamento no pudo juntar más de mil quinientos.
Si vuelve sin el poder de las masas y sin acuerdo, Zelaya sabe que lo meten preso y se hacen un gran espectáculo con su juicio político. Si vuelve sin masas pero con acuerdo político, Zelaya sabe que los “verificadores” del acuerdo puestos por Washington le estarán encima para que renuncie y/o llame a elecciones no bien pise el palacio presidencial. Como no le interesa convertirse en un mártir ni tampoco en una marioneta, se queda en la frontera.
Si no consigue volver por las suyas, el futuro político de Zelaya se hace cuesta arriba. Las candidaturas para las elecciones presidenciales del próximo diciembre ya están cerradas y ningún postulante lo representa. Las siguientes elecciones nacionales son dentro de cuatro años porque la constitución hondureña no contempla comicios de mitad de término. Estas limitaciones legales dificultan la gestación y supervivencia de una fuerza de centroizquierda que le permita a Zelaya mantener su presencia en la arena política.
En todo caso, Estados Unidos no quiere correr riesgos. Según contó una fuente con acceso permanente a los negociadores de ese país, ellos están convencidos de que si vuelve Zelaya al poder no vuelve sólo para quedarse cuatro meses. Dicen que si vuelve intentará cualquier trampa para estirar su mandato. Así se refieren a la “encuesta” que había hecho Zelaya para cambiar la Constitución. Como los plebiscitos sobre el tema estaban prohibidísimos, llamó a una “encuesta”, que en este caso es lo mismo que un “plebiscito”, pero con distinto nombre. Esa “encuesta” fue el argumento que dieron los golpistas para dar el golpe.
Por eso el Departamento de Estado quiere sacarse de encima el papelón que les representa la dictadura posbananera de Micheletti, pero no para entregarle el mando a Zelaya, sino para imponer un gobierno de transición que llame a elecciones lo antes posible.
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela pasan por un buen momento. Así lo reflejan las declaraciones del canciller venezolano Nicolás Maduro de esta semana valorando la decisión de la cancillería estadounidense de cancelar las visas de los golpistas hondureños. Pero, aunque la crisis hondureña generó espacios de consenso que derivaron en un acercamiento, las diferencias ideológicas persisten y la rivalidad se mantiene en pie.
Quedó claro esta semana que la administración Obama quiere dos cosas. Por un lado, preservar el orden constitucional en los países de la región. Por el otro, frenar la expansión del chavismo. Pero también quedó claro que, a la hora de elegir, lo segundo resultó más prioritario que lo primero. “El objetivo estratégico básico de Estados Unidos en América latina es evitar la ampliación de la zona de influencia chavista”, precisa la fuente.
Micheletti resiste pero a costa de un nivel de represión, digamos llamativo, coartando la libertad de expresión, reunión y libre circulación de millones de hondureños. Tal como vienen registrando las distintas misiones de organismos de derechos humanos que han visitado el país después del golpe, lo hace a través de acciones de brutalidad policial en las calles y con clausuras y detenciones arbitrarias, llegando al extremo de asesinar manifestantes para apagar focos de protesta.
Se trata de un cuadro insostenible en el tiempo. Más tarde que temprano el régimen tendrá que abrirse a una “democratización” y la figuras más identificadas con el golpe tendrán que dar un heroico paso al costado, allanando el camino para el famoso “gobierno de unidad nacional”.
Sin embargo, hasta ahora la dictadura ha sido incapaz de siquiera intentar algo semejante. Micheletti sigue teniendo las horas contadas, pero los golpistas han demostrado que no van a entregar la cabeza de su líder a cambio de nada, sólo para atender exigencias de la comunidad internacional.
Por eso juegan a estirar los tiempos, paseando la propuesta de Arias por distintas comisiones del Congreso, simulando una prolijidad institucional que brilló por su ausencia en la burda maniobra militar que terminó con el destierro forzado del presidente.
Los golpistas ya no les responden a sus patrones. Treinta años de lecciones de Washington sobre cómo combatir la amenaza comunista pudieron más que las tibias reprimendas de Hillary Clinton, llamando a “todas las partes” a respetar los mecanismos de la Carta Magna hondureña.
A esta altura de los acontecimientos, hay que decirlo, hay que gritarlo, al presidente de Honduras lo sacaron de su casa en pijamas y a punta de pistola. Se lo llevaron sin una orden de detención firmada por un juez, o sea lo secuestraron. Lo subieron a un avión y lo mandaron a Costa Rica. Lo echaron como a un perro. Al día siguiente le mintieron a todo el pueblo hondureño al presentar una carta de renuncia trucha, con firma falsificada, que ni siquiera estaba fechada en el día correcto. Tres días más tarde lo acusaron de crímenes con penas de hasta veinte años de cárcel. Después lo amenazaron con un “baño de sangre” si volvía para defenderse de las acusaciones. En secuencia cronológica secuestraron, echaron, renunciaron, acusaron y amenazaron al presidente de Honduras.
Lo que pasó no es anecdótico. No se arregla comprando constitucionalistas para que digan que no hubo golpe porque salvo el Ejecutivo, se mantienen intactos los demás poderes del estado. Acá no es cuestión de Zelaya sí, Zelaya no, Chávez sí, Chávez no. Sacaron a su presidente en pijamas. Hasta un asesino serial y violador de niños, cuando lo vienen a buscar, tiene derecho a llamar a su abogado. Y la pena de destierro se abolió en el medioevo.
El desenlace que se perfila, en cualquiera de sus variantes, representa un fuerte retroceso para las democracias en la región y una seria amenaza para la estabilidad de sus sistemas políticos. Hace dos años ni el más afiebrado conspirador imaginaba un golpe militar en América latina.
Hoy, bajo determinadas circunstancias, tomando las precauciones del caso, todas las opciones vuelven a estar sobre la mesa. Ya lo saben los autonomistas bolivianos, los magnates bananeros de Guatemala y Ecuador, los oviedistas paraguayos, los discípulos de D’Aubisson en El Salvador, los ex contras nicaragüenses, los fedecamaristas venezolanos y los hacendados piqueteros de Argentina.
Obama y Hillary parecen subestimar el peligro que estas fuerzas representan. Sería un error de cálculo demasiado costoso.
Publicado en Página/12 el 02/08/09
Imagen: EFE
Imagen: EFE
Derecho a réplica: Golpistas enojados (Ver "Made in Washington" entrada del 10/08/09)
+/- Ver mas...
Agradecere te refieras con mas respeto a mi pais, eres muy pesado. Tu forma de ver las cosas puede ser muy propia tuya, pero no te lleves de encuentro a mi pais, esta mas jodido y es mierda el tuyo, Sudaca de mierda
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Mario Israel Castañeda 28/07
Pésimo articulo. Mal informado y carece de sustento.
Tulio del Cid F. 27/07
Estimado Señor,
Solo un comentario sobre su opinion, con mucho respeto...
Las visas decomisadas son las visas tipo A, visas "diplomaticas", ellos siempre quedan con visas de turistas, visa tipo "B" . Las visas turistas o diplomaticas se quitan del todo solo cuando la persona ha cometido un acto terrorista o algun acto vinculado al narcotrafico. Estas personas no tienen ningun presedente de este tipo. Además este comportamiento era de esperarse porque EEUU no reconoce a este gobierno de Micheletti. Lo cierto es que muchos estan dspuestos a entregar sus visas en solidaridad con los verdaderos heroes que defienden la la libertad y la soberanía de ese país (así han respondido a esta noticia).Esto ya no es una amenaza, los Hondureños han demostrado que sus visas no valen más que la soberanía de su país.
La otra cosa es, que a los gringos lo que mas les interesa es la base militar de Soto Cano, y como este país pobre y pequeño se ha pronunciado con mucha valentía y sobre todo dignidad, esta dispuesto a que EEUU retire su base y se lleve sus cosas (algo que los gringos le temen mucho)
Las cosas en ambos lados estan muy cerradas e inflexibles. Lo que sí le puedo decir es que mas del 80% de la población le agradece a estos "golpistas" haber salvado a Honduras de una dictadura proveniente de Chavez (esto si me consta).
Otra cosa del embajador Hugo LLorens, este señor cuando era agregado comercial de la embajada de EEUU en Honduras, Mel en ese tiempo era el encargado del FHIS (entidad donde se llevan acabo los proyectos de infraestructura y desarrollo). Pues la cosa es que se "rumora" (que conste es un rumor) que Hugo Llorens tenía una constructora en la cual Zelaya le otorgaba la mayoría de los proyectos a llevar acabo.Incuso cuando Mel quiso imponer al Magistrado de la Corte, Llorens llamo a varios funcionarios imponiendoles que siguieran las ordenes de Zelaya...me parece que este señor tenía compromisos con Zelaya, por lo menos a eso me huele.
No soy Hondureña pero si vivo aca y se muy bien como estan las cosas. Tampoco estoy de un lado o del otro. Para mayor información legítima y autentica para sus proximos comentarios le invito a que venga a este país a investigar cómo en realidad es la cosa.
Recuerde, mi comentario es nada mas una opinion de como estan las cosas aqui y de lo que se rumora.
Saludos,
Maria, de Perú
Marie Mena 28/07
Estimado Sr. ODonell,
Comece a leer su articulo pero tenia tantas hechos erroneos, que interrumpí la lectura para solicitarle que por favor investigue su información antes de intentar convertirse en otro "experto" mas sobre Honduras. Voy a señalarle algunas de las inconsistencias mas obvias:
1. Es correcto que la primera propuesta de 7 puntos de Arias fue rechazada por el equipo de Micheletti y aceptada por el equipo negociador de Zelaya, pero ocurriò todo los contrario con la segunda propuesta de 12 puntos, que según el Presidente Arias es "mas balanceada". Esta fue rechazada por Zelaya, quien declaró el intento "Fracasado", mientras que el equipo de Micheletti NO la rechazó, sino que, como es debido, la trasladó a los demás poderes del Estado de Honduras, dejando la puerta abierta para prosiguir el dialogo.
2. Su comentario sobre las clausulas "choretines" deben mas bien enfocarse en cual es la diferencia que hacen esas clausulas "choretines" para hacer que el equipo de Zelaya lo haya rechazado despues de haber aceptado la primera versión. Veamos: Uno de los elementos diferentes es que la nueva propuesta reconoce que en Honduras los otros poderes del Estado: El Legislativo y Judicial, junto con la Procuraduría General del Estado, el Ministerio Publico y el Comisionado Nacional de Derechos Humanos se han mantenido intactos, algo que no cuadra con la teoria del "Golpe de Estado". ¿Porque esto no resulta aceptable al Sr. Zelaya? Porque su intención desde un inicio ha sido disolver el Congreso Nacional, electo democraticamente mediante el sufragio universal y sustituirlo por una "Asamblea Nacional Constituyente" de su propia manufactura al más abierto estilo Chavista.
Otra diferencia notable es que la segunda propuesta establece el nuevo Presupuesto de la Nacion 2009, aprobado por el Congreso Nacional presentado por nuevo gobierno y que el Sr. Zelaya se había resistido a presentar (y eso que ya era 28 de Junio, 2009). Esto le había permitido al Sr. Zelaya manejar el erario nacional como su alcancia personal, gastando fondos necesarios para los proyectos nacionales, como la compra de medicamentos para combatir la influenza H1N1 o las reparaciones de obras de infraestructura dañadas en el terremoto 7.1 recien pasado. En vez, Zelaya usaba los fondos en su proyecto continuista.
3. ¿Porque digo proyecto continuista? Sencillamente porque esa Constitucion que Ud. trata de desacreditar. a pesar que contiene sendos capitulos dedicados a temas como los Derechos Humanos y la Reforma Agraria (Recuerdo que Zelaya es uno de los mayores terratenientes de Honduras) y reconoce distintos tipos de propiedad incluyendo la publica, privada y social, puede ser modificada en cualquiera de sus articulos excepto aquellos que protegen la separacion e independencia de los poderes del Estado, la representacion mediante el sufragio universal, y prohibe la re-eleccion presidencial o la modificacion de su periodicidad. Estos son articulos diseñados para proteger al pueblo de dictaduras, sean estas de corte militar, como las que vivimos en los 60s y 70s o de corte civil, como vive Venezuela en el Siglo 21.
4. En otras palabras, el insignificante referendum que usted hace referencia, en Honduras se puede realizar para introducir la pena capital o los derechos de los gays, pero no puede hacerse para convocar una Asamblea Nacional Constituyente, que por su misma naturaleza, destruye la Constitución, porque Nadie esta por encima de la ley. La acción de Zelaya de intentar defenestrar la Constitucion y los poderes del Estado lo convierten a El en el Golpista, y no al reves. Le sugiero consulte un Abogado Constitucionalista para que le explique este punto.
5. Todo el analisis que Ud hace respecto al Sr. Llorens, me parece bien, pero recuerde que la estructura de poder con la cual el Sr. Llorens se identificó no fue la de los democratas del pais que protegieron a la poblacion del proyecto continuista de Zelaya, sino con la del Golpista Mel Zelaya que deseaba establecer su poder dictatorial en nuestra nación. Esta relación entre Llorens y Zelaya viene desde el Huracan Mitch que nos dañó en 1998.
6. Finalmente, quiero señalarle que el problema que tenemos la mayoria de hondureños que hemos salido a las calles para manifestar el no retorno de Zelaya se debe a la clausula de Anmistia. Ud tiene razón al señalar que en el pasado se ha roto la Constitucion y las leyes, y el pueblo se ha quedado en sus casa lamentando la impunidad. Ahora nos hemos levantado ya cansados de tanta impunidad y hemos agarrado al Presidente más corrupto en nuestra historia con las manos en la masa, no pensamos ceder hasta que establezcamos un precedente historico que le de un mejor futuro a nuestros hijos que puedan vivir en una patria digna y libre de corrupcion.
Bueno, Sr. ODonnell, para que continuar? No cometa el error de comparar las instituciones Hondureñas con las Argentinas. Ustedes tienen su historia y nosotros la nuestra y ambas son muy distintas.
Atentamente,
Un ciudadano comun de Honduras.
Jorge Gallardo Rius 29/07
Respuesta:
estimado ciudadano común,
en primer lugar quisiera decirle que no hace falta agraviarme o tratarme de ignorante como usted hace en su primer párrafo, para defender una posición contraria o disonante con la que presento en mi coluna, cosa que ud. hace muy bien a continuación. me llama la atención que me recomiende hablar con un constitucionalista mientas niega lo obvio: que al presidente electo por los guatemaltecos lo sacaron de su casa en pijamas y lo echaron del país. me parece que estas disquiciciones sobre si honduras encaja o no en el molde clásico de los gopes de estado de los 50 y los 60 los lleva al autoengaño acerca de la inadmisibilidad sobre el método empleado. Es precisamente el método empleado lo que vuelve abstracto toda discusión sobre si el presidente zelaya habría cometido delitos o si habría violado la constitución. me parece que el fervor patriótico que envuelve a los sectores golpistas, entre los cuales lo incluyo, "ciudadano común", no le permite ver que cometieron un error. apuestan a mantener a zelaya fuera del pais hasta las elecciones, pero los niveles de represión que tal gesta demanda, incluyendo limitaciones inéditas
para la circulación de ciudadanos honsdureños, vuelva tal gesta inviable a los ojos de la comunidad internacional. le propongo reflexionar sobre las posibles consecuencias de esta aventura revanchista mal disfrazada de gesta patriótica, a contrameno de toda la comunidad internacional.
atentamente,
santiago oonnell
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Mario Israel Castañeda 28/07
Pésimo articulo. Mal informado y carece de sustento.
Tulio del Cid F. 27/07
Estimado Señor,
Solo un comentario sobre su opinion, con mucho respeto...
Las visas decomisadas son las visas tipo A, visas "diplomaticas", ellos siempre quedan con visas de turistas, visa tipo "B" . Las visas turistas o diplomaticas se quitan del todo solo cuando la persona ha cometido un acto terrorista o algun acto vinculado al narcotrafico. Estas personas no tienen ningun presedente de este tipo. Además este comportamiento era de esperarse porque EEUU no reconoce a este gobierno de Micheletti. Lo cierto es que muchos estan dspuestos a entregar sus visas en solidaridad con los verdaderos heroes que defienden la la libertad y la soberanía de ese país (así han respondido a esta noticia).Esto ya no es una amenaza, los Hondureños han demostrado que sus visas no valen más que la soberanía de su país.
La otra cosa es, que a los gringos lo que mas les interesa es la base militar de Soto Cano, y como este país pobre y pequeño se ha pronunciado con mucha valentía y sobre todo dignidad, esta dispuesto a que EEUU retire su base y se lleve sus cosas (algo que los gringos le temen mucho)
Las cosas en ambos lados estan muy cerradas e inflexibles. Lo que sí le puedo decir es que mas del 80% de la población le agradece a estos "golpistas" haber salvado a Honduras de una dictadura proveniente de Chavez (esto si me consta).
Otra cosa del embajador Hugo LLorens, este señor cuando era agregado comercial de la embajada de EEUU en Honduras, Mel en ese tiempo era el encargado del FHIS (entidad donde se llevan acabo los proyectos de infraestructura y desarrollo). Pues la cosa es que se "rumora" (que conste es un rumor) que Hugo Llorens tenía una constructora en la cual Zelaya le otorgaba la mayoría de los proyectos a llevar acabo.Incuso cuando Mel quiso imponer al Magistrado de la Corte, Llorens llamo a varios funcionarios imponiendoles que siguieran las ordenes de Zelaya...me parece que este señor tenía compromisos con Zelaya, por lo menos a eso me huele.
No soy Hondureña pero si vivo aca y se muy bien como estan las cosas. Tampoco estoy de un lado o del otro. Para mayor información legítima y autentica para sus proximos comentarios le invito a que venga a este país a investigar cómo en realidad es la cosa.
Recuerde, mi comentario es nada mas una opinion de como estan las cosas aqui y de lo que se rumora.
Saludos,
Maria, de Perú
Marie Mena 28/07
Estimado Sr. ODonell,
Comece a leer su articulo pero tenia tantas hechos erroneos, que interrumpí la lectura para solicitarle que por favor investigue su información antes de intentar convertirse en otro "experto" mas sobre Honduras. Voy a señalarle algunas de las inconsistencias mas obvias:
1. Es correcto que la primera propuesta de 7 puntos de Arias fue rechazada por el equipo de Micheletti y aceptada por el equipo negociador de Zelaya, pero ocurriò todo los contrario con la segunda propuesta de 12 puntos, que según el Presidente Arias es "mas balanceada". Esta fue rechazada por Zelaya, quien declaró el intento "Fracasado", mientras que el equipo de Micheletti NO la rechazó, sino que, como es debido, la trasladó a los demás poderes del Estado de Honduras, dejando la puerta abierta para prosiguir el dialogo.
2. Su comentario sobre las clausulas "choretines" deben mas bien enfocarse en cual es la diferencia que hacen esas clausulas "choretines" para hacer que el equipo de Zelaya lo haya rechazado despues de haber aceptado la primera versión. Veamos: Uno de los elementos diferentes es que la nueva propuesta reconoce que en Honduras los otros poderes del Estado: El Legislativo y Judicial, junto con la Procuraduría General del Estado, el Ministerio Publico y el Comisionado Nacional de Derechos Humanos se han mantenido intactos, algo que no cuadra con la teoria del "Golpe de Estado". ¿Porque esto no resulta aceptable al Sr. Zelaya? Porque su intención desde un inicio ha sido disolver el Congreso Nacional, electo democraticamente mediante el sufragio universal y sustituirlo por una "Asamblea Nacional Constituyente" de su propia manufactura al más abierto estilo Chavista.
Otra diferencia notable es que la segunda propuesta establece el nuevo Presupuesto de la Nacion 2009, aprobado por el Congreso Nacional presentado por nuevo gobierno y que el Sr. Zelaya se había resistido a presentar (y eso que ya era 28 de Junio, 2009). Esto le había permitido al Sr. Zelaya manejar el erario nacional como su alcancia personal, gastando fondos necesarios para los proyectos nacionales, como la compra de medicamentos para combatir la influenza H1N1 o las reparaciones de obras de infraestructura dañadas en el terremoto 7.1 recien pasado. En vez, Zelaya usaba los fondos en su proyecto continuista.
3. ¿Porque digo proyecto continuista? Sencillamente porque esa Constitucion que Ud. trata de desacreditar. a pesar que contiene sendos capitulos dedicados a temas como los Derechos Humanos y la Reforma Agraria (Recuerdo que Zelaya es uno de los mayores terratenientes de Honduras) y reconoce distintos tipos de propiedad incluyendo la publica, privada y social, puede ser modificada en cualquiera de sus articulos excepto aquellos que protegen la separacion e independencia de los poderes del Estado, la representacion mediante el sufragio universal, y prohibe la re-eleccion presidencial o la modificacion de su periodicidad. Estos son articulos diseñados para proteger al pueblo de dictaduras, sean estas de corte militar, como las que vivimos en los 60s y 70s o de corte civil, como vive Venezuela en el Siglo 21.
4. En otras palabras, el insignificante referendum que usted hace referencia, en Honduras se puede realizar para introducir la pena capital o los derechos de los gays, pero no puede hacerse para convocar una Asamblea Nacional Constituyente, que por su misma naturaleza, destruye la Constitución, porque Nadie esta por encima de la ley. La acción de Zelaya de intentar defenestrar la Constitucion y los poderes del Estado lo convierten a El en el Golpista, y no al reves. Le sugiero consulte un Abogado Constitucionalista para que le explique este punto.
5. Todo el analisis que Ud hace respecto al Sr. Llorens, me parece bien, pero recuerde que la estructura de poder con la cual el Sr. Llorens se identificó no fue la de los democratas del pais que protegieron a la poblacion del proyecto continuista de Zelaya, sino con la del Golpista Mel Zelaya que deseaba establecer su poder dictatorial en nuestra nación. Esta relación entre Llorens y Zelaya viene desde el Huracan Mitch que nos dañó en 1998.
6. Finalmente, quiero señalarle que el problema que tenemos la mayoria de hondureños que hemos salido a las calles para manifestar el no retorno de Zelaya se debe a la clausula de Anmistia. Ud tiene razón al señalar que en el pasado se ha roto la Constitucion y las leyes, y el pueblo se ha quedado en sus casa lamentando la impunidad. Ahora nos hemos levantado ya cansados de tanta impunidad y hemos agarrado al Presidente más corrupto en nuestra historia con las manos en la masa, no pensamos ceder hasta que establezcamos un precedente historico que le de un mejor futuro a nuestros hijos que puedan vivir en una patria digna y libre de corrupcion.
Bueno, Sr. ODonnell, para que continuar? No cometa el error de comparar las instituciones Hondureñas con las Argentinas. Ustedes tienen su historia y nosotros la nuestra y ambas son muy distintas.
Atentamente,
Un ciudadano comun de Honduras.
Jorge Gallardo Rius 29/07
Respuesta:
estimado ciudadano común,
en primer lugar quisiera decirle que no hace falta agraviarme o tratarme de ignorante como usted hace en su primer párrafo, para defender una posición contraria o disonante con la que presento en mi coluna, cosa que ud. hace muy bien a continuación. me llama la atención que me recomiende hablar con un constitucionalista mientas niega lo obvio: que al presidente electo por los guatemaltecos lo sacaron de su casa en pijamas y lo echaron del país. me parece que estas disquiciciones sobre si honduras encaja o no en el molde clásico de los gopes de estado de los 50 y los 60 los lleva al autoengaño acerca de la inadmisibilidad sobre el método empleado. Es precisamente el método empleado lo que vuelve abstracto toda discusión sobre si el presidente zelaya habría cometido delitos o si habría violado la constitución. me parece que el fervor patriótico que envuelve a los sectores golpistas, entre los cuales lo incluyo, "ciudadano común", no le permite ver que cometieron un error. apuestan a mantener a zelaya fuera del pais hasta las elecciones, pero los niveles de represión que tal gesta demanda, incluyendo limitaciones inéditas
para la circulación de ciudadanos honsdureños, vuelva tal gesta inviable a los ojos de la comunidad internacional. le propongo reflexionar sobre las posibles consecuencias de esta aventura revanchista mal disfrazada de gesta patriótica, a contrameno de toda la comunidad internacional.
atentamente,
santiago oonnell
Vivo en Estados Unidos, a menos de 20 millas de Washington DC. Me pareció excelente tu explicación del sistema médico de Estados Unidos. Te quería agregar algunas cosas.
1. Las empresas contratan compañías de seguro médico, tal como lo decís. Pero hay un factor más, además de que tienen pocas opciones para elegir. Si la mayoría de los empleados de una empresa son muy mayores, entonces el seguro médico es más costoso para todos los empleados. Mi esposo es director de tecnología en una compañía que hace commercial property management (gerencia de propiedades comerciales?), el dueño de la compañía tiene 87 años, los CEOs tienen más de 70, entonces todos los empleados pagan mucho más de seguro médico. Mi esposo paga 600 dólares por mes para él y para mí. Ese seguro no cubre visión ni dentista.
2. Aunque se tenga seguro, siempre hay un "copayment", cuando uno va al médico paga entre 15 y 25 dólares para ver a un médico general y entre 30 y 50 para ver a un especialista. Para los análisis o estudios más complejos, el "beneficiario" paga entre un 20 y un 30% del costo. Un ejemplo: a mi esposo le están haciendo unas tomografías de pulmón cada dos meses y él tiene que pagar 300 dólares cada vez que le hacen una. O sea que el mes que tiene la tomografía paga 600 de seguro, 300 por la tomografía y 30 por ver al especialista.
3. Yo creo que no existe ninguna opción de hospital gratis. Al menos nunca nadie nos dio esa opción. Mi suegra vive con nosotros parte del año y otra parte en Venezuela, y cuando ella está en USA sólo puede usar unas clínicas que hay en zonas hispanas, que cobran entre 65 y 100 dólares la visita, si hacer ningún análisis. Cualquier análisis es extra y costoso. Ella va una clínica que se llama Doctors on Call, ellos cobran 65 dólares y le toman la presión, la pesan, le hacen unas preguntas y le recetan las pastillas que toma para la presión. Todos los análisis de colesterol, glucosa, etc, ella se los hace en Venezuela, porque acá tienen un precio imposible de pagar.
Una vez más, excelente explicación.
Saludos,
Alejandra Balestra
Estimado Santiago:
Muy bueno tu articulo del día de la fecha sobre las dificultades del gobierno de Obama para concretar la reforma del sistema sanitario. Muy clarificador también sobre como funciona la salud en los Estados Unidos.
El texto me lleva a algunas reflexiones que quisera compartir contigo.
El sistema de salud nortemaricano tiene una estructura muy similar a nuestro sistema de salud. Un gran sistema de prestaciones privados, tanto desde la cobertura médica como desde la asistencia sanitaria. Los empleadores pequeños dan seguro privado a sus empleados otros mas grandes tienen convenios capitados con medicinas pirvadas. Cuando el empledor es el estado no desaparece el ente estatal que deberia garantizar la prestacion pero terceriza en intermediarios privados que gestionan los fondos y las prestaciones. Por ejemplo en la provincia de santa fe el iapos es la obra social de los trabajadores publicos provinciales, pero este terceriza en una intermediadora llamada Acto Medico que "administra" el convenio capitado y tienen convenios para las prestaciones con sanatorios privados. Existe algo parecido al Medicare que seria el PAMI y el tema del Medicaid es mas complejo. En algunos casos lo asume directamente el estado y su red de hospitales publicos nacionales y provinciales; y en otros tambien terceriza las prestaciones. Conozco muy en detalle como funcionan este llamado "sistema mixto" porque trabaje durante tres años en una empresa de prestaciones de salud. Es decir una gestora de cápitas que a su vez cuenta con sus propios sanatorios privados. Todo queda en casa. Negocio redondo.Te cuento que después de aquella experiencia, en que como bien se muestra en el documental de Michel Moore sobre la salud yankee, se calculan segun ratios rentables las cirugias que deben realizarse y al que queda afuera se le inventa cualquier mentira, trabajo en la ong Médicos del Mundo en fortalecimiento institucional de salud publica y este mail te lo escribo desde los campamentos de refugiado saharuis donde estoy. Algunos llegan a posiciones politicas desde lo intelecutual o lo dogmatico te puedo asegurar que en mi caso ha sido la experiencia y sin entrar en un gran debate ideologico creo que en la Salud esta bastante claro que los modus operandum del capital no es bueno tenerlos cerca. Lamentablemnte no sucede asi sino que tb en nuestro país las grandes multinacionales de la salud operan (por ejemplo HMO que mencionas en tu articulo , Swiss Medical, HSBC Docthos, etc) y si asi lo hacen será porque tendran sus beneficios, no? No creo que la muy nuestra OSDE vaya contra los principos del capital y sus beneficios por trabajar en el tan romantico sector salud.....
La incognita es porque en Argentina todavia no estamos hablando de reformas en el sistema de salud ???Es cierto que se ha estatalizado el PAMI y se recuperaron las AFJP, pero un gobierno que se autodefine como progersista y estatista?(muy lejos de Hegel ,no?) que esta dando batallas duras en este camino, aerolineas es otro ejemplo pero me sorprende que de la salud ni se habla. Ni siquiera en sectores progresistas fuera del gobierno como el Proyecto Sur de Pinos Solanas que hace bandera de la recuperación de los recursos naturales y los ferrocarriles he escuchado mencionar reformas en el sistema de salud argentina.
Por que ? Quizas la clave este en los millones de pesos que son trasnferidos del sistema publico recaudador al sistema privado gestor a través de las obras sociales sindicales y sus contratos capitados con empresas privadas.
No creo que el gobierno, ni nigun sector izquierdita tuviera muchos reparos en enfrentarse llegado el caso a un Medicus o a un Swiss Médical. Pero que pasaría cuando hipoteticamente se tuviese que hablar de que el estado argentino asumiría la gestion de la salud a coste de las "cajas" de las obras sociale. Quiero decir quien estaría dispuesto a encarar una tan hablada reforma de las obras sociales y asumir el costo político que esto implicaría frente a los sindicatos????
Nuestro sistema de salud está muy lejos de llegar a ser algo de lo cual podamos estar orgullosos y no podemos negar que tambien nececitamos una reforma en vias de garantizar el derecho humano del acceso a la salud,y hacerlo mas universal y de mejores servicios. Ojala a partir de la tan famosa reforma sanitaria de Obama alguien por aqui se anime a tirar el tema arriba de la mesa.En algun momento la Federación Nacional de Salud miembro de la CTA hizo un intento sin mucha repercución mediática. Alguién recojera el guante??
Un abrazo grande, siempre desde donde este es un placer leer los domingos el pagina 12 en la web !!!!
Nicolás Dotta.
su posicion es tan ideologica que le falta total mente objetividad, una pena,
felix jose garzaniti klinge
Estimado Santiago
Soy un ávido lector de tus columnas en el Página (y del resto del diario). Yo vivo en los EEUU, y Página 12 es el respirador artificial que me permite vivir en la hediondez ideológica que los americanos, nacidos e inmigrados, hemos sabido construir. (No es que haya tenido mucha opción en mi vida: vengo de Colombia, y en el momento crucial en que miraba dónde hacer mi vida, la Argentina estaba sumida en el postmenemato temprano...)
Últimamente, con las esperanzas y posibilidades abiertas por la crisis y por el fenómeno de Obama, se ha hecho relevante, por primera vez, discutir varios temas con mis amigos cercanos. Entonces desde hace un tiempo cada vez que escribes sobre los EEUU, termino leyéndolo en voz alta para mi esposa y mis amigos.
Claro, el problema es que tengo que traducir. Aún así, ellos son inteligentes y pueden seguir el discurso, pero es un desgaste. Siempre concluimos que tus columnas son una guía importantísima, justamente de las que acá no encuentra uno fácilmente.
Tú artículo de hoy, sobre la reforma de salud, nos ha tocado especialmente, y hemos soñado que esto es lo que tendrían que leer aquellos "rednecks", o algunos de ellos por lo menos (incluidas las familias de mis amigos). Entonces salió la pregunta de si esto está en inglés en alguna parte. Y nació la propuesta de que si no lo está, yo me permito prestarme como voluntario para traducirlo, incluso regularmente.
No me sorprendería si has recibido propuestas similares. Por favor dime si hay ya alguna vía, o si te intersa construirla, para que esto lo puedan leer también los yanquis.
Espero que te haya llegado este mensaje, y esperaré cualquier respuesta con ansiedad.
Muchas gracias,
--
Federico Garcia
Artistic Director
Alia Musica Pittsburgh
Distinguido Periodista - le felicito por un articulo de primerisima calidad! Adolf Obama. (Yo soy un individuo international, residente en USA, observador del mundo - y a vezes contribuyo mi comentario como mero aficionado de letras). Hay que explicar porque el proyecto del seguro medico es tan largo (dicen mas de 1000 paginas) y complicado - y por contribuye por si mismo para augmentar la desconfianza y confusion de muchos. Fijese: Contrario al lema de los "rednecks" USA no ha sido conquistado por "guns & bibles" - pero por ABOGADOS. Desde 1790 el gobierno por medio de abogados pacto "treaties" con muchas naciones indigenas - acuerdos muy detailados y conformando con todas las exigencias legalistas contemporeneas. Los interpretes generalmente tenian apellidos franceses - los hijos de "courrier du bois" - mercaderos de pieles franceses que convivieron con las tribus. (O los franceses en el norte, o los espanoles en el sur siempre habian llegado mucho antes de los Yankis). Es generalmente prerequisito de haber egresado con titulo de abogado para obrar como legislador - asi la legislacion en USA siempre sale lo mas complicado que sea posible - igual como el codigo de tributacion de impuestos que constituye una ciencia en si misma. Asi, la legislatura es una industria que siempre busca augmentar su dimension (como el "military-industrial-intelligence-financial-complex"). Esta brujeria legislativa en lo general, espanta casi todos los Yankis (menos los beneficiarios, los legisladores y sus consejeros y equipos, y los cabilderos y sus amos). Pero este juego - "game" - es premeditado - una tradicion como la corrida de torros - los torreros legislativos aparecen - el torro publico entra corriendo irritado - se pone las banderitas - lluego un juegito con el drapo rojo - y por fin - la legislacion metida al cuello publico - que se lo drague. Asi se logra que el publico mantenga la desconfianza en el gobierno y los legisladores - con el resultado de quedarse DE LO DE ANTES Y DE SIEMPRE! (Tecnicamente existe una variacion del Medicare - existe el Medicare en si - pero en muchas regiones se puede asignar su cuenta de Medicare a una aseguradora que ofrece "Medicare Advantage Plans": El Medicare paga a la aseguradora una suma - mas o menos - equivalente al costo de Medicare promedio en la region - y la aseguradora se compromete ofrecer los beneficios de Medicare y ademas pagar algun del porcentaje del gasto medico no cubierto por el Medicare. (El Medicare solamente cubre cierto porcentaje, el Medicare Advantage de las aseguradores cubre mas gastos). Y asi - los asegurados por "Medicare Advantage" estan preocupados de que pierdan estos beneficios mas completos. Por ejemplo - mi aseguradora del Medicare Advantage me llamaron urgiendo contactar mi representante para que la reforma no me quite el nivel del seguro actual. Asi - no solamente son los "rednecks" sino los ancianos que han sido intranquillizados - y eso complica el asunto. Otro problema: The desease burden - con la obesidad, las adiciones etc. EUA es un pais de muchos enfermos (mas que Europa) -y si ahora todos se van a una examinacion - no habra los medicos, enfermeras etc. (Los sin seguro y sin dinero se van a la sala del hospital publico para el districto -donde vivo un districto con 2 milliones de populacion - y el unico hospital publico es el University Hospital - con dos traumatologs por turno - y los que no llegan por ambulancia (debido a su estado) - tienen que esperar hasta 24 - veintecuatro horas en la sala de espera - en el Veterans Hospital (para problemas surgidas durante servicio en estado de guerra) - la espera en mi districto en la sala es 16 horas.) Mi nombre de escritor es: jan z. volens - importante meter la z. -
No se cuanto te pagará Página 12" por articulo, porque para mi son
"impagables"
Gracias una vez mas!!!!
Pedro Ruiz