domingo, 27 de noviembre de 2011
Caminos - Por Santiago O’Donnell
Tenemos la noticia de que Brasil formó una Comisión de la Verdad para investigar los crímenes de la dictadura. Y sabemos que esa comisión no va a meter preso a nadie porque no tiene mandato ni poder ni intención de procurar justicia, y sólo quiere averiguar lo que pasó. Hablamos con el joven funcionario del Ministerio de Justicia brasileño Marcelo Torelly, que vino a Buenos Aires a explicar todo eso a la ONG Memoria Abierta, que dirige Patricia Valdez, en el marco de un encuentro académico.
Arranca con el contexto, como para que nos quede claro que Brasil no es Argentina. Dice que la semántica social del terrorismo no fue destruida en Brasil. Que hubo una migración de las elites políticas del poder autoritario al poder democrático. Que hubo una continuidad jurídica entre la legalidad autoritaria y la legalidad democrática.+/- Ver mas...
viernes, 25 de noviembre de 2011
Autitos chocadores (Mensajes sobre "Siria")
Tu nota sobre Siria. es absolutamente una mierda. por q no te pones a escribir sobre autitos chocadores.
no sabes un carajo de lo que pasa y además opinas como si supieras. la verdad es q escribis para el orto de politica internaciona.
falta q digas q Bashir al Assad es buena persona, sos de apio.!
saludos
Pablo Rubin
Me encantó! Gracias
Beso
Victoria
Hola Santiago,
Gracias por la nota titulada Siria.
Tu forma de plantear la ambigüedad con la que se nos presenta la información de lo que ocurre en Siria, a mí me aclara. Quizás porque te sigo y me da confianza tu punto de vista.
Estuve en Siria hace un par de años. El pueblo era tranquilo, solidario y contento. En ese momento ocurría la operación israelí Plomo Fundido y en Damasco nos unimos con mis hijos a las marchas por Gaza. Fue el puntapié inicial para que me decidiera a ser voluntaria en Palestina. Trabajo en con el Jordan Valley Solidarity Campaign. En este momento estoy en Argentina y el día 6 de diciembre me invitaron a la Embajada Palestina en BsAs para que comparta mi experiencia.
Me fui por las ramas. Sólo agradecerte la nota.
Gracias!
maria
no sabes un carajo de lo que pasa y además opinas como si supieras. la verdad es q escribis para el orto de politica internaciona.
falta q digas q Bashir al Assad es buena persona, sos de apio.!
saludos
Pablo Rubin
Me encantó! Gracias
Beso
Victoria
Hola Santiago,
Gracias por la nota titulada Siria.
Tu forma de plantear la ambigüedad con la que se nos presenta la información de lo que ocurre en Siria, a mí me aclara. Quizás porque te sigo y me da confianza tu punto de vista.
Estuve en Siria hace un par de años. El pueblo era tranquilo, solidario y contento. En ese momento ocurría la operación israelí Plomo Fundido y en Damasco nos unimos con mis hijos a las marchas por Gaza. Fue el puntapié inicial para que me decidiera a ser voluntaria en Palestina. Trabajo en con el Jordan Valley Solidarity Campaign. En este momento estoy en Argentina y el día 6 de diciembre me invitaron a la Embajada Palestina en BsAs para que comparta mi experiencia.
Me fui por las ramas. Sólo agradecerte la nota.
Gracias!
maria
lunes, 21 de noviembre de 2011
Siria - Por Santiago O’Donnell
Difícil de discernir la situación en Siria, pero se ve peligrosa. No es que no haya información, pero en un punto es contradictoria. En Siria no pueden entrar periodistas extranjeros y la prensa local está fuertemente controlada por el gobierno basista. Cuando eso pasa, los diarios, las radios, la tele y los portales de Internet recurren a las agencias internacionales de noticias. Las agencias tampoco pueden mandar periodistas o fotógrafos a Siria, pero igual se las arreglan para mandar crónicas y fotos todos los días, que se recortan y multiplican en el universo mediático. Pero las fotos y las crónicas hablan de países muy distintos.
Por un lado, los despachos informan todos los días que hubo seis, nueve, once muertos por enfrentamientos entre manifestantes y soldados sirios usualmente en lugares remotos o poco conocidos del país, donde la insurrección estaría muy fuerte. Así, sin nombres ni historias de vida, pero llenos de análisis sobre la brutal represión que viene ejerciendo el régimen de Bashir al Assad. Despachos fechados en Jerusalén, El Cairo o Bagdad, que citan como única fuentes a grupos cívicos sirios recientemente formados que no tienen reconocimiento a nivel internacional. Hace algunos años es probable que las agencias no hubieran dado como ciertas las versiones de los grupos cívicos sin haberlas chequeado. Pero la avidez por las noticias y la politización extrema de la agenda mediática las lleva a hacerlo y eso complica un poco las cosas.+/- Ver mas...
Por otro lado, esas mismas agencias, ante la imposibilidad de meter a sus propios fotoperiodistas dentro de territorio sirio, recurren a la agencia oficial siria para comprar u obtener imágenes de desfiles oficiales o manifestaciones pro gobierno en Damasco. Fotos de un país idílico, sin conflictos, que ama a su líder. Algo difícil de creer, pero también es cierto que las crónicas de las agencias no dan cuenta de estas movilizaciones y muestras de cariño, lo cual hace más difícil ignorarlas.
Algo parecido pasaba en Libia hasta la caída de Khadafi, pero Siria es un país mucho más importante a nivel estratégico. Es una de las grandes potencias del mundo árabe, con grandes reservas petroleras y un ejército de los más poderosos de la región, después del israelí, para no hablar de impacto de la cultura persa a nivel regional y mundial. Tiene mucha injerencia en zonas calientes como Irak, donde controla a través de la frontera el apoyo a la insurgencia y Medio Oriente, donde apoya a las facciones islamistas de Hamas y Hezbolá, los principales adversarios de Israel. Además Siria es un aliado importante de Irán en su actual estado de virtual guerra fría con Estados Unidos y la Unión Europea.
Assad gobierna desde que heredó la presidencia de su padre, Hafez, en julio del 2000. Su padre había gobernado a Siria durante tres décadas a través del partido laico Baaz, que ha sido acusado por intelectuales y artistas sirios de ejercer un fuerte control político y policial de la sociedad siria. Desde el estallido de la Primavera Arabe hay noticias de fuerte represión en Siria y no pocos auguran el fin de la era Assad. Por eso vale la pena buscar otras fuentes. Está lo que dicen los gobiernos. Está el gobierno sirio, por supuesto, que asegura que hay una campaña extranjera para alentar el terrorismo en el país y que el gobierno actúa responsablemente para controlar esta situación. Y están los gobiernos extranjeros. A diferencia de las agencias extranjeras, ellos sí tienen gente en Siria, tienen a sus espías. Tanto los gobiernos enfrentados como los amigos de Siria, todos tienen informantes y se mueven acorde con lo que saben en el escenario internacional. Hace un par de meses el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó a Siria por maltratar al embajador estadounidense durante una manifestación de la oposición. ¿Está bien que el embajador participe de una manifestación opositoria? No me parece, pero el problemita con el embajador es apenas una excusa. Lo importante es que el tema Siria entró al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el que avala y legitima las invasiones, y que China y Rusia dejaron hacer, soltándole la mano a su viejo aliado. Esa señal la entienden todos.
La semana pasada la Liga Arabe, compuesta por veintidós naciones, suspendió a Siria por una represión que ya llevaría ocho meses. Después exigió, so pena de sanciones, que se le permita ingresar a una delegación de observadores para ver qué está pasando. Assad habría aceptado.
Después, esta semana, hablaron Rusia y Estados Unidos a través de su canciller y vocero de la cancillería, respectivamente. Rusia es un país que fue muy importante y va en camino a volver a hacerlo y bajo el liderazgo de Putin busca retomar su lugar en el escenario internacional. “Esto ya se parece a una guerra civil”, dijo el canciller Sergei Lavrov cuando le preguntaron sobre un supuesto ataque del Ejército Sirio Libre (ESL) a una base de la Fuerza Aérea. El ESL estaría compuesto por soldados disidentes del ejército sirio. Al parecer gozan de las simpatías de Rusia, pero no tanto de las de Estados Unidos. Porque Larov se apuró en contestarle al vocero del Departamento de Estado norteamericano, Mark Toner. “No se trata de una guerra civil, ya que la violencia es impartida desde el Estado. El ESL le es funcional al presidente Bashir al Assad. Pedimos su inmediata disolución.” Estados Unidos mantiene una relación sinuosa con Siria. Bush lo incluyó en el Eje del Mal, después lo sacó. Obama arrancó prometiendo una política de reacercamiento (“reengagement”) con Siria, pero nunca creó un mecanismo para llevarla adelante. Después la Primavera marchitó la promesa y las relaciones se congelaron. Qué raro que Estados Unidos deje pasar una insurgencia en territorio enemigo. Se ve que los muchachos del ESL prefirieron arreglar con los rusos. Señal de los tiempos que corren.
La cosa es que si Rusia, Estados Unidos, Naciones Unidas y la Liga Arabe dicen que algo malo está “pasando en Siria”, más allá de las carencias de los servicios informativos, es dable pensar que algo malo está pasando. Protesta, terrorismo, represión, insurrección, guerra civil: algo. En un país que es mucho más poderoso que Túnez y Libia y mucho menos vulnerable que Egipto, ubicado nada menos que entre Irak y Medio Oriente, dos de los grandes polvorines que tiene el mundo en este momento. Habrá que ver qué cuentan los observadores de la Liga Arabe, si es que finalmente los dejan entrar. Pero suena peligroso.
Algo parecido pasaba en Libia hasta la caída de Khadafi, pero Siria es un país mucho más importante a nivel estratégico. Es una de las grandes potencias del mundo árabe, con grandes reservas petroleras y un ejército de los más poderosos de la región, después del israelí, para no hablar de impacto de la cultura persa a nivel regional y mundial. Tiene mucha injerencia en zonas calientes como Irak, donde controla a través de la frontera el apoyo a la insurgencia y Medio Oriente, donde apoya a las facciones islamistas de Hamas y Hezbolá, los principales adversarios de Israel. Además Siria es un aliado importante de Irán en su actual estado de virtual guerra fría con Estados Unidos y la Unión Europea.
Assad gobierna desde que heredó la presidencia de su padre, Hafez, en julio del 2000. Su padre había gobernado a Siria durante tres décadas a través del partido laico Baaz, que ha sido acusado por intelectuales y artistas sirios de ejercer un fuerte control político y policial de la sociedad siria. Desde el estallido de la Primavera Arabe hay noticias de fuerte represión en Siria y no pocos auguran el fin de la era Assad. Por eso vale la pena buscar otras fuentes. Está lo que dicen los gobiernos. Está el gobierno sirio, por supuesto, que asegura que hay una campaña extranjera para alentar el terrorismo en el país y que el gobierno actúa responsablemente para controlar esta situación. Y están los gobiernos extranjeros. A diferencia de las agencias extranjeras, ellos sí tienen gente en Siria, tienen a sus espías. Tanto los gobiernos enfrentados como los amigos de Siria, todos tienen informantes y se mueven acorde con lo que saben en el escenario internacional. Hace un par de meses el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó a Siria por maltratar al embajador estadounidense durante una manifestación de la oposición. ¿Está bien que el embajador participe de una manifestación opositoria? No me parece, pero el problemita con el embajador es apenas una excusa. Lo importante es que el tema Siria entró al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el que avala y legitima las invasiones, y que China y Rusia dejaron hacer, soltándole la mano a su viejo aliado. Esa señal la entienden todos.
La semana pasada la Liga Arabe, compuesta por veintidós naciones, suspendió a Siria por una represión que ya llevaría ocho meses. Después exigió, so pena de sanciones, que se le permita ingresar a una delegación de observadores para ver qué está pasando. Assad habría aceptado.
Después, esta semana, hablaron Rusia y Estados Unidos a través de su canciller y vocero de la cancillería, respectivamente. Rusia es un país que fue muy importante y va en camino a volver a hacerlo y bajo el liderazgo de Putin busca retomar su lugar en el escenario internacional. “Esto ya se parece a una guerra civil”, dijo el canciller Sergei Lavrov cuando le preguntaron sobre un supuesto ataque del Ejército Sirio Libre (ESL) a una base de la Fuerza Aérea. El ESL estaría compuesto por soldados disidentes del ejército sirio. Al parecer gozan de las simpatías de Rusia, pero no tanto de las de Estados Unidos. Porque Larov se apuró en contestarle al vocero del Departamento de Estado norteamericano, Mark Toner. “No se trata de una guerra civil, ya que la violencia es impartida desde el Estado. El ESL le es funcional al presidente Bashir al Assad. Pedimos su inmediata disolución.” Estados Unidos mantiene una relación sinuosa con Siria. Bush lo incluyó en el Eje del Mal, después lo sacó. Obama arrancó prometiendo una política de reacercamiento (“reengagement”) con Siria, pero nunca creó un mecanismo para llevarla adelante. Después la Primavera marchitó la promesa y las relaciones se congelaron. Qué raro que Estados Unidos deje pasar una insurgencia en territorio enemigo. Se ve que los muchachos del ESL prefirieron arreglar con los rusos. Señal de los tiempos que corren.
La cosa es que si Rusia, Estados Unidos, Naciones Unidas y la Liga Arabe dicen que algo malo está “pasando en Siria”, más allá de las carencias de los servicios informativos, es dable pensar que algo malo está pasando. Protesta, terrorismo, represión, insurrección, guerra civil: algo. En un país que es mucho más poderoso que Túnez y Libia y mucho menos vulnerable que Egipto, ubicado nada menos que entre Irak y Medio Oriente, dos de los grandes polvorines que tiene el mundo en este momento. Habrá que ver qué cuentan los observadores de la Liga Arabe, si es que finalmente los dejan entrar. Pero suena peligroso.
Publicado en Página/12 el 20 de noviembre de 2011
Imagen: AFP
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Izquierda un cazzo (Mensajes sobre "Salvados")
Desde Verona, Italia, en un todo de acuerdo con tu articulo, me raje en el 99 por Carlitos pero en estos ultimos anos casi no note la diferencia con su "clon", en un gobierno para nada de izquierda, se van a hacer cargo de la moribunda economia los mismos que la llevaron a ese punto, tanto Monti como el resto de los que lo secundaran son astillas del mismo palo, BCE, FMI, salidos del semillero de la Bocconi de Milano, pero el Cavaliere y sus secuaces siguen estando, al igual que nuestra inutil izquierda, en el fondo geneticamente DC, izquierda un cazzo, todos dieron un paso a costado para que los salvadores de L'Ialia recien llegados hagan el trabajo sucio y los recortes que ellos no supieron o no quisieron hacer para cuidarse el culo, y despues volveran a la carga pero limpitos, a continuar con sus negocios ante la mirada indolente de la mayoria de los tanos que parecen no tener huevos mientras los ascendientes partisanos se revuelcan de asco en sus tumbas.
Ricardo Redivo+/- Ver mas...
Gracias por hacer de un tema tan complejo, un análisis de la situación entendible para que alguien como yo lo pueda pensar.
Saludos !
Patricia.
Muy bueno mis felicitaciones.
Vïctor Galvagno
Ricardo Redivo+/- Ver mas...
Gracias por hacer de un tema tan complejo, un análisis de la situación entendible para que alguien como yo lo pueda pensar.
Saludos !
Patricia.
Muy bueno mis felicitaciones.
Vïctor Galvagno
Salvados - Por Santiago O’Donnell
Ya se fue Berlusconi, ya se fue Papandreu. Ya se fue el socialista Sócrates de Portugal y ahora le toca al socialista Rodríguez Zapatero en España, todos reemplazados por gerentes de la derecha que prometen dureza y eficiencia para drenar los últimos recursos de sus economías. Recursos que van a los bancos franceses y alemanes que ellos mismos habían contribuido a salvar hace no más de un par de años a través de los rescates financieros de la Unión Europea.
Ahora esos bancos buscan cobrar fabulosas deudas estatales y la Unión Europea, con Merkel y Sarkozy a la cabeza, amenazan con no darles plata para pagarles a los banqueros a menos que sigan destruyendo lo poco que les quedó de sus economías. Peajes impagables para seguir perteneciendo al club de los importantes.+/- Ver mas...
Entonces surge la pregunta: ¿quién está salvando a quién? Porque uno mira la tele y los ve a Sarkozy y Merkel con caras de serios, retando a los países del sur de Europa por no tener sus cuentas en orden, o con caras de bondadosos, diciendo que sienten compasión por estos países que se metieron en problemas y que ellos los van a ayudar.
Puede ser que los países más débiles de la Unión Europea justo tuvieron la mala suerte de elegir, todos al mismo tiempo, a un montón de jefes de Estado que no saben sumar y restar. Hombres con poca experiencia como Sócrates, Papandreu o Rodríguez Zapatero. ¿Pero no será que los mismos mercados que van de país en país volteando presidentes como una fila de dominós, para que sean reemplazados por eficientes gerentes con la misión de succionar hasta la última gota de lubricante económico de las deshauciadas economías poscrisis No serán esos mercados, o más bien sus representantes, los que crearon el problema y ahora no quieren arreglarlo?
Porque te la quieren vender como que el problema lo armaron y lo tienen estos gobiernos que administran mal y no saben generar crecimiento, pero resulta que la crisis la armaron las entidades financieras internacionales. La crisis justamente se expandió como un virus y fue mucho peor que las anteriores porque no fue una crisis comercial, sino una crisis financiera, generada por el descontrolado movimiento de activos tóxicos a través de distintos circuitos transnacionales más o menos transparentes. El descontrol hizo explotar la burbuja inmobiliaria que hacía furor en Estados Unidos y Europa. Entonces lo primero que hicieron Estados Unidos y Europa fue salvar a los bancos con transferencias archimultimillonarias con fondos provenientes de la Fed y los bancos centrales de la Unión Europea y países miembro. Los bancos se recuperaron, pero no quisieron prestar plata a otras entidades porque no sabían quién tiene el virus. El dinero dejó de circular, el crédito se secó y sobrevino una gran recesión.
Después de eso, Europa y Estados Unidos tomaron caminos diferentes. Estados Unidos, al igual que los principales países de América latina, adoptaron políticas anticíclicas y aumentaron el gasto público para generar más consumo. Sin salirse de la responsabilidad fiscal, pero jugando al límite, impusieron al Estado como un actor importante, si no el principal, del proceso de reactivación. Lula, Bachelet, Kirchner y también Obama tomaron ese camino.
En la Europa liderada por Merkel, Sarkozy y Cameron eligieron otra cosa. Empezaron a apretar y apretar y llegamos a este punto, con Londres en llamas, París malhumorada, indignados por todas partes, desempleo histórico en España, una economía importante como la de Italia en serios problemas, Grecia devastada, Portugal e Irlanda esperando el próximo cachetazo, y así.
Ahora uno dice, ¿y por qué no devalúa Grecia? Acá vivimos una de las devaluaciones más exitosas de la historia. Podrá gustar más o menos el salvataje Duhalde-Lavagna de las grandes empresas nacionales, vía seguro de cambio, que pagamos entre todos. Pero en una economía cuasi dolarizada el precio del dólar se triplicó mientras los precios subieron 10-15 por ciento y se mantuvieron durante varios años de inflación baja. Mientras tanto hubo reactivación, sustitución de importaciones, ahorro y planes sociales para salir del pozo. ¿Si River se fue a la B por qué los griegos no pueden volver al dracma, o inventarse otra moneda de cabotaje? ¿No será que si le sale bien a Grecia, España e Italia querrán hacer lo mismo? ¿Y si todos hacen lo mismo qué pasa con el euro, y por ende con el armado de la Unión Europea? ¿Entonces quién está salvando a quién?
Más que la Unión Europea está salvando a los griegos, como nos dan a entender, parecería que los laburantes griegos, con su sacrificio, con el cierre de sus fábricas, están salvando a los bancos franceses y alemanes, y los burócratas gordos de la UE.
Un dato y una reflexión que Javier Lewkowicz publicó hace diez días en este diario: “La banca de los dos países más poderosos de la Zona Euro, Alemania y Francia, concentra el 58,3 por ciento de la deuda externa griega (pública y privada) que está en el sistema financiero internacional... La deuda de otras economías debilitadas de Europa muestra un panorama similar. En este marco, los violentos planes de ajuste fiscal que están llevando a cabo diversos países tendrían como finalidad asegurar el cumplimiento de sus compromisos externos para evitar el default y, en especial, una salida del euro, que perjudicaría seriamente al establishment financiero”.
Hay que reconocerles a los mercados financieros y sus aliados mediáticos un gran poder de discurso. Lo que en los ’70 sólo pudieron conseguir a través de golpes de Estado ahora lo logran con gerentes electos. Pero hay que ver si dura. Mientras sigan ajustando el cinturón, mientras sigan sin hacer nada para controlar sus desmanes, no tardará en surgir un Chávez europeo. Porque los presidentes-gerentes corren serios riesgos de perder rápidamente su legitimidad. Sólo los votan mientras dura el susto. El tema de la convertibilidad tiene ese aspecto psicológico. A Correa, a quien audacia no le falta, el asunto le cuesta un montón. Imagínense en Europa occidental, donde toda la región salvo Gran Bretaña está sujeta a un régimen de cambio fijo. Mucho más difícil todavía. Hasta ahora nadie se anima a pegar el salto.
Mientras tanto, las viejas potencias siguen con las viejas recetas en un clima cada vez más pesado, como si realmente pensaran que van por el camino correcto. No podrán decir que nadie les avisó. Esta semana Cristina Kirchner estuvo en el G-20.
Les dijo, casi les imploró, que hagan algo. Que usen a Adam Smith, a Ricardo, a Keynes o a Marx, pero que hagan algo. Dijo que el capitalismo se ha convertido en una narcotimba. Dijo que le daba un poco de vergüenza pedirles lo que les iba a pedir, pero que simplemente les pedía que vuelvan al viejo capitalismo en el que la gente compra cosas con el dinero que le pagan por su trabajo. Aplaudieron bastante. No sé si lo hicieron por compromiso o para salvar las apariencias, pero la aplaudieron. No estuvo mal.
Puede ser que los países más débiles de la Unión Europea justo tuvieron la mala suerte de elegir, todos al mismo tiempo, a un montón de jefes de Estado que no saben sumar y restar. Hombres con poca experiencia como Sócrates, Papandreu o Rodríguez Zapatero. ¿Pero no será que los mismos mercados que van de país en país volteando presidentes como una fila de dominós, para que sean reemplazados por eficientes gerentes con la misión de succionar hasta la última gota de lubricante económico de las deshauciadas economías poscrisis No serán esos mercados, o más bien sus representantes, los que crearon el problema y ahora no quieren arreglarlo?
Porque te la quieren vender como que el problema lo armaron y lo tienen estos gobiernos que administran mal y no saben generar crecimiento, pero resulta que la crisis la armaron las entidades financieras internacionales. La crisis justamente se expandió como un virus y fue mucho peor que las anteriores porque no fue una crisis comercial, sino una crisis financiera, generada por el descontrolado movimiento de activos tóxicos a través de distintos circuitos transnacionales más o menos transparentes. El descontrol hizo explotar la burbuja inmobiliaria que hacía furor en Estados Unidos y Europa. Entonces lo primero que hicieron Estados Unidos y Europa fue salvar a los bancos con transferencias archimultimillonarias con fondos provenientes de la Fed y los bancos centrales de la Unión Europea y países miembro. Los bancos se recuperaron, pero no quisieron prestar plata a otras entidades porque no sabían quién tiene el virus. El dinero dejó de circular, el crédito se secó y sobrevino una gran recesión.
Después de eso, Europa y Estados Unidos tomaron caminos diferentes. Estados Unidos, al igual que los principales países de América latina, adoptaron políticas anticíclicas y aumentaron el gasto público para generar más consumo. Sin salirse de la responsabilidad fiscal, pero jugando al límite, impusieron al Estado como un actor importante, si no el principal, del proceso de reactivación. Lula, Bachelet, Kirchner y también Obama tomaron ese camino.
En la Europa liderada por Merkel, Sarkozy y Cameron eligieron otra cosa. Empezaron a apretar y apretar y llegamos a este punto, con Londres en llamas, París malhumorada, indignados por todas partes, desempleo histórico en España, una economía importante como la de Italia en serios problemas, Grecia devastada, Portugal e Irlanda esperando el próximo cachetazo, y así.
Ahora uno dice, ¿y por qué no devalúa Grecia? Acá vivimos una de las devaluaciones más exitosas de la historia. Podrá gustar más o menos el salvataje Duhalde-Lavagna de las grandes empresas nacionales, vía seguro de cambio, que pagamos entre todos. Pero en una economía cuasi dolarizada el precio del dólar se triplicó mientras los precios subieron 10-15 por ciento y se mantuvieron durante varios años de inflación baja. Mientras tanto hubo reactivación, sustitución de importaciones, ahorro y planes sociales para salir del pozo. ¿Si River se fue a la B por qué los griegos no pueden volver al dracma, o inventarse otra moneda de cabotaje? ¿No será que si le sale bien a Grecia, España e Italia querrán hacer lo mismo? ¿Y si todos hacen lo mismo qué pasa con el euro, y por ende con el armado de la Unión Europea? ¿Entonces quién está salvando a quién?
Más que la Unión Europea está salvando a los griegos, como nos dan a entender, parecería que los laburantes griegos, con su sacrificio, con el cierre de sus fábricas, están salvando a los bancos franceses y alemanes, y los burócratas gordos de la UE.
Un dato y una reflexión que Javier Lewkowicz publicó hace diez días en este diario: “La banca de los dos países más poderosos de la Zona Euro, Alemania y Francia, concentra el 58,3 por ciento de la deuda externa griega (pública y privada) que está en el sistema financiero internacional... La deuda de otras economías debilitadas de Europa muestra un panorama similar. En este marco, los violentos planes de ajuste fiscal que están llevando a cabo diversos países tendrían como finalidad asegurar el cumplimiento de sus compromisos externos para evitar el default y, en especial, una salida del euro, que perjudicaría seriamente al establishment financiero”.
Hay que reconocerles a los mercados financieros y sus aliados mediáticos un gran poder de discurso. Lo que en los ’70 sólo pudieron conseguir a través de golpes de Estado ahora lo logran con gerentes electos. Pero hay que ver si dura. Mientras sigan ajustando el cinturón, mientras sigan sin hacer nada para controlar sus desmanes, no tardará en surgir un Chávez europeo. Porque los presidentes-gerentes corren serios riesgos de perder rápidamente su legitimidad. Sólo los votan mientras dura el susto. El tema de la convertibilidad tiene ese aspecto psicológico. A Correa, a quien audacia no le falta, el asunto le cuesta un montón. Imagínense en Europa occidental, donde toda la región salvo Gran Bretaña está sujeta a un régimen de cambio fijo. Mucho más difícil todavía. Hasta ahora nadie se anima a pegar el salto.
Mientras tanto, las viejas potencias siguen con las viejas recetas en un clima cada vez más pesado, como si realmente pensaran que van por el camino correcto. No podrán decir que nadie les avisó. Esta semana Cristina Kirchner estuvo en el G-20.
Les dijo, casi les imploró, que hagan algo. Que usen a Adam Smith, a Ricardo, a Keynes o a Marx, pero que hagan algo. Dijo que el capitalismo se ha convertido en una narcotimba. Dijo que le daba un poco de vergüenza pedirles lo que les iba a pedir, pero que simplemente les pedía que vuelvan al viejo capitalismo en el que la gente compra cosas con el dinero que le pagan por su trabajo. Aplaudieron bastante. No sé si lo hicieron por compromiso o para salvar las apariencias, pero la aplaudieron. No estuvo mal.
Publicado en Página/12 el 13 de noviembre de 2011
Imagen: EFE
martes, 8 de noviembre de 2011
Para deleite de los gringos (Mensajes sobre "Okupa Party" y traducción al inglés)
Hola Santiago
Una vez más, excelente artículo, que me tomé la libertad de traducir al inglés. Así por lo menos algunos amigos míos gringos pueden disfrutarlo.
Aquí va la traducción. Si la pones en tu blog, yo les mando el link a mis amigos:
Okupa Party
(Santiago O'Donnel, trans. Federico Garcia)
It's interesting how in the US, the cradle of representative, republican, liberal democracy, politics in recent times is made outside of the parties, and almost against them.+/- Ver mas...
Una vez más, excelente artículo, que me tomé la libertad de traducir al inglés. Así por lo menos algunos amigos míos gringos pueden disfrutarlo.
Aquí va la traducción. Si la pones en tu blog, yo les mando el link a mis amigos:
Okupa Party
(Santiago O'Donnel, trans. Federico Garcia)
It's interesting how in the US, the cradle of representative, republican, liberal democracy, politics in recent times is made outside of the parties, and almost against them.+/- Ver mas...
First it was the ultra-right Tea Party, a response to the election of a black president, stirring up the ghosts of the lost wars and the great recession of 2008, that had both been in the works since long before Obama's inauguration. The Tea Partiers, like all the crazies that turn up in times of crisis, want to return to the law of the jungle. Zero taxes. Zero public expenditure. Zero immigration. Zero tolerance. Pay for a police force, for an army, and a couple of desks to run that and nothing else. Everything else we'll buy from whoever we feel like, but never from the State. We won't give one more penny to the State until the debt is cleared up. It's the neo-liberal song with a dash of latent racism, present in the name of the Tea Party, a subtle reference to colonial, slavery times. The Tea Party rode Fox News and the new conservative media, and filled some parks and squares, not many, but that was enough to shake the political landscape. The candidates they supported won crushingly in the Republican primaries last year, and several reached Congress with the message that there was a new interest group in Washington.
Now that the economy is, I won't say doing well, but doing so-so, after a good doses of financial bail-outs and keynesian packages, the Occupy movement arises, and it too stirs things up, more even than the Tea Party. The Occupy, of a political sign contrary to the Tea Party, but just as anti-system, go a small step beyond the ultra-right, and timidly court civil disobedience. They say they are inspired on the Arab Spring and the European indignants. But their name is too much for them, because they aren't really Okupas, but rather technologized campers that take advantage of the favorable weather to make themselves heard in the squares of over 30 US cities. Because the Democratic politicians, with Obama at the head, went out running like crazies to welcome the Occupy, as much as the Republicans had nurtured the Tea Party.
The Occupy's slogan is 'we are the 99%', and they say they're angry because there's something that doesn't quite add up. They see the banks and the agents of the financial sector living like millionaires and piling up money. When the banks go under, the government rescues them with their tax money. But when they go under, the banks abuse them and the government looks the other way. If the US is a democracy, how can it be that the 1% keeps abusing the other 99%? So they went and put up tents in the parks and squares, and the Democratic mayors ran to sign special permits to allow them to stay as long as necessary. If that's what it takes, let them stay even until after elections, if they want to bad mouth those bankers, friends of the Republicans, by all means. But careful, like Obama said, don't stigmatize the workers of the financial sector.
Later the Occupy started making concrete demands, and then the whole deal got more complicated. Because those demands, like the demand to rescind and renegotiate all the contracts of a given city with the banks and the insurance companies, cost money. And the cities are bankrupt because of the crisis. So the permits started to expire, or a transfer was negotiated to another place, more conveniently remote, because the park had to be cleaned up. Or the way it happened in the semi-public square they occupied near Wall Street, they leave them there and don't pay them much attention, waiting for the first snows of the winter to exert their power of persuasion.
If you go by fulfilled demands or by the acquired power of the leaders of either movement, it would seem that they failed, or that they are doomed to fail. They have no representatives of their own within the political system, nor a great rallying power---their marches and protests never go beyond a few thousand.
But they make themselves felt, above all in the more and more influential virtual universe. The Occupy discourse is more reasonable, more solidarity-oriented than the Tea Party discourse. At least that's what the public opinion in the US thinks. According to a survey by Time magazine from the 10th of October, 54% supports the protests of the Occupy, including 31% of Republicans, while 27% support the Tea Party demonstrations.
They also make themselves felt in the debate about public policies. The Tea Party wave boosted the Republican party, to the point that it was able to revert some of the social conquests of the historical health system reform of 2010, the great achievement of the Obama administration. They managed to do it after a tough battle, waged some months ago, that left the US about to default because of the lack of an agreement. Without the support of the Tea Party, the Republicans would have compromised sooner.
Now it's the turn of the Occupy. We already see Obama touring Cannes, feeling his colleagues out about fiscal paradises. Some Wall Street head will have to roll, as an offering to the 99% t-shirt. If the Tea Party's pressure got them a committee of experts to recommend Obama and Congress on how to lower the debt, then the Occupy will surely get some new thing, a law or a committee to tighten the screws on the banks and their derivative products. And the coming battles in Congress will have the Occupy consolidating their agenda, opposed to that of the Tea Party, meaning all that implies a bigger part of the State in the economy, whether it be through public works or social programs, but above all in the attempt to revert the fantastic tax cuts that Bush gave to that 1% of the rich, with the excuse that their earnings would trickled down to the rest of the economy.
But beyond all that, what is certain is that no representative of those spontaneous movements that shook the slumbering politics of the US in the last few months will have a presence in the next year's elections. I'm not talking about a presidential candidate. They have no candidates at all. Their power dissolves as they come close to power, because they aren't reformists or revolutionaries. They don't want to be part of the system, nor change it. The Tea Party's point of reference is a much longed-for fiscal rebellion, but not one of them even mentions not paying taxes. The Occupy took a couple of rubber bullets in Oakland, Atlanta, and New York, some of them even went to jail for a couple of hours. But basically they do in each city what each mayor, according to his own convenience, tolerates.
The Tea Party wants to be left alone, they don't want to hear anymore about the American Dream for all, it's all "every man for himself". And the Occupy want those that have always abused them to be at least a little less shameless when abusing them.
Ones and the others, for now, simply want to be heard. But take note of the signal, a signal of democratic void, a signal that representation is wanting, a signal of the de-legitimation of public institutions. Take note, because some day somebody will say: "this can't go on any longer".
Un saludo,
Federico
Muy interesante este reportaje,El gral Perón decia em épocas de abundancia quien elige SUS representantes es La elite pero em épocas de crisis es El pueblo que decide
Hola Santiago,buen día!:)
Me gustó mucho tu columna y la manera en que analizas la situación, nadie los representa.
Te voy a contar lo que pensé mientras la leía.
Es verdad que un Indignado no se puede comparar con un Occupy pero esa misma diferencia que encontras entere ellos existe entre el arte, dentro de un mismo movimiento, de Usa y el de Europa y tambien, aunque parezca mentira, cuando recibo los exámenes de arte que vienen de todas partes del mundo para corregir surge la misma diferencia. No es otra cosa que un punto de vista menos comprometido con el ser, el propio y el ajeno que se ve en todo lo que hacen y en todo lo que transmiten.
“every man for himself”
Éste lema sí representa al tea Party torque de alguna manera son los de sangre azul, los Pilgrims. Pero toda esta otra gente (creo yo y seguro me equivoco) no tiene representación por que son gente nueva con otra idiosincracia, por ej. los hijos de latinos.
Por otro lado fijarte que el sistema escolar está cambiando. Ahora hay un movimiento migratorio, en el que los padres prefieren escuelas mas ecológicas y menos empresariales. Se están volcando a enseñarles a sus hijos que hay una manera mucho mas creativa de abordar cualquier tema y menos dañina.
Y como estos aspectos, debe haber muchas otras cosas que ni se me ocurren y que están hirviendo en este magma americano.
Todo esto en alguna parte tiene que estar.
Serán los Occupy la punta del iceberg?
Aclaración sobre el título.
Los del notre se deberían llamar namericanos, los del centro camericanos y los del sur samericanos. Porque no me banco ni un poco que ellos solos sean los Americanos.
Besos
Victoria
Tambien vivo en Estados Unidos. Creo que los ocupa, ademas de todo lo que mencionastes, tambien quieren terminar con la ola de privatizaciones y ataque a los gremios.
La realidad es que ni la empresa privada, ni la empresa publica por si mismas lograrian emplear ni al 30% de la poblacion. Asi que se necesita la empresa publica, ademas de la privada.
Algunos empresarios privados, especialmente pymes, han descubierto que lo que beneficia a las grandes corporaciones no es lo mismo que beneficia a la empresa privada comun. Timidamente se acercan o a los del partido del te o a los ocupa dependiendo de su ideologia.
Ademas de la ideologia entre partido del te y ocupa, hay una diferencia intelectual.
Ademas, tambien tengo apellido irlandes como vos.
HMGO'
Estimado Sen~or O'Donnell,
Me va a tener que perdonar las faltas de acento y de letras en~e, estoy escribinedo desde Inglaterra en una computadora con teclado ingles.
Lei su articulo sobre "Occupy Wall Street" y quiero decirle que lo que usted le esta comunicando a sus lectores es la historia "oficial". La cual es propagada por los diarios americanos que estan tratando de mantener el status quo a todo costo. Un ejemplo tipico de la execrable prensa Americana es el New York Times, el cual no pierde oportunidad de denigrar el presente gobierno Argentino y el que tambien, desde el cambio de direccion que ocurrio en Enero de este an~o, se ha convertido en una voz mas en favor de politicas neo-liberales.
Eso de que el movimiento de Occupy es antisemita es una verdadera canallada. Hasta el mismisimo Paul Krugman (unico comentarista de izquierda que el NYTimes no ha osado expulsar porque seria una catastrofe de relaciones publicas) ha dicho:
http://krugman.blogs.nytimes.com/2011/10/25/say-anything/
"Over the last couple of days, I’ve been getting mail accusing me of consorting with Nazis. My immediate reaction was, what the heck? Then it clicked: the right wing is mounting a full-court press to portray Occupy Wall Street as an anti-Semitic movement, based, as far as I can tell, on one guy with a sign."
Note que Krugman es judio. No me parece que el tenga muchas ganas de andar defendiendo antisemitas.
Por favor no caiga en esta trampa de usar como fuentes de noticias a la prensa tradicional. Vivi en Estados Unidos por casi 15 an~os porque tuve la buena suerte (y mala suerte) de casarme con un americano. De hecho, un americano judio. Como soy "zurdita", como dirian los siniestros milicos del pasado, me resulto bastante imbancable vivir en el centro de la plutocracia universal. Cuando finalmente Bush empezo a usar mis impuestos para subsidiar la tortura de gente en Guantanamo decidi que no aguantaba mas, y logre persuadir a mi marido de irnos a vivir a otro lado: Europa. Si, ya se, no es mucho mejor, pero en
comparacion....
Volviendo a lo de Occupy WS. Quiero que sepa que finalmente parece que los pobres giles que viven en el corazon de la bestia se estan avivando. Los gremios tomaron el puerto de Oakland en nombre the OWS el miercoles pasado. Oakland es una de las ciudades mas pobres de Estados Unidos, seguramente no necesito decirle que la mayoria de los habitantes son negros y latinos.
http://www.commondreams.org/view/2011/11/05
Note el comentario:
"On Wednesday thousands marched on the Port of Oakland, effectively shutting down the fifth busiest port in the country. A banner that hung outside City Hall read “Occupy Everything. Death to Capitalism.”
Jamas pense que iba a vivir para ver en Estados Unidos la foto de un cartel gigantezco que dice:
“Occupy Everything. Death to Capitalism.”= "Ocupen todo. Muerte al capitalismo"
Lo que es mas, los manifestantes han copiado metodos de los movimientos indigenos latinoamericanos, tienen asambleas populares y ha habido un gran resurgimiento de las ideas de Rosa Luxemburg.
La prensa Americana, al igual que la Inglesa es fascista; aun los que se la dan de izquierda tienen una ceguera total en lo que se refiere a Latinoamerica o a la izquierda local. No le hagamos a la incipiente izquierda del primer mundo lo mismo que ellos le hacen a la izquierda del tercero. En el primer mundo, a la prensa establecida es imposible creerles nada de lo que dicen. Cuando quiero escuchar una version distinta a la que presentan los idiotas utiles de la plutocracia voy y miro el programa
href=""target="_blank">http://www.democracynow.org/
Finalmente, y para que se de cuenta de que no exagero cuando digo que el NYTimes es execrable, las noticias politicas sobre Argentina en el NYTimes son resumenes de lo que dice Clarin, y encima el NYTimes tiene solo dos bureaus de noticias en Latinoamerica; uno en Colombia y otro que pusieron en Honduras luego del golpe contra Manuel Zelaya.
Espero no haberlo cansado con mi perorata y que todavia este leyendo de modo tal que pueda agradecerle la atencion,
Un gran saludo
Adriana I. Pesci
Now that the economy is, I won't say doing well, but doing so-so, after a good doses of financial bail-outs and keynesian packages, the Occupy movement arises, and it too stirs things up, more even than the Tea Party. The Occupy, of a political sign contrary to the Tea Party, but just as anti-system, go a small step beyond the ultra-right, and timidly court civil disobedience. They say they are inspired on the Arab Spring and the European indignants. But their name is too much for them, because they aren't really Okupas, but rather technologized campers that take advantage of the favorable weather to make themselves heard in the squares of over 30 US cities. Because the Democratic politicians, with Obama at the head, went out running like crazies to welcome the Occupy, as much as the Republicans had nurtured the Tea Party.
The Occupy's slogan is 'we are the 99%', and they say they're angry because there's something that doesn't quite add up. They see the banks and the agents of the financial sector living like millionaires and piling up money. When the banks go under, the government rescues them with their tax money. But when they go under, the banks abuse them and the government looks the other way. If the US is a democracy, how can it be that the 1% keeps abusing the other 99%? So they went and put up tents in the parks and squares, and the Democratic mayors ran to sign special permits to allow them to stay as long as necessary. If that's what it takes, let them stay even until after elections, if they want to bad mouth those bankers, friends of the Republicans, by all means. But careful, like Obama said, don't stigmatize the workers of the financial sector.
Later the Occupy started making concrete demands, and then the whole deal got more complicated. Because those demands, like the demand to rescind and renegotiate all the contracts of a given city with the banks and the insurance companies, cost money. And the cities are bankrupt because of the crisis. So the permits started to expire, or a transfer was negotiated to another place, more conveniently remote, because the park had to be cleaned up. Or the way it happened in the semi-public square they occupied near Wall Street, they leave them there and don't pay them much attention, waiting for the first snows of the winter to exert their power of persuasion.
If you go by fulfilled demands or by the acquired power of the leaders of either movement, it would seem that they failed, or that they are doomed to fail. They have no representatives of their own within the political system, nor a great rallying power---their marches and protests never go beyond a few thousand.
But they make themselves felt, above all in the more and more influential virtual universe. The Occupy discourse is more reasonable, more solidarity-oriented than the Tea Party discourse. At least that's what the public opinion in the US thinks. According to a survey by Time magazine from the 10th of October, 54% supports the protests of the Occupy, including 31% of Republicans, while 27% support the Tea Party demonstrations.
They also make themselves felt in the debate about public policies. The Tea Party wave boosted the Republican party, to the point that it was able to revert some of the social conquests of the historical health system reform of 2010, the great achievement of the Obama administration. They managed to do it after a tough battle, waged some months ago, that left the US about to default because of the lack of an agreement. Without the support of the Tea Party, the Republicans would have compromised sooner.
Now it's the turn of the Occupy. We already see Obama touring Cannes, feeling his colleagues out about fiscal paradises. Some Wall Street head will have to roll, as an offering to the 99% t-shirt. If the Tea Party's pressure got them a committee of experts to recommend Obama and Congress on how to lower the debt, then the Occupy will surely get some new thing, a law or a committee to tighten the screws on the banks and their derivative products. And the coming battles in Congress will have the Occupy consolidating their agenda, opposed to that of the Tea Party, meaning all that implies a bigger part of the State in the economy, whether it be through public works or social programs, but above all in the attempt to revert the fantastic tax cuts that Bush gave to that 1% of the rich, with the excuse that their earnings would trickled down to the rest of the economy.
But beyond all that, what is certain is that no representative of those spontaneous movements that shook the slumbering politics of the US in the last few months will have a presence in the next year's elections. I'm not talking about a presidential candidate. They have no candidates at all. Their power dissolves as they come close to power, because they aren't reformists or revolutionaries. They don't want to be part of the system, nor change it. The Tea Party's point of reference is a much longed-for fiscal rebellion, but not one of them even mentions not paying taxes. The Occupy took a couple of rubber bullets in Oakland, Atlanta, and New York, some of them even went to jail for a couple of hours. But basically they do in each city what each mayor, according to his own convenience, tolerates.
The Tea Party wants to be left alone, they don't want to hear anymore about the American Dream for all, it's all "every man for himself". And the Occupy want those that have always abused them to be at least a little less shameless when abusing them.
Ones and the others, for now, simply want to be heard. But take note of the signal, a signal of democratic void, a signal that representation is wanting, a signal of the de-legitimation of public institutions. Take note, because some day somebody will say: "this can't go on any longer".
Un saludo,
Federico
Muy interesante este reportaje,El gral Perón decia em épocas de abundancia quien elige SUS representantes es La elite pero em épocas de crisis es El pueblo que decide
Hola Santiago,buen día!:)
Me gustó mucho tu columna y la manera en que analizas la situación, nadie los representa.
Te voy a contar lo que pensé mientras la leía.
Es verdad que un Indignado no se puede comparar con un Occupy pero esa misma diferencia que encontras entere ellos existe entre el arte, dentro de un mismo movimiento, de Usa y el de Europa y tambien, aunque parezca mentira, cuando recibo los exámenes de arte que vienen de todas partes del mundo para corregir surge la misma diferencia. No es otra cosa que un punto de vista menos comprometido con el ser, el propio y el ajeno que se ve en todo lo que hacen y en todo lo que transmiten.
“every man for himself”
Éste lema sí representa al tea Party torque de alguna manera son los de sangre azul, los Pilgrims. Pero toda esta otra gente (creo yo y seguro me equivoco) no tiene representación por que son gente nueva con otra idiosincracia, por ej. los hijos de latinos.
Por otro lado fijarte que el sistema escolar está cambiando. Ahora hay un movimiento migratorio, en el que los padres prefieren escuelas mas ecológicas y menos empresariales. Se están volcando a enseñarles a sus hijos que hay una manera mucho mas creativa de abordar cualquier tema y menos dañina.
Y como estos aspectos, debe haber muchas otras cosas que ni se me ocurren y que están hirviendo en este magma americano.
Todo esto en alguna parte tiene que estar.
Serán los Occupy la punta del iceberg?
Aclaración sobre el título.
Los del notre se deberían llamar namericanos, los del centro camericanos y los del sur samericanos. Porque no me banco ni un poco que ellos solos sean los Americanos.
Besos
Victoria
Tambien vivo en Estados Unidos. Creo que los ocupa, ademas de todo lo que mencionastes, tambien quieren terminar con la ola de privatizaciones y ataque a los gremios.
La realidad es que ni la empresa privada, ni la empresa publica por si mismas lograrian emplear ni al 30% de la poblacion. Asi que se necesita la empresa publica, ademas de la privada.
Algunos empresarios privados, especialmente pymes, han descubierto que lo que beneficia a las grandes corporaciones no es lo mismo que beneficia a la empresa privada comun. Timidamente se acercan o a los del partido del te o a los ocupa dependiendo de su ideologia.
Ademas de la ideologia entre partido del te y ocupa, hay una diferencia intelectual.
Ademas, tambien tengo apellido irlandes como vos.
HMGO'
Estimado Sen~or O'Donnell,
Me va a tener que perdonar las faltas de acento y de letras en~e, estoy escribinedo desde Inglaterra en una computadora con teclado ingles.
Lei su articulo sobre "Occupy Wall Street" y quiero decirle que lo que usted le esta comunicando a sus lectores es la historia "oficial". La cual es propagada por los diarios americanos que estan tratando de mantener el status quo a todo costo. Un ejemplo tipico de la execrable prensa Americana es el New York Times, el cual no pierde oportunidad de denigrar el presente gobierno Argentino y el que tambien, desde el cambio de direccion que ocurrio en Enero de este an~o, se ha convertido en una voz mas en favor de politicas neo-liberales.
Eso de que el movimiento de Occupy es antisemita es una verdadera canallada. Hasta el mismisimo Paul Krugman (unico comentarista de izquierda que el NYTimes no ha osado expulsar porque seria una catastrofe de relaciones publicas) ha dicho:
http://krugman.blogs.nytimes.com/2011/10/25/say-anything/
"Over the last couple of days, I’ve been getting mail accusing me of consorting with Nazis. My immediate reaction was, what the heck? Then it clicked: the right wing is mounting a full-court press to portray Occupy Wall Street as an anti-Semitic movement, based, as far as I can tell, on one guy with a sign."
Note que Krugman es judio. No me parece que el tenga muchas ganas de andar defendiendo antisemitas.
Por favor no caiga en esta trampa de usar como fuentes de noticias a la prensa tradicional. Vivi en Estados Unidos por casi 15 an~os porque tuve la buena suerte (y mala suerte) de casarme con un americano. De hecho, un americano judio. Como soy "zurdita", como dirian los siniestros milicos del pasado, me resulto bastante imbancable vivir en el centro de la plutocracia universal. Cuando finalmente Bush empezo a usar mis impuestos para subsidiar la tortura de gente en Guantanamo decidi que no aguantaba mas, y logre persuadir a mi marido de irnos a vivir a otro lado: Europa. Si, ya se, no es mucho mejor, pero en
comparacion....
Volviendo a lo de Occupy WS. Quiero que sepa que finalmente parece que los pobres giles que viven en el corazon de la bestia se estan avivando. Los gremios tomaron el puerto de Oakland en nombre the OWS el miercoles pasado. Oakland es una de las ciudades mas pobres de Estados Unidos, seguramente no necesito decirle que la mayoria de los habitantes son negros y latinos.
http://www.commondreams.org/view/2011/11/05
Note el comentario:
"On Wednesday thousands marched on the Port of Oakland, effectively shutting down the fifth busiest port in the country. A banner that hung outside City Hall read “Occupy Everything. Death to Capitalism.”
Jamas pense que iba a vivir para ver en Estados Unidos la foto de un cartel gigantezco que dice:
“Occupy Everything. Death to Capitalism.”= "Ocupen todo. Muerte al capitalismo"
Lo que es mas, los manifestantes han copiado metodos de los movimientos indigenos latinoamericanos, tienen asambleas populares y ha habido un gran resurgimiento de las ideas de Rosa Luxemburg.
La prensa Americana, al igual que la Inglesa es fascista; aun los que se la dan de izquierda tienen una ceguera total en lo que se refiere a Latinoamerica o a la izquierda local. No le hagamos a la incipiente izquierda del primer mundo lo mismo que ellos le hacen a la izquierda del tercero. En el primer mundo, a la prensa establecida es imposible creerles nada de lo que dicen. Cuando quiero escuchar una version distinta a la que presentan los idiotas utiles de la plutocracia voy y miro el programa
href=""target="_blank">http://www.democracynow.org/
Finalmente, y para que se de cuenta de que no exagero cuando digo que el NYTimes es execrable, las noticias politicas sobre Argentina en el NYTimes son resumenes de lo que dice Clarin, y encima el NYTimes tiene solo dos bureaus de noticias en Latinoamerica; uno en Colombia y otro que pusieron en Honduras luego del golpe contra Manuel Zelaya.
Espero no haberlo cansado con mi perorata y que todavia este leyendo de modo tal que pueda agradecerle la atencion,
Un gran saludo
Adriana I. Pesci
Okupa Party - Por Santiago O’Donnell
Es interesante cómo en Estados Unidos, cuna de la democracia representativa, republicana y liberal, últimamente la política se hace por fuera de los partidos, casi a contrapelo de ellos.
Primero vino el movimiento Tea Party de ultraderecha como respuesta a la elección de un presidente negro, agitando los fantasmas de las guerras perdidas y la gran recesión del 2008, que se venía gestando desde mucho antes de la asunción de Obama. Los Tea Party, como todos esos energúmenos que aparecen en tiempos de crisis, quieren volver a la ley de la selva. Cero impuesto. Cero gasto público. Cero inmigración. Tolerancia cero. Pagamos policía, ejército, un par de escritorios para que administren eso y nada más. Lo demás se lo compramos a quien se nos da la gana, pero nunca al Estado. No le damos un dolar más al Estado hasta que se limpie la deuda. Es el versito neoliberal con una pizca de racismo latente, que viene adosado al nombre Tea Party, una sutil referencia a los tiempos de la colonia esclavista. Los Tea Party se montaron a caballo la cadena Fox y los nuevos medios conservadores y llenaron algunas plazas, no muchas, pero con eso les alcanzó para sacudir el panorama político. Los candidatos que ellos apoyaron arrasaron en las primarias republicanas del año pasado y varios llegaron al Congreso portando el mensaje de que había un nuevo grupo de interés en Washington y que más vale prestarle atención.+/- Ver mas...
Ahora que la economía no digo que bien, pero ahí, tecleando después de una buena dosis de salvatajes financieros y paquetes keynesianos, aparece el movimiento Occupy (Ocupen), y también hace ruido, más ruido todavía que el Tea Party. Los Occupy, de signo político contrario al Tea Party pero tan antisistema como aquéllos, van un pasito más allá que los ultraderechistas y tímidamente coquetean con la desobediencia civil. Dicen que están inspirados en la Primavera Arabe y los indignados europeos. Pero el nombre les queda grande porque no son okupas, sino más bien acampantes tecnologizados que aprovechan el clima favorable para hacerse escuchar en las plazas de más de treinta ciudades de Estados Unidos. Porque los políticos demócratas, con Obama a la cabeza, salieron como locos a darles la bienvenida a los Occupy, tanto como los republicanos habían cobijado a los Tea Party.
Los Occupy tienen por slogan “somos el 99 por ciento” y dicen que están enojados porque hay algo que no les cierra. Ellos ven que los bancos y los agentes del sector financiero viven como millonarios y se llenan de plata. Cuando se funden, el gobierno los rescata con los impuestos que ellos pagan. Pero cuando ellos se funden, el banco los (perjudica) y el gobierno mira para otro lado. Si Estados Unidos es una democracia, ¿cómo puede ser que el uno por ciento se la pase (perjudicando) al otro noventa y nueve por ciento? Entonces pusieron carpas en las plazas y los alcaldes demócratas salieron corriendo a firmarles permisos especiales para que se queden todo lo necesario. Si hace falta que se queden hasta después de las elecciones, si quieren hablar mal de esos banqueros amigos de los republicanos, cómo no. Eso sí, como dijo Obama, no hay que estigmatizar a los trajadores del sector financiero.
Después los Occupy empezaron a hacer demandas concretas y ahí la cosa se complicó. Porque esas demandas, como la de rescindir y renegociar todos los contratos de determinada ciudad con los bancos y las aseguradoras, cuestan plata. Y las ciudades están fundidas por la crisis. Entonces los permisos empezaron a expirar, o se negoció un traslado a otro predio convenientemente más alejado, porque había que limpiar el parque. O como sucede en la plaza semipública que tomaron cerca de Wall Street, los dejan ahí y no les dan mucha bola, esperando que las primeras nevadas del invierno ejerzan su poder de persuasión.
Si uno se guía por las demandas cumplidas y el poder adquirido por los líderes de los dos movimientos parecería que fracasaron o están destinados al fracaso, ya que no tienen representantes propios dentro del sistema político ni tampoco un gran poder de convocatoria, sus marchas y protestas nunca superan unos pocos miles.
Pero se hacen sentir, sobre todo en el cada vez más influyente universo virtual. El discurso Occupy es más razonable, más solidario que el discurso Tea Party. Al menos eso piensa la opinión pública estadounidense. Según una encuesta de la revista Time del 10 de octubre, el 54 por ciento de los estadounidenses apoya las protestas de los Occupy, incluyendo el 31 por ciento de los republicanos, mientras el 27 por ciento apoya las manifestaciones de los Tea Party.
También se hacen sentir en el debate de políticas públicas. La ola Tea Party envalentonó al partido republicano, el de la derecha, al punto que logró revertir algunas de las conquistas sociales de la histórica reforma del sistema de salud del 2010, el gran logro del gobierno de Obama. Lo lograron luego de una durísima batalla por el presupuesto que se libró hace unos meses y que dejó, por falta de acuerdo, a Estados Unidos al borde del default. Sin el apoyo de los Tea Party, los republicanos hubieran cedido. Ahora les toca el turno a los Occupy. Ya se lo ve a Obama paseándose por Cannes, tanteando a sus colegas sobre la posibilidad de hacer algo con los paraísos fiscales. Alguna cabeza de Wall Street tendrá que rodar, algún platillo habrá que ofrendarle a la camiseta del noventa y nueve por ciento. Si los Tea Party consiguieron un comité de expertos para que le recomienden a Obama y el Congreso cómo bajar la deuda, los Occupy seguramente conseguirán un ente, una ley o un comité para ajustarles las clavijas a los bancos y sus productos derivados. Y las próximas batallas en el Congreso tendrán a los Occupy apuntalando los proyectos que van en sentido contrario de los que apoyaban los Tea Party, o sea todo lo que implique una mayor participación del Estado en la economía, ya sea a través de la obra pública, ya sea a través de los programas sociales, pero sobre todo en el intento por revertir los fabulosos descuentos impositivos que Bush le dio a ese uno por ciento de los ricos, so pretexto de que esos ricos iban a gotear sus ganancias al resto de la economía.
Pero más allá de todo eso, lo que es seguro es que ningún representante de estos movimientos espontáneos que sacudieron a la aletargada política estadounidense en los últimos meses tendrá presencia en las elecciones del año que viene. No hablemos de candidatos presidenciales. Candidatos a nada. Su poder se diluye a medida que se acercan al poder porque no son ni reformistas ni revolucionarios. No quieren ser parte del sistema ni tampoco cambiarlo. Los Tea Party se referencian en una famosa rebelión fiscal, pero ninguno de ellos siquiera plantea no pagar impuestos. Los Occupy llegaron a comerse un par de bastonazos en Oakland, Atlanta y Nueva York, algunos hasta cayeron presos un par de horas. Pero básicamente hacen en cada ciudad lo que cada alcalde tolera, según su propia conveniencia.
Los Tea Party quieren que los dejen tranquilos, que no les vengan más con el cuento del American Dream para todos, que cada cual se arregle por sí mismo, “every man for himself”. Y los Occupy quieren que los (perjudicadores) de siempre al menos no sean tan desvergonzados a la hora de (perjudicarlos).
Unos y otros, por ahora, sólo quieren ser escuchados. Pero ojo con la señal, señal de vaciamiento democrático, señal de falta de representación, señal de deslegitimación de las instituciones públicas. Ojo, porque algún día alguien va a decir “esto no da para más”.
Los Occupy tienen por slogan “somos el 99 por ciento” y dicen que están enojados porque hay algo que no les cierra. Ellos ven que los bancos y los agentes del sector financiero viven como millonarios y se llenan de plata. Cuando se funden, el gobierno los rescata con los impuestos que ellos pagan. Pero cuando ellos se funden, el banco los (perjudica) y el gobierno mira para otro lado. Si Estados Unidos es una democracia, ¿cómo puede ser que el uno por ciento se la pase (perjudicando) al otro noventa y nueve por ciento? Entonces pusieron carpas en las plazas y los alcaldes demócratas salieron corriendo a firmarles permisos especiales para que se queden todo lo necesario. Si hace falta que se queden hasta después de las elecciones, si quieren hablar mal de esos banqueros amigos de los republicanos, cómo no. Eso sí, como dijo Obama, no hay que estigmatizar a los trajadores del sector financiero.
Después los Occupy empezaron a hacer demandas concretas y ahí la cosa se complicó. Porque esas demandas, como la de rescindir y renegociar todos los contratos de determinada ciudad con los bancos y las aseguradoras, cuestan plata. Y las ciudades están fundidas por la crisis. Entonces los permisos empezaron a expirar, o se negoció un traslado a otro predio convenientemente más alejado, porque había que limpiar el parque. O como sucede en la plaza semipública que tomaron cerca de Wall Street, los dejan ahí y no les dan mucha bola, esperando que las primeras nevadas del invierno ejerzan su poder de persuasión.
Si uno se guía por las demandas cumplidas y el poder adquirido por los líderes de los dos movimientos parecería que fracasaron o están destinados al fracaso, ya que no tienen representantes propios dentro del sistema político ni tampoco un gran poder de convocatoria, sus marchas y protestas nunca superan unos pocos miles.
Pero se hacen sentir, sobre todo en el cada vez más influyente universo virtual. El discurso Occupy es más razonable, más solidario que el discurso Tea Party. Al menos eso piensa la opinión pública estadounidense. Según una encuesta de la revista Time del 10 de octubre, el 54 por ciento de los estadounidenses apoya las protestas de los Occupy, incluyendo el 31 por ciento de los republicanos, mientras el 27 por ciento apoya las manifestaciones de los Tea Party.
También se hacen sentir en el debate de políticas públicas. La ola Tea Party envalentonó al partido republicano, el de la derecha, al punto que logró revertir algunas de las conquistas sociales de la histórica reforma del sistema de salud del 2010, el gran logro del gobierno de Obama. Lo lograron luego de una durísima batalla por el presupuesto que se libró hace unos meses y que dejó, por falta de acuerdo, a Estados Unidos al borde del default. Sin el apoyo de los Tea Party, los republicanos hubieran cedido. Ahora les toca el turno a los Occupy. Ya se lo ve a Obama paseándose por Cannes, tanteando a sus colegas sobre la posibilidad de hacer algo con los paraísos fiscales. Alguna cabeza de Wall Street tendrá que rodar, algún platillo habrá que ofrendarle a la camiseta del noventa y nueve por ciento. Si los Tea Party consiguieron un comité de expertos para que le recomienden a Obama y el Congreso cómo bajar la deuda, los Occupy seguramente conseguirán un ente, una ley o un comité para ajustarles las clavijas a los bancos y sus productos derivados. Y las próximas batallas en el Congreso tendrán a los Occupy apuntalando los proyectos que van en sentido contrario de los que apoyaban los Tea Party, o sea todo lo que implique una mayor participación del Estado en la economía, ya sea a través de la obra pública, ya sea a través de los programas sociales, pero sobre todo en el intento por revertir los fabulosos descuentos impositivos que Bush le dio a ese uno por ciento de los ricos, so pretexto de que esos ricos iban a gotear sus ganancias al resto de la economía.
Pero más allá de todo eso, lo que es seguro es que ningún representante de estos movimientos espontáneos que sacudieron a la aletargada política estadounidense en los últimos meses tendrá presencia en las elecciones del año que viene. No hablemos de candidatos presidenciales. Candidatos a nada. Su poder se diluye a medida que se acercan al poder porque no son ni reformistas ni revolucionarios. No quieren ser parte del sistema ni tampoco cambiarlo. Los Tea Party se referencian en una famosa rebelión fiscal, pero ninguno de ellos siquiera plantea no pagar impuestos. Los Occupy llegaron a comerse un par de bastonazos en Oakland, Atlanta y Nueva York, algunos hasta cayeron presos un par de horas. Pero básicamente hacen en cada ciudad lo que cada alcalde tolera, según su propia conveniencia.
Los Tea Party quieren que los dejen tranquilos, que no les vengan más con el cuento del American Dream para todos, que cada cual se arregle por sí mismo, “every man for himself”. Y los Occupy quieren que los (perjudicadores) de siempre al menos no sean tan desvergonzados a la hora de (perjudicarlos).
Unos y otros, por ahora, sólo quieren ser escuchados. Pero ojo con la señal, señal de vaciamiento democrático, señal de falta de representación, señal de deslegitimación de las instituciones públicas. Ojo, porque algún día alguien va a decir “esto no da para más”.
Publicado en Página/12 el 6 de noviembre de 2011
Imagen: AFP
jueves, 3 de noviembre de 2011
Pura intuición (Mensajes sobre "Wikileaks")
"¿Sabían que a través de VISA pueden colaborar con el Ku Kux Klan o el partido neonazi del noruego loco que mató a medio mundo, o pueden comprarse un rifle de asalto, pero no donar a Wikileaks?" (Extracto de "Wikileaks"
por eso no tengo Visa...
Pura intuicion
Alicia Jardel
Professeur
Belgique+/- Ver mas...
Muy buena la nota Santiago, no se cuantos leimos el "hasta aca", pero espero hayan sido muchos. Que suerte que en Argentina se puedan leer cosas asi...
Saludos,
Gabriel Alejandro Ruggiero
Santiago,
Excelente la nota de hoy. Me encantó.
Ariel
por eso no tengo Visa...
Pura intuicion
Alicia Jardel
Professeur
Belgique+/- Ver mas...
Muy buena la nota Santiago, no se cuantos leimos el "hasta aca", pero espero hayan sido muchos. Que suerte que en Argentina se puedan leer cosas asi...
Saludos,
Gabriel Alejandro Ruggiero
Santiago,
Excelente la nota de hoy. Me encantó.
Ariel
Dice que el movimiento de amnistía en los ’70 en Brasil fue uno de los primeros pasos hacia la democratización del país. Grandes manifestaciones. Familiares de las víctimas, Chico Buarque, intelectuales. Amnistía para los presos políticos, claro, no para los represores.
A fines del ’79, en dictadura, el proyecto de amnistía de la sociedad civil llega al Congreso pero pierde por pocos votos, cuenta Torelly. Al poco tiempo se aprueba otro proyecto del Poder Ejecutivo: amnistía para todos. Los crímenes de los militares y de los guerrilleros son “conexos”. O sea, se impone en Brasil, en 1979, bajo el mando de los militares, la teoría de los dos demonios. Pasan más de diez años y toda la transición hasta que se empieza a cuestionar esto, primero el Colegio de Abogados en el 2008, después y sobre todo a partir de un fallo de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos del 2010 que condena la amnistía bilateral, señalando que los crímenes de lesa humanidad, o sea los que se cometieron desde el Estado, son inamnistiables e imprescriptibles.
En el medio hubo algunos avances. En la Constitución de 1988 se establece que los perseguidos políticos amnistiados tienen derecho a una reparación económica. En 1995, durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, se crea la Comisión de Desaparecidos. La comisión estableció y demostró que la dictadura brasileña había desaparecido a alrededor de 500 personas y sus familiares recibieron reparaciones. En el 2001, Cardoso reglamenta una segunda comisión, la llamada Comisión de Amnistía. En esa trabaja Torelly. Tiene como mandato reparar a las víctimas de la dictadura. La comisión se encarga de documentar los casos y fijar los montos de las reparaciones. No se paga por el sufrimiento (cárcel, torturas, exilio), sino por el trabajo perdido por culpa de la persecución política, explica Torelly.
La Comisión de Amnistía también puede hacer, y hace, otro tipo de reparaciones, agrega Torelly. Facilitar jubilaciones, reconocimiento universitario de materias rendidas, facilitación de trámites jubilatorios. Pero sobre todo tiene la potestad y la obligación de pedir disculpas públicas ante las víctimas. Torelly destaca las llamadas “caravanas de la amnistía”, en las que el ministro de Justicia se traslada al lugar donde se cometieron los crímenes, a los barrios devastados, a los cuarteles que sirvieron de centros de tortura y campos de concentración, en distintos rincones del país, y allí encabeza un acto oficial, que suele convertirse en fiesta popular, donde después de los homenajes y los recitales el ministro cuenta lo que pasó ahí y pide disculpas en nombre del Estado brasileño. Torelly dice que las caravanas, al reivindicar y homenajear a las víctimas de la dictadura, visibilizan lo que amplios sectores de la sociedad brasileña aún no quieren ver o prefieren olvidar. Las caravanas empezaron en el 2008, cuando Lula era presidente y el ministro de Justicia era Tarso Genro. Ahora siguen bajo el gobierno de Dilma. Desde que arrancó su trabajo, la Comisión de Amnistía recibió más de 70 mil denuncias, hizo más de 35.000 reconocimientos y reparaciones y otros 10.000 todavía no han sido evaluados.
“El proceso de reparación creó un espectro de visibilidad pública para las violaciones, que no existía, e impulsó una lucha más amplia por la verdad, memoria y justicia”, dice Torelly.
¿Cómo surge la Comisión de la Verdad? En el 2009, en el marco de la conferencia nacional de derechos humanos, una especie de congreso nacional sobre el tema, se eleva al Poder Ejecutivo, para que eventualmente gire al Congreso, un Plan Nacional que incluye la creación de una Comisión Nacional de Verdad y Justicia, con el mandato de impartir responsabilidades dentro del Estado e imponer castigos a las personas que cometieron los crímenes al amparo del poder. Es plan fue muy resistido por el sector que defiende a los militares y al final Lula no presentó esa parte del plan al Congreso. Después el gobierno de Dilma Rousseff (foto) presentó el plan al Congreso, pero modificado: el componente de Justicia quedaba afuera de la comisión. Con un fuerte trabajo de lobby, el gobierno logró que la ley se apruebe con sólidas mayorías en las dos Cámaras. Así se llegó a la Comisión de la Verdad.
Lo novedoso de la comisión es que puede investigar y nombrar a las personas que cometieron los crímenes con nombre y apellido. También puede citar a los ex represores y tomarles testimonio. Si son militares y no se presentan, pueden recibir sanciones disciplinarias. Todo esto va a servir para tener un panorama más claro y más completo de lo que pasó. Para ponerle caras, historias, contexto y narrativa a las historias de esos 500 desaparecidos y a esas decenas de miles de víctimas directas de las torturas y vejaciones de la dictadura brasileña entre 1964 y 1985.
El resultado de ese proceso queda abierto a la voluntad de los brasileños. ¿Habrá que desandar el camino de la verdad, para llegar al de la Justicia, como sucedió en la Argentina? Es una opción. En el otro extremo está la opción española, que es olvidar y perdonar todo con un gran pacto nacional. Parece que no funcionó porque recién ahora están excavando las fosas comunes. En el medio hay otras opciones. Está la sudafricana, que consiste en perdonar a los asesinos si los asesinos cuentan todo, en aras de la pacificación nacional. Está la variante colombiana, que a cambio de que los asesinos cuenten todo, les dan penas de cárcel pero bastante leves y los obligan a reparar a las víctimas con su patrimonio. También está el caso salvadoreño, donde la Comisión de la Verdad pudo citar a la fuerza e interrogar a los represores, pero al mismo tiempo el Congreso aprobó una ley de amnistía general para esos mismos represores.
En Brasil la situación es más o menos así: según las encuestas, una mayoría de los brasileños no quiere juzgar a los represores. La Corte Suprema ratificó que la amnistía bilateral de la dictadura es válida. La mayoría del Congreso no quiere juicios a los represores y ha votado en contra de la iniciativa. La Procuración del Tesoro ha dictaminado en contra de juzgar a los represores. El gobierno de Lula no quiso tocar el tema de los juicios y el de Dilma se cuida mucho porque ella fue apresada y torturada durante la dictadura, y no quiere quedar como una resentida. Necesita un consenso para avanzar. Queda abierta la instancia de la Fiscalía Federal, que debe responder al fallo de la Corte Interamericana en el sentido de que los crímenes de la dictadura no se pueden amnistiar. Para la Corte, el mínimo aceptable es la solución colombiana.
Por eso es tan importante la Comisión de la Verdad. Por un lado porque permitiría construir un relato creíble de lo que pasó para despertar a una sociedad adormecida que no termina de hacerse cargo de su pasado. Por el otro, porque al aparecer las pruebas con nombre y apellido los fiscales querrán investigar. Si eso se acompaña con la demanda social y la presión internacional de la Justicia Universal, entonces se podrá avanzar por el camino de la Justicia.
Ese es un camino. El otro es seguir a Mandela por el camino de la verdad, la compasión y la tolerancia, esos atributos que los represores nunca tuvieron, lo cual necesariamente implica la injusticia de tener que perdonar a cambio de saber todo.
En eso anda Brasil, tratando de averiguar su verdad, esperando que esa verdad le indique el camino.
Imagen: Télam