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martes, 6 de agosto de 2024

 

Venezuela: no hace falta

 

Por Santiago O’Donnell

 

 

                                                                                       (AFP)


No hace falta que muestren las actas. Ya está, gracias. A esta altura no pueden quedar muchas dudas de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se robó la elección. Los días pasan y no han podido mostrar ni un solo papel. Peor, no han podido mostrar ni un solo dato que permita explicar o describir el supuesto hackeo que el gobierno venezolano y las autoridades electorales de ese país dicen haber sufrido. Curioso hackeo el que denuncian. Casi milagroso: permite ver los resultados, incluso actualizarlos, pero no publicarlos. Porque se supone que el Consejo Nacional Electoral, si dio ganador a Maduro sin ningún lugar a dudas, después de anunciar una tendencia irreversible con el 80 por ciento de los votos contados, debe ser que pudo ver los datos. Y si tres días después, en una investigación judicial realizada en tiempo récord, la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia pudo certificar el triunfo de Maduro, ya con el 90 por ciento de los votos contabilizados, entonces pudieron ver y actualizar los datos de la elección. Seguramente ambos cuerpos especializados en organizar y controlar elecciones no van a certificar un triunfo electoral sin haber analizado toda la documentación respaldatoria que hiciera falta. ¿Entonces por qué no mostraron nada?

“Maduro sabe que cuanta más transparencia demuestre, mayor serenidad va a tener para gobernar,” ironizó Lula da Silva, presidente de Brasil, mientras busca una salida política y pacífica a la grave crisis generada por el despojo a la voluntad popular en un país clave para la región. Porque claro, el hackeo mágico que permite saber pero no publicar información aún no se ha inventado. Lo que sí existe es una cooptación grotesca por parte del régimen de organismos del Estado supuestamente independientes.

Solo dos misiones de observación pudieron monitorear los comicios, una misión reducida de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y una misión del Carter Center, la ONG que había certificado y avalado cada uno de los triunfos electorales de chavismo de la última década y más allá. Un día después de la votación la ONU reclamó en boca de su secretario general, Antonio Guterres, “transparencia total” y que  "publiquen los resultados y el desglose por colegios electorales". Si Guterres reclamó transparencia es porque no debió haberla encontrado. Que se sepa aún no tuvo esa suerte. Encima la Mision de Detrminación de los Hechos de Venezuela de la misma ONU denunció que tras las protestas que estallaron en todo el país después de las elecciones había recibido “información creíble sobre detenciones, personas heridas y fallecidas, así como violencia desplegada por cuerpos de seguridad y grupos de civiles armados que apoyan al Gobierno (conocidos como “colectivos”) en el marco de esas protestas”. La especialista en derecho humanos argentina Patriciá Tappatá, miembro de esa misión de la ONU, agregó: “Estamos asistiendo a la reactivación acelerada de la maquinaria represiva que nunca fue desmantelada y ahora es utilizada para socavar las libertades públicas de los ciudadanos y su derecho a la participación política y la libre expresión de las ideas.”

La misión del Carter Center esperó calladita hasta que sus miembros habían salido de Venezuela y 48 horas después de los comicios comunicó que las elección “no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerada como democrática”. Acusó al Consejo Nacional Electoral de favoritismo hacia el gobierno, dijo que la autoridad electoral no proporcionó resultados desglosados por mesa electoral, lo cual constituye una “grave violación de los principios electorales”. Señaló también que la elección se realizó en un ambiente de “libertades restringidas en detrimento de actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación,” entre otras irregularidades, intimidaciones y presiones para favorecer al oficialismo durante la campaña que el informe enumera. Los examigos chavistas del Carter Center ahora dicen que la institución que monitoreó 143 elecciones en todo el mundo, fundada por el presidente más izquierdista que tuvo Estados Unidos, resultó ser pantalla de la CIA.

Por eso ya está. Ya no hace falta que muestren nada y lo que lleguen a mostrar no va a cambiar lo que pasó antes, durante y después de la elección.  No importa lo que Maduro, su gobierno o las instituciones que fueron cómplices de su engaño digan diez días después de las elecciones, o treinta, o un año después. En el momento de cumplir con el protocolo establecido por ley y acordado con los observadores internacionales, o sea, en el momento de mostrar a pruebas de que habían ganado, no lo hicieron. Ni mostraron una sola evidencia de que no estaban en condiciones de hacerlo, más allá del cuentito del hackeo milagroso.

Como casi todo el mundo el papa Francisco también habló tema. Muchos lo acusan de ser tibio a la hora de hablar de violaciones a los derechos humanos en gobiernos y regímenes de izquierda, y esta vez no fue la excepción. Pero habría que reconocer que en su comentario sobre las elecciones venezolanas usó una palabra poderosa: verdad. Ni Lula, ni el presidente mexicano A.M. López Obrador ni su para colombiano Gustavo Petro se atrevieron a tanto. "Dirijo un llamamiento sincero a todas las partes a buscar la verdad,” disparó el Papa.

Es cierto que en estos tiempos de posverdad todo se relativiza con realidades paralelas. Es cierto que Estados Unidos sancionó a Venezuela, que la oposición venezolana ha sabido ser golpista, que el chavismo agarró un país en ruinas y acercó recursos del estado a millones de personas que nunca los habían recibido. Tan cierto como la hiperinflación, los millones de emigrados, la represión en las calles y los presos políticos.

Tan cierto como que no se puede esperar verdad de un gobierno que hizo asumir a un presidente muerto, en coma o casi y sin que nadie pudiera verlo, postrado y agonizante en el mejor de los casos, en una clínica de La Habana custodiada por los hermanos Castro. Y que cuando el cuerpo del comandante Hugo Chávez viajó de vuelta a Venezuela, mientras Maduro y compañía decían que seguía vivo y gobernando, ni sus familiares fueron a visitarlo al centro médico de Caracas donde fue alojado, acaso porque no encontraron razones para hacerlo.

Pero todo eso es historia: las sanciones de Estados Unidos, la muerte del comandante. Parafraseando a Francisco, hoy lo que importa es la verdad sobre las elecciones.

Feo problema les creó Maduro a los referentes de la izquierda latinoamericana, especialmente a Lula y AMLO. El primero dejó su anterior presidencia con el índice de aprobación más alto en la historia de la región y el segundo va en camino a superarlo. Ahora se tienen que fumar la fiesta que se está haciendo la derecha con las tropelías del mandatario venezolano, en medio de un avance avasallador del neofascismo en todo el mundo. Es que ellos saben bien que la democracia es la única defensa que tienen los pueblos contra el asalto del capitalismo depredador, especulativo e individualista. AMLO y Lula se cansaron de perder elecciones presidenciales antes de acceder al poder. Y de jóvenes conocieron en carne propia los límites y el costo humano de la utopía revolucionaria. Saben que si la izquierda pierde sus credenciales democráticas también pierde su capacidad de transformar y resistir. Y es por eso que, más allá de los buenos modales, Maduro ha perdido el apoyo de ellos y de gran parte de la izquierda latinoamericana.

La verdad puede ser dolorosa, aunque termine siendo sanadora. Es tentador aferrarse a la idea del hackeo mágico, pensar que todo es una gran operación de la ultraderecha, que algún día aparecerán las actas y todo volverá a la normalidad. Pero los sueños delirantes pueden ser peligrosos. Otra vez: todo indica que Maduro se robó las elecciones. Solo a partir de esa verdad se puede empezar a pensar cómo hacer para evitar una invasión, un baño de sangre o una dictadura. No hace falta negar lo obvio para defender ideas de izquierda. No hace falta ni vale la pena entregar las banderas de la democracia. Ni por Maduro ni por la presidencia de Venezuela ni por nada.

miércoles, 31 de mayo de 2017

La era de la transparencia - Por Santiago O'Donnell









El 2010 fue el año de Cablegate, hasta entonces la mayor filtración de material secreto en la historia, lo cual daría inicio a la era de la transparencia en la que vivimos hoy, un mundo en el que ningún secreto es seguro y hasta nuestros momentos más íntimos empiezan a integrar una esfera pública que en gran parte se ha mudado de las plazas y las tribunas a las pantallas del mundo virtual.


El 28 de noviembre de ese año, WikiLeaks, el sitio de filtraciones fundado por el ex hacker australiano Julian Assange, empezó a publicar 251.287 documentos secretos del Departamento de Estado de Estados Unidos a través de y en sociedad con cinco grandes medios de Occidente: The Guardian (Gran Bretaña), The New York Times (Estados Unidos), Der Spiegel (Alemania), Le Monde (Francia) y El País (España). Los cables provenían en su gran mayoría de las embajadas estadounidenses en todo el mundo y afectaron a muchísimos países, tanto en su relación bilateral con el gobierno norteamericano como en su política interna.

Quizás el mayor impacto se dio en Túnez, un pequeño país del norte de Africa que se vio convulsionado por las revelaciones acerca de las prácticas corruptas del entonces dictador Ben Alí, descriptas en gran detalle por despachos desde la embajada de El Cairo. Las noticias desataron una ola de protestas que culminaron con el derrocamiento del dictador y así empezó la llamada “primavera árabe”, un reguero de manifestaciones prodemocracia y anticorrupción que se extendieron por todo el subcontinente e incluyeron un cambio de gobierno en Egipto, pero que a la larga o a la corta terminaron en prácticamente nada, salvo en Túnez, donde un régimen abierto y de elecciones competitivas logró tomar el poder y sobrevivir la contraola restauradora de los diferentes califatos.

En Latinoamérica las revelaciones no fueron tan sorprendentes. Sin embargo los embajadores estadounidenses debieron renunciar en Ecuador y México y tanto allí como en el resto de la región quedaron expuestas distintas operaciones de lobby e inteligencia lanzadas desde las embajadas, rutinarias y no tanto, así como una larga lista de políticos, empresarios y diversos agentes estatales y de la sociedad civil que acudían a la sede diplomática en busca de distintas intervenciones en asuntos domésticos, invocando algún interés común.

Entre otras lecciones, Cablegate recordó al mundo lo borrosa y delgada que es la línea que separa al espionaje de la diplomacia. Tanto como la que separa, o no, a la guerra de la política, como nos recuerda Von Clausewitz. O la que separa, o no, al periodismo del terrorismo, como nos recuerda Assange.

El director de WikiLeaks, exiliado en la embajada de Ecuador en Londres, hoy es buscado en Estados Unidos por presuntas violaciones al Espionaje Act o Ley de Espionaje por la cual su fuente para los documentos de Cablegate, la soldado Chelsea Manning, fuera condenada en 2013 a 35 años de prisión. El vice de Obama Joe Biden llamó a Assange “terrorista de alta tecnología” y no son pocos los legisladores de ese país lo que han proclamado que Assange debe ser juzgado y condenado a morir.

Cablegate inspiró tres años más tarde la siguiente megafiltración, la del ex espía estadounidense Edward Snowden a The Guardian. Millones de documentos que mostraban cómo la Agencia de Nacional de Seguridad norteamericana interceptaba información telefónica y de Internet en forma masiva para espiar a sus aliados y a sus propios ciudadanos. El año pasado llegaron los Panama Papers, 2,6 terabytes de información sobre un estudio de abogados panameño dedicado a crear empresas fantasma en paraísos fiscales. Entre una y otra megafiltración decenas de grandes filtraciones explotaron en distintas partes del mundo, cada vez más, cada vez con más alcance global, como los VatiLeaks, los FIFALeaks o lo mails de Hillary Clinton y ahora los Macronleaks.

Acaso presintiendo el cambio de época, esta verdadera revolución en la comunicación pública y privada (otro límite cada vez más borroso), es que en su último día de gobierno Obama conmutó la pena de Chelsea Manning, quien hace pocos días recuperó su libertad.

Así entramos en los albores de lo que más pronto que tarde será reconocida como la era de la transparencia. Un tiempo sin privacidad donde todo será conocido, pero no todos podrán conocerlo. Un tiempo donde de las batallas por el control de los datos habrán de sumarse, o incluso superar, a las batallas por el control de los recursos naturales. Un tiempo donde la guerra por otros medios no será la política representativa, sino la administración de la metainformación acerca de un determinado grupo. Un tiempo donde el fantasma de 1984 acechará al ideal democrático en cualquiera de sus vertientes.

Publicado en Pagina/12 el 26 de Mayo de 2017. 

miércoles, 24 de mayo de 2017

Liquidan en BVI al "Madoff argentino" --- Por Santiago O´Donnell






El 25 de mayo a las 10 de la mañana la Alta Corte de Justicia de Islas Vírgenes británicas celebrará una audiencia en los tribunales de Road Town de la ciudad de Tortola, capital del territorio, para escuchar el reclamo 047/2017. El reclamo recae sobre tres empresas pertenecientes a Juan Enrique Blaksley, un empresario conocido como “el Madoff argentino” porque su historia guarda cierto parecido con la del famoso estafador estadounidense. Los reclamantes en las Islas Vírgenes Británicas, nueve en total, todos argentinos, consiguieron en marzo que la Alta Corte nombre a dos abogados de ese país como liquidadores provisionales de las tres empresas de Blaksley, según dice el reclamo, “para mantener el valor de esos activos no sólo para beneficio de los actuales solicitantes, sino de potencialmente miles de inversores de Hope Funds en Argentina y otros países.” La audiencia de mañana en las Islas Vírgenes se hace para nombrar al liquidador definitivo y dar comienzo a la liquidación.


Sin embargo, y más allá de lo que pueda pasar en la audiencia, el escaso número de adherentes al pedido de liquidación refleja cierto nivel de escepticismo acerca de los beneficios que la medida pudiera obtener en una jurisdicción como el de las Islas Vírgenes Británicas, que como todo paraíso fiscal se caracteriza por una opaca y laxa regulación financiera. En el caso de las empresas de Blaksley, documentos analizados por este cronista muestran que distintos movimientos accionarios y un contrato de servicios con una firma panameña especializada en ocultar información patrimonial podrían haber servido para transferir, disimular o desviar bienes de las empresas en cuestión.


Así surge de los llamados Panama Papers, documentos del estudio panameño Mossack Fonseca, que detectó y analizó este periodista en el marco de la investigación impulsada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung.


Según la decisión del juez Roger Kaye del 16 de marzo pasado, los abogados Hadley Chilton y Laurent Keeble-Bukle, del estudio Baker, Tilly de Tortora, fueron nombrados liquidadores provisorios de las tres empresas de Blaksley: Hope Funds S.A., Marketsite Ltd. y Global Entertainment Enterprises Ltd.


Hope Funds S.A. es la nave insigne del grupo de firmas nacionales e internacionales pertenecientes a Blaksley. Se trata de una empresa argentina dedicada a captar inversiones. Marketsite y Global son dos sociedades de responsabilidad limitada inscriptas en las Islas Vírgenes Británicas. Ambas eran manejadas por empleados de Hope Funds desde las oficinas de Hope Funds de Buenos Aires y funcionaban como instrumentos financieros para inversiones offshore a través de contratos llamados “mutuos”. Algunos de esos mutuos especificaban que los regía la ley de las Islas Vírgenes Británicas.


Dueño de un entramado de más de 30 empresas en distintos paraísos fiscales, según revelaron los Panama Papers, Blaksley ha sido denunciado por fraude y lavado de dinero desde la AFIP y la Procelac, el organismo encargado de investigar crímenes financieros para el Ministerio Público argentino. Según la Procelac, entre los clientes de Hope Funds serían muy pocos los que pueden justificar o tienen declarada su inversión. Blaksley enfrenta además un juicio por defraudación en la justicia Federal, donde más de mil personas lo han denunciado por incumplir pagos y negarse a devolver dinero. También tiene un juicio laboral multimillonario en la justicia del Trabajo y más de 35 pedidos de quiebra en la justicia Comercial.


Blaksley y Hope Funds también son conocidos por su relación con referentes del macrismo y el peronismo renovador, a los que han sabido mezclar con figuras del espectáculo y del deporte. Hope Funds organizó eventos promocionales con estrellas como Usain Bolt, Roger Federer y las hermanas Williams, en los que Blaksley se fotografió junto al presidente Mauricio Macri, al Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y al diputado Sergio Massa. Además, Blaksley fue socio de Fernando Marín, interventor de Futbol Para Todos, y manejó el merchandising del club Boca Juniors cuando el ministro de Producción, Francisco Cabrera, era gerente de marketing del club. Junto a Marcelo Tinelli y a una empresa fundada y luego vendida por el Titular del Sistema de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, Blaksley manejó el marketing de la selección argentina de básquet durante el apogeo de la Generación Dorada y Emanuel Ginóbili llegó a dar una charla inspiracional en un evento interno de Hope Funds. Blaksley es también muy conocido en el ambiente del polo, donde fue sponsor principal de La Dolfina, el equipo multicampeón de Palermo, y manejó ahorros de muchos polistas, incluso del número uno del mundo, Adolfo Cambiaso.


Las relaciones públicas y privadas de Blaksley no serían ajenas al ámbito judicial. Las denuncias de la AFIP y la Procelac descansaron durante dos años en el juzgado de federal de San Isidro a cargo de Sandra Arroyo Salgado, tiempo durante el cual la jueza nunca resolvió la situación procesal de Blaksley a un año de haberle tomado declaración indagatoria, y nunca aceptó los pedidos de inhibiciones de la fiscalía para que Hope Funds cesara con su accionar fraudulento. Al cabo de esos dos años Arroyo Salgado se declaró incompetente, aduciendo que si bien Blaksley vivía en un club de polo dentro de la jurisdicción de su juzgado, las transacciones con los ahorristas habían ocurrido en las oficinas de Hope Funds en Buenos Aires, fuera de la jurisdicción de la jueza. Entonces la causa se sorteó entre los jueces federales porteños y recayó en María Romilda Servini de Cubría. Entre los abogados de la defensa se comenta que otro viejo contacto de Blaksley, esta vez del club de rugby CUBA, el penalista Mariano Cúneo Libarona, podría estar aportando, con la discreción que requiere el caso, su buena llegada a la jueza Servini, para comprarle tiempo a Hope Funds, que con los vendedores que le quedan sigue trabajando en la captación de clientes. “Lo importante es no detenerse, avanzar, trabajar día a día para sacar adelante a Hope Funds y salvaguardar el patrimonio de todos los clientes que han confiado en nosotros, y en mí en forma personal. Y en ese camino estamos,” le escribió Blaksley a sus “clientes y amigos” en diciembre del año pasado.


En cuanto a las empresas en proceso de liquidación en las Islas Vírgenes Británicas, a través de los Panama Papers PáginaI12 pudo detectar los siguientes datos:


1. A fines de mayo del 2013 Mossack Fonseca modificó los paquetes accionarios de Marketsite Ltd. y de Global Entertainment Enterprises Ltd. Marketsite dejó de ser el accionista de Global, siendo reemplazado por una nueva firma creada por Blaksley a través de su contador Alejandro Corrozino y el estudio panameño. La empresa creada con el propósito de reemplazar a Marketsite como accionista de Global se llamó International Entertainment Management Group y también fue inscripta en las Islas Vírgenes Británicas. A su vez, Marketsite pasó a ser accionista de International.


2. Pocas semanas después, según los documentos, Global Entertainment Enterprises habría pasado a ser accionista de una sociedad en Singapur llamada Sports & Entertainment y al año siguiente tendría vinculación con una firma en Costa Rica llamada Premium Atlántica S.A. con la que Blaksley y su esposa habrían comprado un departamento en U$S 330,000


3. El 1º de marzo del 2011 Mossack Fonseca firmó un contrato de servicios confidenciales con Marketsite Ltd. que incluía en su punto número uno la “la creación y manejo de cualquier tipo de sociedades”, junto a una amplia gama de servicios legales y administrativos, incluyendo el aporte de directores y accionistas del estudio panameño en las sociedades de su cliente.


4. En su presentación ante la corte de las Islas Vírgenes Británicas el abogado de los solicitantes escribió: “En algunos casos, incluyendo el caso de Marketsite, estas compañías fueron usadas para los propósitos personales de los accionistas de Hope Funds para comprar propiedades en varios países. Por ejemplo, parte del dinero de los inversores fue usado por el señor Blaksley para comprar un jet privado, un club de polo y varias propiedades en el exterior. entiendo que las propiedades en Florida cuyo material de márketing se adjunta pertenece a esta categoría.” En efecto. los Panama Papers muestran que una serie de empresas en las que Marketsite S.A. figura como accionista y que fueron inscriptas y mantenidas por Corrozino, el contador de Blaksley habrían comprado una serie de propiedades en Panamá a un promedio de U$S 260,000 a razón de una por empresa. Sin embargo, siempre según los papers, el beneficiario final de esas empresas sería el Banco Balboa, entidad que fue intervenida a fines del año pasado y cuya licencia para operar en Estados Unidos fue suspendida hace un mes porque el Departamento del Tesoro de ese país lo incluyó en la “lista Clinton” de entidades facilitadoras de lavado de dinero.


Este cronista intentó contactarse ayer en reiterados intentos con Hope Funds, pero el teléfono de la empresa no paró de dar ocupado. Ante la falta de respuesta (hasta ahora) de Hope Funds al pedido de información de los liquidadores, se hace cuesta arriba para los cientos o miles de eventuales codamnificados en una presunta estafa que Moyano estima de entre U$S 150 y 300 millones. Pero Moyano es optimista. “Es nuestro trabajo saber dónde está la plata. Nos dedicamos a esto,” afirmó a este diario. Según Moyano, las empresas a liquidar tienen en sus activos acciones de otras empresas por donde habría pasado dinero. El abogado dijo que Islas Vírgenes Británicas es el primer paso en una serie de pedidos de liquidación de empresas que seguirá en Curaçao, Panamá y Estados Unidos, donde ha detectado empresas y al menos un fideicomiso del grupo Hope Funds. Si algo quedó del dinero de sus inversores sólo Blaksley lo puede decir. La búsqueda recién empieza.

Publicado en Págna 12 el 25 de mayo del 2017

viernes, 10 de marzo de 2017

Duro golpe para la CIA - Por Santiago O´Donnell



La nueva jugada del sitio de filtraciones de gobiernos y grandes empresas WikiLeaks sacudió el tablero global. No sólo la revelación este miércoles de miles de documentos secretos de la CIA, algo inédito en la historia de la agencia. También por lo que los documentos mostraron. Y más aún por las derivaciones políticas de caso, que recién empiezan.

Se trata de una seria de instructivos, escritos en clave informática, con programas de virus y troyanos para pinchar con la última tecnología todo tipo de teléfono, computadora y televisor inteligente, incluyendo comunicaciones justo antes y después de ser encriptadas en smartphones de iPhone y Android por personas que pensaban que sus comunicaciones eran seguras precisamente porque eran encriptadas. Lo mismo que los usuarios de Whatsapp y Signal, que también pesaban que sus comunicaciones eran seguras. Los troyanos y virus de la CIA tienen nombre pintorescos como Time Stomper o Fight Club, y muchos remiten a bares y bebidas alcohólicas como Jukebox, Bartender, Wild Turkey, y Margarita.

La cosa no terminó ahí. Julian Assange, el líder de WikiLeaks, habló en una videoconferencia de prensa desde la embajada de Ecuador en Londres, donde se asiló hace más de cuatro años para evitar cargos de asalto sexual en Suecia que según él estarían motivados por razones geopolíticas. En la videoconferencia Assange dijo que el material filtrado que WikiLeaks acababa de publicar circulaba libremente entre ex analistas y contratistas de la CIA y que la fuente era una de esas personas, y que esa persona quería denunciar la irresponsable falla de seguridad de la agencia.

Como podía esperarse ante semejante denuncia, hubo reacciones en las capitales del mundo. Trump dijo a través de su secretario de prensa, Sean Spicer, que “la filtración debería preocupar a cada estadounidense” y aprovechó para espetarle a la CIA que sus estructuras deben ser renovadas.

El gobierno chino y el gobierno ruso, por separado, expresaron su preocupación. “Debemos tener en cuenta la capacidad de la CIA para interferir comunicaciones,” dijo el canciller ruso Sergey Lavrov. “Cuando tengo una conversación sensible dejo de lado a mi celular.” Los chinos incluso recordaron que varias de sus empresas operan en mundo global, compitiendo con empresas de Estados Unidos, al alcance de estos nuevos chiches de la CIA.

Es que hasta ahora –WikiLeaks prometió seis entregas más de la misma serie de documentos– a diferencia de los documentos de Snowden, el material no incluye operaciones específicas ni nombres de agentes ni víctimas.

Sin embargo, y acá viene la derivación política más significativa, WikiLeaks borró el código de los programas invasivos de sus publicaciones y ofreció públicamente compartirlos con las empresas de Silicon Valley para que puedan reparar las vulnerabilidades de su sistemas de seguridad. “Considerando lo que pensamos es la mejor manera de proceder y escuchando el pedido de algunos fabricantes hemos decidido trabajar con ellos para darle acceso exclusivo de los detalles técnicos a los que tenemos acceso para que los arreglos se puedan desarrollar e implementar , así la gente puede estar segura”, dijo Assange durante la conferencia de prensa. El gobierno acusó el golpe y Spicer contraatacó. “Cualquiera que esté pensando en trabajar con el señor Assange debería chequear primero con el Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre las repercusiones legales de proceder en esa dirección.”

Assange es un viejo crítico de la connivencia entre Silicon Valley y el Pentágono y le ha dedicado un libro al tema, Cuando Google encontró a WikiLeaks (Clave Intelectual, 2014), donde el autor señala, por ejemplo, que Google Maps es un desarrollo original de la Marina (Navy) estadounidense.

Pero ante la oferta de WikiLeaks y la advertencia de Spicer, Silicon Valley, que había apostado fuerte a favor de la rival de Trump en las elecciones de noviembre, mantuvo un llamativo silencio. Una a una, ante la consulta de los medios, Apple, Google, Microsoft y Samsung, entre otros, callaron o contestaron con evasivas.

Publicado en Pagina/12 el 11 de marzo de 2017

miércoles, 8 de febrero de 2017

"Trump es un lobo con piel de lobo": entrevista a Julian Assange - Por Santiago O'Donnell










Después de publicar los documentos que terminaron de hundir la candidatura de Hillary Clinton a la presidencia de Estados Unidos, después de indulto de Obama a su fuente Chelsea Manning, después de más de cuatro años de encierro en la embajada de Ecuador en Londres y de que Gran Bretaña sea acusado de detención ilegal por retenerlo ahí, a un mes de las elecciones en Ecuador que serán clave para su futuro, Julian Assange, director de WikiLeaks, accede a hablar de todos estos temas.

Sweater azul y pantalón verde arrugados, zapatillas rojas y barba blanca como su piel, da vueltas alrededor de una larga mesa en la sale de conferencias de la embajada de Ecuador en Londres. Mientras circula contesta preguntas durante más de dos horas. Habla con voz grave en forma pausada y deliberada, entre largos silencios, como una llama que de a ratos parece apagarse a la espera de una idea y cuando ésta llega, se vuelve encender.

Suena confiado y seguro cuando habla de WikiLeaks y el lugar que ocupa su sitio de filtraciones en el mundo de los medios pero duda su propio futuro, jaqueado por sus problemas legales con Suecia, Gran Bretaña y Estados Unidos, más el inminente cambio de gobierno en el país que le ha dado refugio. No esquiva ninguna pregunta, pero vuelve una y otra vez sobre quien a esta altura parece haberse convertido en su enemiga íntima, Hillary Clinton, como si ya extrañara su ausencia del escenario político.

TRUMP

–¿Qué piensa de Trump?

–Es un populista de derecha, una clase de político con amplios antecedentes en la historia de América Latina. Lo que es inusual es que la red de influencia de Clinton creció y se expandió tanto durante la presidencia de Barack Obama, que los demócratas se han convertido en el partido del establishment en Estados Unidos. Entonces te encontrás en una situación donde el apoyo a la CIA por parte de los Demócratas es de 32 por ciento mientras que entre los republicanos el apoyo a la CIA es de apenas el dos por ciento. Tenés a los demócratas buscando conflicto con Rusia y a los republicanos diciendo que no hay que pelearse con Rusia . Tenés a los demócratas diciendo que la destrucción de Libia y de Siria es una cosa buena, mientras tenés a los republicanos diciendo que no hay que meterse en esos países. Tenés a los demócratas diciendo que la alianza con los saudíes es algo bueno y hay que mantenerla y muchos congresistas republicanos apoyan esa postura también. Entonces Trump debe tomar la postura contraria para diferenciarse. Claro que ahora que los republicanos están en el gobierno todo puede cambiar, pero en este momento hay un contraste muy grande entre el gobierno que se fue y el que llegó. Los halcones neoconservadorews como Paul Wolfowitz, Robert Kagan, y William Kristol, la gente que rodea a George W. Bush, yo pensé que eran republicanos, se presentaban como ultrarepublicanos pero en esta última elección elogiaron y apoyaron a Hillary Clinton. Eso te dice algo de Hillary Clinton, de Trump y de los neoconservadores.

–¿Cómo concilia a ese justiciero librepensador que usted describe con el racista, misógino y xenófobo que conoció la opinión pública?


–Trump es un billonario que ha sido parte de la elite de Nueva York y sus viejos amigos incluyen a los Clinton. Pero no forma parte de la red de poder en Washington. El partido republicano no apoyó su candidatura. El hecho de que sea un misógino y un racista lo hemos visto todos. El ha exhibido esa conducta. Cuánto de eso fue sincero y cuánto fue para congraciarse con la base blanca republicana no lo sé. Clinton intentó usar la carta de las políticas de identidad en la campaña. Dijo con mucha fuerza que ella era la candidata de los negros, las mujeres y los latinos. Como resultado de proyectarse como la candidata de esos grupos de identidad quienes no pertenecían a esos grupos empezaron a pensar, ¿entonces quién es el candidato de mi grupo? Y así se fueron acercando Trump.

–Usted dijo que no hubo contacto con Trump antes de publicar las filtraciones de los emails de Hillary Clinton. ¿No le hubiera convenido negociar con él antes de publicar la información, cuando usted tenía mayor poder de fuego?

–En lo personal seguramente me hubiera favorecido, pero no. Era importante no tener contacto.

–¿Por qué?
–Para prevenir alegaciones de que la publicación estaba políticamente contaminada. No lo publicamos para favorecer a Trump. Lo publicamos por nuestras propias razones. Miralo desde perspectiva de WikiLeaks. Si nosotros tenemos acceso a información importante para entender cómo funciona la red Clinton en Washington y dentro del partido Demócrata es porque le hemos asegurado a nuestras fuentes que vamos publicar esa información de la manera más apropiada y en el contexto en que pueda tener el mayor impacto. Nosotros, como la gran mayoría de los analistas, pensamos que iba a ganar Clinton y que por lo tanto estábamos enfureciendo a la futura presidenta de Estados Unidos. Pensamos que en su presidencia mi situación se tornaría muy difícil y que continuaría el proceso en contra mío del gran jurado que me investiga en Estados Unidos. Pensamos que nos estábamos sacrificando. Yo no crei que el establishment iba a dejar que Trump ganara. Trump tenía a todos los sectores del establishment en su contra excepto los productores de carbón, que ya ni siquiera son un establishment importante de la economía. Tenia a los bancos en contra, los medios en contra, a los políticos en contra, a Silicon Valley en contra. Eric Schmidt, Presidente de Google, trabajó activamente para la campaña de Clinton. ¿Por qué perdieron? Porque leyeron las encuestas y pensaron que no podían perder. Si hubieran pensado que perdían, hubieran multiplicado sus donaciones de campaña hasta asegurarse que ganara Hillary Clinton. Pero no van a regalar plata. Dieron lo que pensaron que era necesario y no más.

LOS SERVICIOS


–¿Cómo es la relación entre Trump y la CIA?

–La CIA peleó para que Trump no llegase a la presidencia. En las últimas dos semanas de su gobierno Obama firmó una serie de decretos para incrementar el poder de las agencias de inteligencia. Por ejemplo le dio a 16 agencias de inteligencia acceso a los miles de millones de correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas telefónicas interceptadas a diario por de la Agencia de Seguridad Nacional. La agencia que realmente quería acceso a ese oceano de información es la CIA. Tambien sacó a los servicios de inteligencia de la ley de empleo público así se les puede pagar mejor a los agentes y darles mejores condiciones de trabajo. Todo esto demuestra que en sus semanas finales el gobierno de Obama buscó acercarse a la comunidad de inteligencia o pagar una deuda. La CIA se había opuesto a Trump. ¿Por qué? La razón principal es el programa en Siria, cuyos directivos habían sido nombrados por Barack Obama. Es el proyecto numero uno de la agencia desde el 2010 en términos presupuestarios, costando aproximadamente un billon de dólares por año. Se entrenó a más de diez mil insurgentes y se llevó adelante en el marco de cooperación encubierta con Arabia Saudita, con Kuwait y Qatar, etc. etc. Toda esa gente en la CIA que había ganado experiencia en Siria y que había dedicado sus últimos años al tema se vio disminuida cuando Trump decidió no continuar el programa y ahora están peleando para mantenerlo. Además, muchos agentes de la CIA mantienen el espíritu antirruso de la Guerra Fría. Con la asunción de Trump, esos agentes se vuelven irrelevantes. Así que la CIA tiene mucho incentivo para arrinconar a Trump y obligarlo a seguir con la operación siria y a tomar distancia de los rusos. En esto último ya se ve un resultado: Trump claramente ya está usando un tono más distante para hablar de Rusia.

–¿Y el FBI cómo se lleva con Trump? ¿No había ayudado a Trump en la elección?

–No. Es equivocado pensar que Comey (James, jefe del FBI) reabrió una investigación contra Hillary Clinton diez días antes de la elección como una forma de lanzar un terrible ataque en contra de su candidatura.

–Pero además de lo de Comey en la página web del FBI publicaron una vieja investigación cerrada contra Bill Clinton a pocos días de las elecciones.
–Otra precepción errónea. Lo que pasa es que bajo la ley de acceso a la información, cuando dos o más personas requieren y obtienen un documento, las agencias están obligadas a imprimir en su página web la misma información que se le entrega a esas personas. Y en los días previos a la elección muchos periodistas hurgaban información sobre los Clinton y eso fue lo que sucedió con la página web del FBI. Con repecto a lo de Comey, Comey limpió la investigación de los emails de Hillary Clinton. Cualquier persona que no se llame Hillary Clinton hubiera sido procesada, en base a las pruebas. No es solo que Hillary Clinton comunicó información secreta a través de un email privado no declarado. Lo hizo. Más serio me parece que pueda haber recibido coimas cuando era secretaria de Estado a través de la Fundación Clinton. Después, el hecho de haber borrado mas de 33.000 mails cuando ya sabía que era investigada y el encubrimiento para tapar lo que había hecho. ¿Y por qué hizo esto Hillary Clinton? Para evitar la ley de acceso a la información. Entonces creó un servidor privado en su propia casa porque algunas de sus comunicaciones podían ser problemáticas en su camino a la Casa Blanca. En cierto modo es una tragedia griega. Primero quiso ocultar información y luego quiso ocultar que había querido ocultar información. El primer encubrimiento no había sido demasiado grave pero luego intentó ocultar que intentó ocultar y después intentó ocultar que había intentado ocultar lo que había ocultado y la cosa se complicó demasiado. Como en un cuento de Tolstoi, empezó con un crimen pequeño y luego uno más grande para tapar el anterior y luego otro más grande, hasta que termina cometiendo un crimen grave. Entonces, ¿por qué habló Comey? Porque entendió que entre su tropa había empezado una revuelta porque los agentes directamente involucrados en la investigación de los emails habían empezado a filtrar información a la prensa y la policía de Nueva York, que también participó de la investigación, también empezó a filtrar los datos que habían encontrado. Y esos agentes empezaron a preguntar por qué la cabeza del FBI y del Departamento de Justicia no apoyaban su investigación. Y estos agentes desencantados concluyeron que Hillary Clinton había frenado la investigación entonces ellos mismos empezaron a investigar a las cabezas del FBI y el Departamento de Justicia. A días de las elecciones había surgido información nueva y Comey quiso anticiparse a las filtraciones y por eso escribió una carta a un comité del Congreso para anunciar la reapertura de la investigación. Pero Comey cometió un error político. Queria limpiarse para que no lo acusen a él de encubrir a Hillary Clinton, pero terminó atrayendo atención a su persona.

HILLARY
–¿Qué rol cumplió WikiLeaks en el triunfo de Trump?

Yo prefiero preguntar qué rol tuvo WikiLeaks en tirar abajo a Hillary Clinton y su red de Washington D.C. WikiLeaks se especializa en publicar documentos difíciles de conseguir, de gobiernos y grandes corporaciones. Eso incluye los emails de Hillary Clinton. A medida que los fuimos obteniendo los fuimos publicando, indexando y agregando según el año a los distintos documentos relacionados con Hillary Clinton que teníamos en nuestra colección. Así la gente percibió que queríamos más información y que la publicaríamos, después de chequearla y asegurarnos que sea verídica. Entonces veníamos haciendo eso con sucesivas publicaciones. La primera que tuvo un impacto político enorme se refería a los documentos del Comité Nacional Demócrata (DNC, en inglés), unos 20 mil emails que mostraban cómo el DNC había manipulado la elección primaria para asegurarse que Hillary Clinton ganara. A partir de esa publicación los cinco principales líderes del DNC renunciaron, incluyendo la presidenta Debbie Wasserman Schultz. Lo publicamos en los días previos a la convencion del partido Demócrata en el que el partido anunció la nominacion de Hillary Clinton.

–¿Qué impacto tuvo esa revelación en los votantes?

–Difícil decir. Mucha gente que había participado en las primarias, al descubrir que estaban arregladas, se puso furiosa. Otros tantos ya venían furiosos de antes porque habían visto distintas evidencias de trampa durante toda la campaña. Supongo que nuestro material tuvo un gran impacto porque no habían habido renuncias hasta que publicamos la pueba documental. La constitución del DNC dice que sus autoridades deben manejarse de una manera estrictamente imparcial. Prohíbe explícitamente a las autoridades favorecer a un candidato sobre el otro y los emails que publicamos mostraban precisamente eso, incluyendo instrucciones directas a través de la cadena de mandos.

–Y a más largo plazo, ¿cuál fue el impacto? Usted mencionó la destrucción de la red de los Clinton.

–Una red muy intricada. La destrucción o la marginalización de la red de los Clinton en Washington se puede ver en la fuerte caída de grandes donaciones a la fundación Clinton y en el cierre de la Iniciativa Global Clinton. Era una red de tráfico de influencias en la que Hillary Clinton era la que traficaba mientras Bill Clinton gobernaba en la Casa Blanca. Cuando se termina la presidencia de Bill Clinton el principal actractivo que mantiene a la red funcionando es la idea de que Hillary llegará a la Casa Blanca. Entonces tenés a los saudìes, a los kuwaitíes, y Qatar y muchos otros intentando conseguir influencia a través de esta red.

LA FUENTE

–Entonces usted consiguió información de una fuente. ¿Sabe quién es la fuente o eso no importa? ¿Da lo mismo si es un arrepentido o una institución o una agencia de inteligencia? ¿O sólo importa que el documento sea verídico y encaje en su criterio de publicación?

–La fuente varía según la publicación. Lo más importante es verificar si el material es verdadero o no. Con respecto a esta publicación lo único que hemos dicho es que la fuente no fue el estado ruso y no diré más que eso.

–Las agencias de inteligencia de Estados Unidos dicen que la información provino de hackers rusos y que también había sido hackeado el partido Republicano. ¿A usted le ofrecieron documentos del partido Republicano?

–La información de las agencias de inteligencia es extremadamente pobre. No, no. Si un fuente nos hubiera ofrecido ese material, y hubieramos verificado la autenticidad de los documentos, por supuesto que los hubiéramos publicado.

–¿WikiLeaks va a publicar documentos sobre el gobierno de Trump?
–Ni siquiera entiendo que alguien pueda preguntárselo. Nosotros publicamos muchísimos documentos del gobierno republicano de George W. Bush y lo seguiremos haciendo con el gobierno de Trump.

–¿Y del gobierno de Putin?

–Nosotros publicamos más de 600 mil documentos de Rusia y más del 90 por ciento de esos documentos eran críticos del gobierno de Putin También publicamos más de dos millones de documentos de Siria, el aliado clave de Rusia, incluyendo los correos electrónicos de Bashir Al Assad, cuando yo ya estaba en esta embajada.

–Ninguna megapublicación es geopolíticamente neutral. Nada de lo que hace wikileaks es geopolíticamente neutral. Al publicar los mails de Hillary Clinton ustedes trabajaron a la par de Rusia para favorecer a Trump. ¿No siente que se cruzó un límite?

–Para nada. Como dije, nuestra fuente no es Rusia.

–Pero Rusia quería que ustedes lo publiquen.

–Es irrelevante. Rusia quiere algo, Estados Unidos quiere algo, es irrelevante. Podría importar en un caso extremo por ejemplo si una gran potencia esta intentando dominar un país pequeño y si esa gran potencia nos diera material que podría socavar la habilidad del país pequeño para resistir esa dominación, entonces no quiero ninguna parte de eso. Pero hasta ahora no hemos tenido ese problema. ¿Por qué? Porque las grandes potencias tienen grandes medios a su disposición, medios como la BBC o la CNN entonces tienen la capacidad de proyectar información que dañe o deje mal parado a quien sea. Son los países más pequeños los que necesitan que exista Wikileaks.

–¿Entonces le da lo mismo hacer un gol para los rusos o los chinos o los estadounidenses?

–WikiLeaks se especializa en publicar documentos secretos de las grandes potencias y de las corporaciones más poderososas. Quiere decir que siempre estamos bajo fuego de los más poderosos cañones de propaganda. Entonces WikiLeaks siempre va a ser el chico malo. El día que dejemos de ser los chicos malos será porque no estamos haciendo nuestro trabajo.

INDULTO
–¿Qué opina del indulto a Chelsea Manning?

–Ante todo es un gran triunfo para Chelsea Manning pero también es un gran triunfo estratégico para Wikileaks. Para Chelsea Manning significa su libertad. En lo estratégico, Chelsea había sido usada como un ejemplo para desalentar a otros arrepentidos a que se conviertan en nuestras fuentes. La sometieron a un tratamiento cruel e inhumano de acuerdo con las Naciones Unidos (dictamen de la Relatoría Especial sobre Tortura de la ONU, entonces a cargo del argentino Juan Mendez) y sentenciada 35 años de cárcel, una sentencia extrema dado que se la había condenado por pasarle a la prensa, no a una potencia extranjera, documentos secretos del gobierno estadounidense. Fue una sentencia sin precedentes. Aún una condena de siete años (el tiempo que Manning pasó en la cárcel) por pasar información secreta a la prensa no tiene precedentes en Estados Unidos. Es una sentencia diseñada para que los empleados del gobierno de Estados Unidos tengan miedo de filtrar información sobre los abusos de las fuerzas armadas de Estados Unidos. La clemencia de Obama significa que ahora se percibe que filtrar a WikiLeaks ya no cuesta 35 años de cárcel, sino a lo sumo siete. Es una victoria para la prensa como institución. También es una victoria para el caso que me abrieron en Estados Unidos, donde Manning y yo figuramos como presuntos coconspiradores, ya que complica políticamente la acusación del fiscal. ¿Y por qué lo hizo Barack Obama? Es un político. Es uno de los presidentes que menos perdones ha otorgado en la historia. ¿Perdonó a John Kiriakou, el ex agente de la CIA que denunció el programa de torturas de la agencia? ¿Perdonó a Thomas Drake, el ex ejecutivo de la Agencia de Seguridad Nacional, que había denunciado el primer programa de vigilancia masiva? No. Y eso que ambos habían seguido el proceso: primero hicieron la denuncia internamente y cuando fueron ignorados recién entonces acudieron a la prensa. ¿Lo perdonaron a Edward Snowden? ¿Me perdonaron a mí? Tampoco. Había una campaña enorme para que perdonen a Snowden y a alguno de estos otros. Entonces Obama tenía que darle algo a su base demócrata, al ala izquierda del partido que venía haciendo campaña con este tema.

–No prometió que se iba entregar a Estados Unidos si indultaban a Manning?

–Si. Lo dije el año pasado y lo repetí cuando se anunció que Manning estaba en la lista corta de posibles indultados. ¿Por qué se anuncia una lista corta? Para medir la opinión pública antes de decidir. Si hay un clamor en contra o a favor, el presidente suele seguir ese indicio, si no le importa a nadie decide por las suyas. ¿Por qué no hubo un clamor en contra en el caso de Manning? Porque aquellos en contra de WikiLeaks y de Manning pensaron que si Obama lo indultaba yo me tendría que entregar. Esa fue la idea: disminuir estratégicamente las chances de que Manning no sea indultado.

–¿Pero ahora se va a entregar?

–Si, si me respetan mis derechos, pero no funciona así. Yo quiero entablar un dialogo con el Departamento de Justicia y antes de la eleccion le escribimos y le dijimos que cierre el caso porque no hay evidencias y es inconstitucional, pero si quiere seguir adelante, que me enjuicie públicamente de una vez y que haga pública la orden de extradición. Eso fue con la fiscal general Loretta Lynch. Ahora asumió un nuevo gobierno y cuando asuma Jeff Sessions seguiremos esa negociación. Nosotros creemos que deberían cerrar el caso en contra de WikiLeaks, que atenta contra la libertad de la prensa. Tal como se viene preparando, el juicio contra WikiLeaks seria en Alexandria, Virgina, donde está la mayor concentración de contratistas de la CIA en todo el país y estos formarian los potenciales jurados. Todavía hay cosas para hablar y la pelota está en su cancha.

AMERICA LATINA

–¿Qué piensa de la idea de Trump de construir un muro y frenar la inmigración? ¿No es peligrosa para América latina?

–El muro ya existe. Ahi donde no existe el muro construido existen fronteras naturales, como desiertos o ríos. El muro de Trump tiene un significado simbólico y no práctico. Pero si Latinoamérica percibe que Estados Unidos esta rechazando la region, la consecuencia sera que Latinoamerica rechazará a Estados Unidos. Esta simetria geopolitica puede ayudar a reforzar la soberanía y cooperación dentro de la región. Las instituciones están estructuradas para sobrevivir los cambios de funcionarios electos. ¿Es más probable que Trump se termine pareciendo a la CIA o la CIA a Trump? ¿Que las agencias impositivas se parezca a Trump o viceversa? Que las fuerzas armadas se parezcan a Trump o ál a ellas? Siempre es más fácil que cambie el individuo a que cambie la institución. Independientemente de quien gobierne, Estados Unidos cometerá todo tipo de crimenes con sus poderes militares y de inteligencia. Al menos con Trump está todo a la vista y el jefe de Estado actúa públicamente como el estado que lidera, en vez de limpiar su imagen.

–¿Es bueno para México que Trump quiera suspender o renegociar su tratado de libre comercio con Canadá y Estados Unidos?


–Muy probablemente no sea bueno desde el punto de vista económico pero seguramente será bueno desde el punto de vista de la soberanía y la independencia. Ya se puede sentir que hay presión sobre el gobierno mexicano para actuar de manera más soberana.

–Peña Nieto canceló su visita.

–Por ejemplo, Estados Unidos siempre actuó como una potencia imperialista. Entonces, ¿qué rol le cabe al presidente? Un rol representativo. Bajo la conducción de un hombre negro educado y cosmopolita como Barack Obama el gobierno de Estados Unidos no se parecía a lo que era. Bajo Barack Obama se deportaron más inmigrantes que en cualquier otro gobierno y se pasaron de dos guerras a ocho. Supongamos que Argentina tiene un conflicto con el gobierno de Trump por su apoyo a Gran Bretaña en el caso de las Malvinas. ¿Es más fácil o más difícil para Argentina conseguir apoyo en la comunidad internacional que cuando era presidente Obama? Es más fácil con Trump. ¿Y a nivel doméstico en Estados Unidos? Claro que será más fácil protestar contra las políticas de Trump. De hecho las protestas ya empezaron. Los demócratas, cuando están en la oposición pueden convertirse en una fuerza que restringe y controla al gobierno. Pero cuando llegan a la presidencia y al gabinete se funden con las instituciones. El gobierno de Obama era un lobo con piel de oveja. El gobierno de Trump es un lobo con piel de lobo. Es más fácil tratar con un lobo que no se disfraza.

–¿Qué opina del giro a la derecha en la región y cómo lo afecta a usted, que había recibido un fuerte apoyo de gobiernos en Brasil y Argentina que ya no están?
–Va a ser todo más difícil especialmente para Ecuador, que perdió a dos aliados fuertes. Pero yo creo que es erróneo decir que hubo un giro a la derecha. El cambio consistió en la aparición de un movimiento de protesta surgido de la explosión de internet y las redes sociales. Eso favorece a la oposición porque el gobierno representa a la autoridad y la libertad de expresión corroe esa autoridad. Hay otros factores pero ese es el más importante. Se hizo más fácil criticar a los gobiernos y los que estaban en el poder eran de izquierda. Pero ahora ese mismo movimiento de protesta está empezando a debilitar el gobierno de Macri. Algo similar sucedió en mi país algunos años atrás. Las redes sociales llegaron a Australia un par de años antes que a América Latina. Entonces los gobiernos eran estables y solían durar una década. Desde entonces la duración promedio de un gobierno australiano no pasa de los dos años.

EMBAJADA

–¿Como está su gato?
–Acá está, en el otro cuarto. Llegó recién nacido hace un año y ya es un gato adulto.

–¿Cómo afectó su vida?

–Tuvo un impacto bastante fuerte. Trajo vida animal a la embajada. Una de las cosas que más extraño es tener algún tipo de contacto con un animal. Cuando llegan vegetales a la embajada de tipo lechuga muy de vez en cuando había un bicihito en la hoja y yo me exitaba mucho al verlo. El gato se ha convertido en una superestrella. Es uno de los gatos más famosos del mundo. Se asoma a la ventana y los paparazzi le sacan fotos. Pensamos que sería una buena incorporación para la embajada y que a las mujeres que trabajan acá les gustaría tener un gatito, pero terminaron queriéndolo demasiado y se armó una especie de competición para cuidarlo.

–No puedo dejar de preguntarle por la decisión de Ecuador de interrumpir su acceso a internet durante el último mes de la campaña presidencial estadounidense.


–Habia presiones muy grandes sobre mí. Pero WikiLeaks no será presionado. Nos aseguramos de que seguiríamos operando. No dejamos de publicar un solo día y publicando aún cuando yo tenía el acceso cortado. A lo sumo nos demoramos unas pocas horas. Estábamos preparados. Teníamos buenas fuentes en el gobierno estadounidense, sabíamos que Ecuador estaba siendo presionado. Ecuador y Estados Unidos por su parte niegan que hubiera presión. Pero por lo que me dicen mis fuentes el gobierno demócrata estaba muy preocupado por nuestras publicaciones, e intentó influir a Ecuador, influyendo a través del secretario de Estado, John Kerry. Ecuador ha sido muy valiente en defenderme y darme asilo y ha resistido con mucha fuerza las presiones de Estados Unidos y Gran Bretaña durante estos cuatro años y le estoy agradecido por eso. Pero a pocas semanas de las elecciones en su propio país, el gobierno no quería que se le acusara falsamente de intervenir en la elección estadounidense, y digo que es una acusación falsa porque nosotros no publicamos desde la embajada sino desde Francia y Alemania. Mi análisis es que Ecuador quiso evitar que la CIA pueda usar eso para legitimar una intervención en la elección ecuatoriana. Y Ecuador ya tiene experiencia en operaciones de la CIA. Entonces hizo este gesto de tomar distancia de nuestra publicación, de decir que el hecho de que yo esté refugiado en jurisdicción ecuatoriana obviamente no significa que Ecuador sea responsable por lo que publica WikiLeaks, de igual forma que no es responsable el pais de mi nacionalidad, Australia. Aunque no estoy de acuerdo con la manera en la que se hizo, es algo entendible.

–¿Como una orden y no como parte de un diálogo?


–Hubiera sido mejor trabajar el problema hasta encontrarle la mejor solución.

–Siendo que lo principal que lo separa de un preso común es su acceso ilimitado a internet , me imagino que perder ese privilegio debe haber sido muy duro.

–También. Pero de alguna manera, en un ambiente que no ha cambiado en más de cuatro años, de repente hubo un cambio. Ese cambio supuso el desafío de coordinar a mi equipo bajo esas circunstancias. A me gusta un buen desafio. Entonces hubo un cambio y un desafio, con lo cual fue duro pero distinto.

–¿Qué hacía? ¿Leía libros?


–Nooo. Tenía mucho trabajo. Tenía que implementar un sistema de comunicación alternativo.

–¿Entonces tenía muchas reuniones? ¿Mucho contacto cara a cara?

–Muchos courriers, muchas palomas mensajeras .

–Una buena pelea.

–Fue un momento muy tenso. Salió una editorial en un diario de acá pidiendo que Ecuador me entregue. Declaraciones de congresistas estadounidenses y la revista TIME exigiendo lo mismo, ciertos sectores de la sociedad ecuatoriana fueron reclutados para presionar al gobierno ecuatoriano.

FUTURO


–¿Qué le va a decir al próximo presidente de Ecuador cuando venga a preguntarle cuáles son sus planes para el futuro?
–Que estoy agradecido y que juntos vamos a ganar y asentar un precedente importante para la defensa de los derechos humanos. Como todos los gobiernos debe asegurarse que sus refugiados sean protegidos. Es la obligación legal del gobierno.

–¿No le parece que el próximo gobierno debería capitalizar su victoria diplomática ante Naciones Unidas, que declaró que las acciones de Suecia y Reino Unido equivalen a una detención ilegal?

Fue una doble victoria porque Naciones Unidos declaró que estaba ilegalmente detenido y Reino Unido apeló y volvió a perder. Fue una victoria diplomática para Ecuador aunque se logró con abogados de WikiLeaks sin la participación de Ecuador. Sin embargo demostró que Ecuador estaba en lo correcto al concederme asilo. Pero si Ecuador decidiera avanzar, se podrían obtener más victorias diplomáticas.

–¿Entonces qué va a pasar con su vida?

–No lo sé, tenemos las dos decisiones favorables en Naciones Unidas. Después de muchos esfuerzos logramos que una de mis presuntas fuentes, Chelsea Manning,obtuviera clemencia y será liberada. Estados Unidos se niega a cerrar mi causa por espionaje. en mi contra. Tuve una victoria importante en Suecia: despues de seis años finalmente se hizo lo que veníamos pidiendo y pude declarar por primera vez. Hasta entonces, Suecia habia utilizado su negativa a tomarme declaración en esta embajada como un truco para mantener abierta la investigación preliminar desde 2010. La fiscal en Suecia todavía no decidió si va a acusarme. Si decide acusarme será una decisión política. Por un lado, una acusación formal llevaría a un juicio que el estado sueco perdería. Por el otro, si la fiscal cierra la investigación probablemente acabaria con su carrera profesional. La mejor opción para la fiscal siempre ha sido mantener el impasse (la acusación de “violación en grado menor” proscribiría en tres años).

O sea que con todo lo que pasó su situación no cambió demasiado.

–Hubo triunfos políticos y legales. Las Naciones Unidas declararon que mi detención es ilegal.

–Pero la decisión no es vinculante.

–Si que es vinculante. Los jueces lo reconocen. La Corte Europea de Derechos Humanos, por ejemplo, hace propios los dictámenes (del Grupo de Trabajo Detención Ilegal) de Naciones Unidos. Lo que no hay mecanismo de aplicación.

–Entonces no se cumple.

–No, pero obviamente hay un costo diplomático para Suecia y Gran Bretaña. Cada vez que Gran Bretaña o Suecia le vayan a decir a un país extranjero que han detenido ilegalmente a un ciudadano británico, ese país puede contestar que Gran Bretaña y Suecia hacen lo mismo conmigo. Habrá que ver cuánto tiempo quiere pagar ese precio.

Publicado en Página/12 el domingo 5-2-17. La versión completa de esta entrevista puede leerse en Medio Extremo .(medioextremo.com)

martes, 31 de enero de 2017

"¡Estados Unidos primero! ¡Estados Unidos primero!" - Por Santiago O´Donnell











Duró apenas 16 minutos y dejó sin aliento a los analistas de la derechista cadena Fox. En las escalinatas del Capitolio, frente a una multitud de caras blancas, Trump dio el mejor discurso de su vida, coincidieron unos cuantos. En todo caso fue el más escuchado. “Juntos haremos a Estados Unidos fuerte otra vez. Haremos que Estados Unidos sea rico otra vez, haremos que Estados Unidos sea orgulloso otra vez, haremos que Estados Unidos sea grandioso otra vez.”.


El mensaje podrá gustar o no, lo mismo que el personaje, pero como en los mejores momentos de su reality show “El Aprendiz” de la década pasada, Trump fue claro, directo, conciso y eficaz.


Después de los saludos de rigor y de agradecer la hospitalidad del matrimonio Obama, casi sin cambiar el tono de su voz, y sin mirarlos, trató de usurpadores al presidente saliente y a los congresistas que rodeaban el podio. Con su llegada a la presidencia “la gente” había recuperado el gobierno que había perdido a manos de la elite política capitalina, dijo el magnate inmobiliario neoyorquino. “Hoy no estamos simplemente transfiriendo el poder de una administración a otra, o de un partido a otro, estamos arrebatándole el poder a Washington D.C. y se lo estamos devolviendo a ustedes, la gente.”


Y siguió: “ Desde hace demasiado tiempo un pequeño grupo en la capital de nuestra nación se ha alzado con los beneficios de pertenecer al gobierno mientras la gente pagó el costo. Washington se enriqueció, pero la gente no compartió esa riqueza. Los políticos prosperaron, pero los trabajos se fueron y las fábricas cerraron. El establishment se protegió a sí mismo, pero no a los ciudadanos de este país. Todo eso cambia a partir de este momento porque este es su momento.”


No fue un discurso conservador. Trump debe ser el primer presidente Republicano de Abraham Lincoln a esta parte que no habló de bajar los impuestos ni recortar gastos del gobierno. Al contrario, prometió una fuerte inversión en obra pública para modernizar el país y generar empleo. “Construiremos nuevas carreteras, y autopistas, y puentes, y aeropuertos, y túneles a lo largo y a lo ancho de nuestro maravilloso país. Sacaremos a nuestra gente de los programas de desempleo y la pondremos a trabajar en la reconstrucción de nuestro país con manos estadounidenses y trabajo estadounidense.”


Dejó en claro su inclinación proteccionista y su disgusto con la globalización con una frase lapidaria. “Nos manejaremos con dos reglas muy simples: compre estadounidense y contrate estadounidense.” Para martillar el mensaje hasta disipar la última duda insistió, solemne: “Los aquí reunidos hemos decretado, para que se escuche en cada ciudad, en cada capital extranjera, en cada centro de poder. A partir de hoy, sólo será Estados Unidos primero, Estados Unidos primero”


Prometió “recuperar las fronteras” pero evitó frases irritantes sobre muros y criminales venidos de otros países. Habló directamente de “terrorismo islámico radical”, algo que sus antecesores habían evitado, al prometer que trabajará con otros países para “erradicarlo de la faz de la tierra.”


Significativamente, Trump anunció que durante su gobierno Estados Unidos no intentará exportar sus ideas acerca de la democracia y la sociedad civil. “No buscaremos imponer nuestra forma de vida a nadie, sino que brillaremos como ejemplo. Brillaremos y los demás seguirán.”


En un estudiado intento por dejar atrás su larga lista de comentarios racistas y xenófobos, el flamante presidente parafraseó el famoso discurso “I have a dream” que Martin Luther King diera en esa misma ciudad en 1963. En la versión de Trump, los ciudadanos “de montaña a montaña, de océano a océano” no serán olvidados, y tanto en el conurbano de Detroit (de población negra) como en las planicies de Nebraska (población blanca) “miran el mismo cielo y llenan sus corazones con el mismo sueño.”


No olvidó a los veteranos de guerra y abundó en invocaciones al patriotismo, a Dios, la Biblia y El Creador.


Mezcló a Dios con el patriotismo: “No debemos tener miedo. Estamos protegidos y siempre estaremos protegidos. Estaremos protegidos por los grandes hombres y mujeres de nuestras fuerzas armadas y, más importante aún, estaremos protegidos por Dios.”


Y mezcló el patriotismo con la lucha contra el racismo: “Es hora de recordar un consejo sabio que nuestros soldados nunca olvidan: seamos negros o marrones o blancos, todos sangramos la misma sangre roja de los patriotas, todos gozamos de las mismas gloriosas libertades, y todos saludamos la misma gran bandera estadounidense…cuando abres tu corazón al patriotismo, no hay lugar para la discriminación”


Aunque el tono nacionalista-aislacionista sobrevoló todo el discurso, Trump también le dedicó un párrafo o dos a lo que será su política exterior. “Buscaremos la amistad y la buena voluntad de las naciones del mundo, pero lo haremos con el convencimiento de que todas las naciones priorizan sus propios intereses.”


En un hombre tan autoreferencial, que le puso su apellido casinos y rascacielos, a perfumes y canchas de golf, llamó la atención el uso constante que hizo del “nosotros”, evitando en todo momento a la primera persona.


También, para alguien tan pendenciero y provocador, llamó la atención que no dedicara tan siquiera un sarcasmo a su larga lista de enemigos, empezando por los medios de comunicación.


No es el primer presidente que llega a Washington con promesas de sacudir el establishment a favor del bienestar de “la gente”, de vencer a la burocracia capitalina y a los grupos de interés que atentan en contra del bien común. Sus antecesores fracasaron, pero hoy es hoy y Trump es Trump y Estados Unidos nunca tuvo un presidente como él.


Traje azul, corbata roja, jopo naranja sacudiéndose en el viento, su esposa-modelo Melania de celeste, pelo recogido a lo Jackie Kennedy. Durante toda la ceremonia Melania pareció poco más que una figura decorativa a la que en ningún momento su marido le dedicó una mirada, ni hablar de un gesto afectuoso, en marcado contraste con los Obama, los Biden o los Pence. Hasta los Clintons parecían acaramelados en comparación.


Podrá gustar o no, podrá dar asco o meter miedo. Pero después del discurso de ayer nadie podrá decir que no estaba avisado.




Publicado en Página/12 el 21/01/17

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Trump, violación, censura y después-------Por Santiago O´Donnell






Algún tiempo atrás, un periodista texano con nombre de actor de cine, Harry Hurt III, futuro colaborador asiduo del diario The New York Times, escribió una biografía de Donald Trump, “El magnate perdido”, que pasó sin pena ni gloria. No es que el libro fuera ilegible o no tuviera revelaciones interesantes, pero había salido en un mal momento, en 1993, cuando la figura de Trump estaba en declive. El ex Golden Boy del real estate de Manhattan había entrado en bancarrota dos años atrás por algunos malos negocios con bonos basura, y se había divorciado escandalosamente de Ivana y vuelto a casar con Marla; después de eso el público estadounidense parecía haber perdido el interés. Faltaban más cinco años para que volviera al ruedo con sus famosas Trump Towers, más de diez años para que arrancara el reality show que lo consagrara como celebridad, “El Aprendiz”, y más de veinte años para que se lanzara a la presidencia de Estados Unidos.

El libro contenía, mejor dicho contiene, al menos una primicia, llamativa entonces pero mucho más hoy, a dos días de las elecciones, cuando evidencias y testimonios de maltrato de Trump a distintas mujeres podrían restarle votos cruciales en una votación impredecible.

En concreto, Hurt obtuvo y su libro cita una copia del testimonio bajo juramento de Ivana Trump en el juicio por divorcio de 1990. En ese testimonio Ivana jura que Trump la violó. Jura que ocurrió una noche cuando Trump volvió a su casa después de una operación de “remoción de cuero cabelludo” para taparse la bochita. Según el testimonio de Ivana, Trump le dijo que el procedimiento estético le dolía mucho y la culpó porque ella le había recomendado el cirujano plástico. Entonces, juró Ivana, en un ataque de furia, Trump se le tiró encima y la violó. Según sigue el testimonio de Ivana, cuando pudo se escapó y se encerró en otro cuarto del departamento y se pasó la noche llorando. A la mañana siguiente Trump le preguntó, burlonamente amenazante, “¿te dolió?”

Cuando salió el libro de Hurt, el editor W.W. Norton, presionado por los abogados de Trump, incluyó con cada copia una hoja suelta con una especie de desmentida sin desmentir de Ivana, quien había cobrado 14 millones de dólares en efectivo en el divorcio y había firmado estrictas cláusulas de privacidad. Dijo que no había sido violada “en un sentido criminal o literal,” sino que “como mujer me había sentido violada.”

Por un tiempo la cosa quedó ahí. En 2009 Hurt se retiró del periodismo y se fue a vivir a los Hamptons, una especie de Punta del Este para los neoyorquinos. Enseña distintas materias en universidades y secundarias. Dice que le pagan mejor y que lo tratan mejor que en cualquier redacción o sitio de noticias. Desde allí, mientras viajaba en auto a su casa, hizo un alto en el camino y contestó por teléfono algunas preguntas de este cronista.

¿Qué piensa de la candidatura de Trump? “Él es hábil y sus chances de ser presidente aumentaron por unas revelaciones del FBI (sobre Hillary Clinton) que se hicieron de manera completamente inapropiada. Si Trump fuera electo sería un día de vergüenza nacional, porque Estados Unidos fue fundado en la idea de que todos los hombres y mujeres fueron creados iguales. El ha insultado a mexicanos, a discapacitados , a los padres musulmanes de un héroe de guerra. Es vergonzoso”

Cuando Trump empezó a arrasar en la primaria republicana, Hurt pidió a los editores que reimprimieran el libro. La editorial declinó, “por razones de negocios,” le dijeron. “No creí la explicación y después me enteré que el nuevo abogado de Norton había decidido que el libro era demasiado peligroso. Pero en la primera edición, los anteriores abogados de la editorial habían revisado el libro de punta a punta y no habían tenido una sola objeción, todo está perfectamente documentado”.

Mientras espera cerrar un trato con otra editorial, Hurt puso en venta una publicación electrónica de su texto en Kindle. Cuando un periodista del sito Daily Beast empezó a hacer preguntas sobre la violación, Richard Cohen, un abogado de Trump, le dijo “si escribís una nota sobre Trump que incluya la palabra ‘violación´te voy a arruinar la vida…te voy a seguir por todos este maldito planeta,” escribió la periodista Jane Mayer en un artículo de la revista The New Yorker. Al mismo tiempo la campaña de Trump sacó un comunicado de Ivana diciendo que la historia de su violación “no tenía mérito” y que ella y Trump habían criado a tres hijos juntos y que “estaban eligiendo sus dormitorios en la Casa Blanca.” Pero no negó que había acusado a Trump de violarla. Trump, por su parte, tuiteó que Hurt era un “tonto tontín” que había escrito “un libro fracasado.”

Hurt dice que no le constan las presiones al cronista del Daily Beast, pero confirma otro dato del artículo. Dice que sí, que la cadena CNN lo había invitado cuatro veces para ser entrevistado y las cuatro veces lo habían desinvitado, hasta que apareció el famoso video en que Tump cuenta cómo las mujeres “se dejan tocar las conchas” por los famosos y entonces CNN lo invitó por quinta vez y por fin, hace quince días, Harry Hurt III pudo contar lo que sabe a una audiencia masiva.

Hurt dice que no se siente censurado, pero sí reconoce que Trump ha generado un clima que invita a la autocensura. “No creo que sea una censura explícita, es que su retórica ha creado un ambiente de miedo e intimidación que lleva a la autocensura en los medios y las editoriales. El no necesita levantar un dedo.”

Con respecto a lo que pasó hace ya 23 años, Hurt no duda en afirmar que sigue creyendo que Trump violó a Ivana y nada de lo que ha pasado desde entonces lo ha hecho cambiar de opinión. “Eso es lo que ella dijo bajo juramento y lo tomo como una buena evidencia. Claro que no estuve allí y sólo ellos pueden saber lo que pasó, pero Ivana nunca negó lo que dijo ni se retractó y yo le creo.”

¿Y cómo se siente ahora Hurt, después de haber aportado información valiosa que puede llevar a una eventual derrota de Trump? “Si ese fuera el caso me sentiría bien, podría adjudicarme un pedacito del triunfo, si alguien leyó mi libro y después dijo ‘de ninguna manera lo voto’ pero debo reconocer que en todo caso él se lo hizo a sí mismo. La única manera que Trump puede perder es si los votantes terminan de ver cómo es él realmente. La única persona que puede parar a Trump es Trump.”

Publicado en Página 12 el 6 de noviembre de 2016

El Madoff argentino - Por Santiago O´Donnell








Podría tratarse de la estafa más grande de los últimos años. Por cantidad de dinero en juego, cientos de millones de dólares, por cantidad de víctimas o potenciales víctimas, cerca de dos mil, y por persistencia en el tiempo, ya que lleva años y no terminó.

Mauricio Macri, Marcelo Tinelli, Sergio Massa, Lionel Messi, Rodríguez Larreta, el magante inmobiliario Eduardo Elzstein, Adolfito Cambiaso, el “burrito” Ortega y hasta el Papa Francisco, entre muchos otros, cómplices, víctimas o socios de ocasión, en un gigantesco entramado de negocios donde se hace difícil establecer la diferencia.

En el centro de esos negocios y esas relaciones está el empresario Juan Enrique Blaksley, a quien algunos de sus denunciantes se refieren en privado como “el Madoff argentino”. Su apodo viene de Bernie, el Madoff original. Bernie Madoff fue condenado en 2009 a 150 años de cárcel por una estafa valuada en 52 mil millones de dólares, el fraude más grande en la historia de Estados Unidos. Bernie se había hecho famoso por un esquema criminal de inversiones de alto riesgo llamado “pirámide,” que al principio produce altísimos rendimientos para los inversores pero rápidamente el dinero desaparece. Enrique, el contraparte argentino de Bernie, fue denunciado por dos organismos federales que lo acusan de lavar dinero: la agencia impositiva o AFIP y la procuraduría especializada crímenes económicos y lavado de activos, llamada Procelac. Blaksley también enfrenta un número indeterminado de embargos e inhibiciones por juicios de personas que reclaman la devolución de su dinero en la justicia local. Sin embargo, la mayoría de quienes se sentirían estafados o que han reclamado la devolución de su dinero se abstienen de hacer denuncias judiciales, ya que según los propios instructivos de la firma, muchas de las inversiones debían ser en efectivo y al contado, con lo cual Hope Funds captaba (y capta) un alto porcentaje de sus inversiones en dinero no declarado o negro. Según ex empleados de Blaksley, algunos famosos han logrado recuperar su dinero con amenazas de armar escándalos mediáticos, mientras que otros inversores con menor capacidad de daño han optado por unirse para consultar abogados o golpear la puerta de la financiera hasta ser atendidos y aceptar las promesas o reintegros parciales que pudieran conseguir a cambio de su silencio.

En base a las denuncias de la AFIP y la Procelac, Blaksley ha sido acusado en la justicia federal de lavar dinero por el fiscal Fernando Domínguez de San Isidro, el distrito donde Blaksley fija residencia, y ha sido indagado hace diez meses por la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien todavía no se ha pronunciado sobre el procesamiento y las inhibiciones que oportunamente pidiera el ministerio público. Si Blaksley es culpable de lo que se le acusa, la demora de la jueza en expedirse –el plazo legal es de diez días– permite que el llamado Maddoff argentino y su firma, llamada Hope Funds, siga cometiendo delitos.

Claro que las fotos de Blaksley con Messi o Del Potro o Usain Bolt, con Macri, Massa o Rodríguez Larreta son cosa del pasado, asi como los intercambios con el Vaticano o los negocios con Boca, Tinelli, Andrés Ibarra, Fernando Marín y el Payaso Plin Plin. La insignia “Hope Funds” ya no viste las camisetas del multicampeón de polo La Dolfina en el Abierto de Palermo, ni decora los pasillos del Luna Park en partidos de básket de la selección, ni esponsorea las visitas a la Argentina de las estrellas del tenis Federer, Roddick y hermanas Williams. El Hard Rock Café, la empresa de alquiler de autos Hertz y Zurich Seguros ya no figuran en su página web como franquiciantes de Hope Funds y todos los viejos socios y contactos de Blaksley hacen lo posible por despegarse discretamente de él, como si nunca lo hubieran conocido.

El negocio –o la maniobra– parece haber entrado en su fase terminal, la más rapaz. Es que en la base de la pirámide sólo quedan los más vulnerables: ancianos confiados que no leen los diarios, personas sin mucha educación, ingenuos recién llegados a Buenos Aires.

Sin embargo, mientras el fiscal Domínguez trabaja en estos días en un nuevo pedido de procesamiento, paso previo a un eventual pedido de pronto despacho, alrededor de Hope Funds mucho se especula sobre la influencia que podrían estar ejerciendo los contactos políticos de Blaksley, sobre todo hoy con el macrismo y el massismo, para demorar o frenar medidas judiciales en contra de Hope Funds.

En ese contexto se habla de Joaquín y Manuel, los hermanos Romero Victorica, hijos del otrora influyente operador político–judicial de la zona norte, el ex fiscal Juan Martín Romero Victorica. Manuel Romero Victorica es el abogado de la jueza Arroyo Salgado en la causa por la muerte de su ex marido, el fiscal Alberto Nisman. Y Joaquín Romero Victorica es, según el Diario La Nación, “director del Centro Profesional de Entrenamiento de Hope Funds” desde diciembre del 2008. Ex empleados de Hope Funds juran haber visto más de una vez a los hermanos tomando café en el Café Martínez de la calle Sarmiento, a metros de las oficinas de Hope Funds, y dicen haber tomado dichos encuentros casi como una señal de que el frente judicial de la empresa estaría controlado, tal como les habría asegurado el propio Blaksley más de una vez.

No siempre había sido así. Hasta hace un año y pico nadie hablaba de juicios en Hope Funds. La firma de Blaksley ofrecía varios tipos de inversiones: plazos fijos de alto rendimiento en negro, doce por ciento anual en dólares, a través de una financiera fantasma en las Islas Vírgenes Británicas; inversiones en clubes de campo privados en Luján y Pilar en negro al principio y luego en blanco a dólar oficial para aprovechar la brecha cambiaria en los tiempos del control de capitales; inversiones en negro en departamentos a construirse en Nordelta a través de instrumentos llamados CIP (certificado de inversión y participación); inversiones en dólares y al contado en empresas de eventos y marketing deportivo, espectáculos y emprendimientos gastronómicos, en un club de polo en Indonesia y en departamentos en Florida, Estados Unidos. Hasta ofrecía la posibilidad de invertir en los derechos de imagen del Payaso Plin Plin, a quien Hope Funds promovía como futura estrella del canal Disney en América latina y de obras de teatro, ropa, juegos, libros, cotillón y DVD.

Y la frutilla del postre: la chance de invertir en franquicias de “Café Messi” en España y eventualmente todo el mundo. “La sociedad con los derechos de explotación y desarrollo de la marca estará conformada por la firma HOPE FUNDS y MESSI quienes participarán en partes iguales de la composición accionaria. La misma será la encargada de otorgar Masterfranquicias en distintas partes del mundo, comenzando por España”, reza un instructivo para los vendedores de Hope Funds. Para tranquilidad de los inversores Blaksley se había hecho fotografiar junto a Messi y una gigantografía de un cheque a nombre de Hope Funds y la Fundación Messi para Unicef, durante un partido a beneficio jugado en Perú en julio del 2013.

Hope Funds tenía, además, la franquicia del Hard Rock Café y de Hertz y vendía participaciones en las utilidades de las franquiciantes a través de instrumentos llamados CCU (contrato de cesión de utilidades). También era agente registrado de Zurich Seguros y le vendió cerca de diez mil de pólizas. Además era dueño de la concesión del shopping Buenos Aires Design en el corazón de la Recoleta, en sociedad con la firma IRSA del magnate Eduardo Elzstein. Dicha concesión fue renovada a precio de ganga en 2012 entre gallos y medianoche durante el gobierno de Macri en la ciudad, cuando Horacio Rodríguez Larreta era jefe de gabinete y su hermano, Augusto, apoderado de IRSA.

Con el dinero captado, Hope Funds invertía en las empresas de Marcelo Tinelli de eventos deportivos Ideas Sports y Pro IDS y en el mechandising de Boca Juniors a través de las empresas Ilmen y ProEnter durante la gestión del actual ministro de Modernización, Andrés Ibarra, como gerente de márketing del club. Hope Funds era también el sponsor principal de la selección de básquet a través de la empresa Sociedad Expansiva que había fundado Hernán Lombardi y que por entonces tenía al funcionario macrista como principal acreedor, al tiempo que se alzaba en tiempo récord con préstamos del Banco Municipal, según informara el sitio “Nuestras voces” de Gabriela Cerrutti. Hope Funds también invirtió en negocios de tango con el empresario del rubro Juan Fabbri y puso plata en una sociedad con Fernando Marín, actual gerente residual de Fútbol Para Todos, para producir una obra de teatro en la calle Corrientes.

Todo marchaba sobre ruedas. El 2012, sin ir más lejos, había sido una fiesta. Ese año Hope Funds había organizado Del Potro–Federer con Massa en Tigre, un Súper 4 con la generación dorada de básquet en el Luna, una muestra de Rafael, Tiziano y Rubens en el Museo Nacional de Arte Decorativo y el estreno de la camiseta La Dolfina-Hope Funds con la presencia Batistuta y Nalbandián. Al año siguiente llegarían la despedida del “burrito” Ortega en el Monumental, la muestra de arte gauchesco en el Vaticano, foto de Blaksley con Bergoglio incluida, la carrera de Usain Bolt contra el Metrobus con Macri sosteniendo la bandera a cuadros y la presentación del merchandising de Los Simpson en la Bombonera. En el 2014, poco antes de anunciar el esponsoreo del auto de rally de Nalbandián con un cóctel para la prensa en el Hard Rock Café, Hope Funds premió a sus cien mejores vendedores. Lo hizo con un crucero cinco estrellas all inclusive por el mar Báltico tocando puerto en ocho países. En el barco, por las noches, los empleados de Blaksley se hacían decorchar vinos de 300 euros que escogían del menú. En la última noche del viaje los vendedores fueron agasajados con un extravagante banquete en un castillo de San Petersburgo, para el cual cada comensal se visitió con atuendo, maquillaje y peluca de la época del zar, como si fueran parte de aquella vieja nobleza.

Pero un día el sueño terminó. Blaksley cumplió 50 años el 14 de enero de 2015 y esa fecha marcó el principio del fin. Ese día el periodista Juan Graña firmó un artículo en el sitio Infobae.com dando cuenta de las investigaciones de la AFIP, Procelac y fiscalía federal de San Isidro, que hasta entonces los inversores y empleados de Hope Funds desconocían. Por la fecha elegida para la publicación y por el medio que la hizo, dentro de Hope Funds el artículo se leyó como una venganza del empresario Daniel Hadad, dueño del sitio informativo, por un negocio con Blaksley que habría salido mal. En la empresa la relación entre uno y otro era conocida. Es que en los buenos tiempos solían almorzar juntos en la Rosa Náutica de Puerto Madero, donde Blaksley era el dueño y Hadad un habitué. El artículo informaba que la AFIP había detectado que de los 531 clientes que entonces tenía Hope Funds, sólo tres tenían dinero suficiente para hacer la inversión y la habían declarado al fisco, mientras que el resto o bien había usado dinero en negro, o bien se trataba de jubilados por la mínima que nunca antes habían tenido ingresos. El artículo también decía que para la Procelac Hope Funds operaba de manera ilegal, ya que no tenía permiso del Banco Central para captar ahorros y realizar inversiones, siendo que su actividad declarada era “servicios inmobiliarios realizados a cambio de una retribución o por contraprestación”. Además el artículo decía que ya por entonces fuentes de la fiscalía de San Isidro hablaban de “demoras en la causa” para favorecer a Hope Funds, que a su vez contaba con “aparente información de los movimientos del juzgado” en relación a una serie de allanamientos que la fiscalía había solicitado de manera urgente y que la jueza no dio a lugar.

La estampida no tardó en llegar. Los primeros en despegarse públicamente fueron los Messi, y lo hicieron el mismo día del artículo de Infobae, con declaraciones de Jorge, el padre del futbolista, en ese mismo medio. “No existen los ‘cafés Messi’, no sé de dónde sacó eso esta persona”, afirmó enfático. “Ni yo ni mi hijo ni la fundación tenemos ningún vínculo con esta empresa”. Otros empresarios hasta entonces muy cercanos a Blaksley como Guillermo Marín y Javier Schmidt también se abrieron, con más o menos discreción. Sin embargo, el tema no pasó a mayores porque tres días después la noticia sería tapada por la muerte de Nisman.

El segundo golpe para Hope Funds fue la publicación en este diario, en mayo de este año, de dos artículos basados en los Panama Papers. El primero informaba sobre la exisitencia de más de 30 empresas offshore a nombre de Blaksley en distintos paraísos fiscales, pero sobre todo Panamá e Islas Vírgenes Británicas. El segundo daba cuenta de las relaciones de Blaksley con el poder político. La reacción no tardó en llegar. Arroyo Salgado ordenó medidas de prueba. Hard Rock Café y Hertz exigieron y lograron desaparecer de la página web de Hope Funds, argumentando que nunca habrían autorizado el uso de la marca para las inversiones ideadas por Blaksley.

Consultado por Página/12, el experto Segio Chodos, ex director del Banco Central, ex representante de Argentina ante el FMI, dijo que la creación de un entramado de empresas offshore puede tener dos propósitos. Por un lado, ocultar dinero del fisco. Pero para eso alcanza con una sola offshore, aclaró. Cuando son muchas las offshore interrelacionadas, la principal sospecha es que sean usadas para engañar a inversores y accionistas a través de transferencias y movimientos que disimulen u oculten utilidades y ganancias. “Las offshore le permiten al beneficiario ocultar movimientos de dinero, no sólo del Estado sino sobre todo de socios minoritarios o acreedores de todo tipo”, señaló Chodos.

Para entonces, más allá de los traspiés de imagen, Hope Funds ya venía experimentando serios problemas con sus inversiones inmobiliarias. El desarrollo en Lujan no había terminado mal, salvo por un problema de liquidez que habría llevado a Hope Funds a vender el fideicomiso antes de haber terminado las obras, lo cual habría redundado en algunas quejas de los propietarios, pero nada grave. En cambio la inversión en Pilar terminó siendo desastrosa. Hope Funds había comprado una tosquera y había loteado 1600 terrenos. Pero como se trataba de un humedal sobre el Río Lujan, nunca obtuvo permisos de construcción por razones medioambientales (recordar la reciente inundación que llegó hasta la catedral de Lujan), ya que la construcción sobre dichos terrenos está prohibida. Pero Blaksley le habría dicho a sus vendedores que tenía todo arreglado con el entonces gobernador Scioli y el entonces de intendente de Pilar, Zuccaro. Confiado, Blaksley presentó el proyecto con una fiesta a todo trapo en el Sheraton de Pilar el 11 de febrero del 2011. Desde entonces se vendieron unos 600 lotes a un promedio de cien mil dólares por un total aproximado de 60 millones de dólares. Cuando llegaron los inesperados resultados de las últimas elecciones, Blaksley habría intentado tranquilizar a sus huestes informando la novedad de que ya estaba todo arreglado con la nueva gobernadora Vidal y el nuevo intendente Ducoté. Pero los permisos nunca llegaron y el paraíso llamado Verazul sigue siendo poco más que una tosquera abandonada una película de venta animada con casas, lagunas y chicos haciendo windsurf que nunca existieron y que difícilmente vayan a existir. La debacle en Pilar y la mala prensa a su vez habrían hundido el negocio en Nordelta de los departamentos llamados Antares. Allí la construcción estaba a cargo de otra empresa y Hope Funds sólo canalizaba inversiones en el proyecto, que se vendían por metro cuadrado. Pero cuando llegó la hora de pagar, Hope Funds ya no estaría en condiciones de hacerlo y la compañía constructora se habría desentendido del tema, argumentando que el acuerdo era con Hope Funds y no con sus clientes, y que Hope Funds ya había cobrado su parte.

Este cronista intentó comunicarse varias veces con Blaksley pero no tuvo suerte. Anteayer el teléfono que figura de manera destacada en su página web dio ocupado durante horas. Antes, Blaksley había declinado pedidos de entrevista a través de su secretaria y luego un asesor de prensa. En un escrito judicial del mes pasado contestando un pedido de quiebra, Blaksley negó estar en cesación de pagos y señaló que “de miles de individuos que contratan con la firma, solo un número muy reducido, inferior a 30, son los que han judicializado sus reclamos.” En el escrito, Blaksley denuncia que “distinas exposiciones mediáticas...falsamente han expuesto a la empresa como operación de lavado de dinero.” Cerca de él se dice que la pirámide se mantiene a pesar de los contratiempos y que un nuevo negocio de reciclado de basura con el actual gobierno porteño sacará a la empresa de su momentáneo apremio financiero.

De la gloria a la rapiña, de la fama al ostracismo, del polo a la basura. Todo puede cambiar muy rápido, aun cuando tarde demasiado.

Publicado en Página 12 el 6 de noviembre del 2016 tratarse de la estafa más grande los