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sábado, 16 de agosto de 2014

Cartes* - Por Santiago O`Donnell

*Extraído de mi libro Politileaks

Los cables no dejan margen para la duda. Para el gobierno de Estados Unidos, el principal lavador de dinero del narcotráfico de Paraguay -y uno de los más importantes de América Latina- es su actual presidente, Horacio Cartes. No lo dice ahora, claro, ya que semejante afirmación desataría un conflicto internacional. Después de todo, Cartes fue elegido democráticamente por el pueblo paraguayo. La información aparece en dos cables diplomáticos filtrados por WikiLeaks años atrás.


Banquero, empresario tabacalero, fabricante de bebidas gaseosas, presidente de Libertad, uno de los clubes de fútbol más populares de Paraguay, Cartes ganó la presidencia en abril del 2013 con el 45 por ciento de los votos. Su agrupación política, el Partido Colorado, domina la política de Paraguay desde hace más de un siglo, siempre alineado a la política exterior de Estados Unidos. Cuando los periodstas paraguayos le preguntaron por los Wikileaks durante la campaña, Cartes dijo que no le habían encontrado nada, que nadie había presentado pruebas concretas de su supuesta conducta criminal ante tribunales estadounidenses, y que sus competidores norteamericanos en el negocio del tabaco habían fabricado las acusaciones en su contra. Asumió con el silencio de Washington y en sus primeras declaraciones como jefe de Estado, como buen presidente Colorado, se deshizo en elogios hacia Estados Unidos. “A mi me gusta mucho, crecí mucho con Estados Unidos. Papá, fallecido ya, trabajaba  mucho con la representación de aviones Cessna, fue donde nos tocó estudiar a todos los hermanos. Un país donde funciona todo...es un país que cuando uno comete un error lo paga, funciona todo, funciona la justicia, es un país que después de grandes crisis tiene  capacidad de reacción,” declaró. Pero según cables diplomáticos, el amor que Cartes profesa por Estados Unidos no es correspondido.







El primer cable que lo incrimina está fechado el 27 de agosto de 2007. Fue escrito en la embajada estadounidense en Asunción y lleva la firma del entonces embajador en Paraguay, James Cason. El cable cita al jefe de la agencia antinarcóticos de Paraguay, quien le aseguró a un diplomático estadounidense que 80% del dinero que se lava en ese país pasa por un banco controlado por Cartes.



El cable se refiere al nombramiento del ex presidente del Banco Central de Paraguay, Ángel Gabriel González Cáceres, como director de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (SEPRELAD) durante el gobierno colorado de Nicanor Duarte Frutos. Según el despacho diplomático, el entonces director de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), Hugo Ibarra, le dijo a un funcionario de la Embajada que González Cáceres había accedido a la secretaría anti lavado para encubrir la actividad criminal de Cartes y preservar su reputación de “pilar de la comunidad”. Dijo también que por proteger a Cartes, el flamante funcionario seguramente recibiría un “incentivo financiero”.



El director de la SENAD, Hugo Ibarra, le dijo al encargado de Negocios de la Embajada el 21 de agosto: “no tengo nada que ver” con González. Dijo que el rol de González en el colapso del Banco Alemán es “noticia vieja” y “chiquitaje”. Entonces ofreció voluntariamente la siguiente información: dijo que como presidente del Banco Central, González había tenido un rol directo y personal en el lavado (“blanqueo”) de fondos del llamado ‘pilar de la comunidad’ Horacio Cartes y su Banco Amambay, haciendo notar que 80% de lavado de dinero en Paraguay se mueve a través de esa institución bancaria. Ibarra indicó que González sigue involucrado en el Amambay, y preguntó por qué un ex presidente del Banco Central aceptaría un cargo inferior como director del SEPRELAD—manejando una oficina con menos de una docena de empleados— a menos que exista algún otro incentivo financiero.



El segundo cable es mucho más contundente. Fechado el 5 de enero de 2010 y enviado desde la embajada en Buenos Aires, dice que la DEA, la principal agencia antinarcóticos de Estados Unidos, seguía a Cartes por lo menos desde abril de 2009, cuando lanzó la operación trasnacional “Corazón de Piedra” (“Heart of Stone”)desde las embajadas de Asunción y Buenos Aires, y desde la oficina de la DEA en Nueva York. El cable dice que el equipo de la DEA en Buenos Aires había infiltrado a uno de sus agentes en la organización de Cartes.



Al mismo tiempo, según el cable, Cartes había despertado el interés de la ATF (Bureau of Alcohol, Tobacco and Firearmas), la agencia de Eliot Ness, el superagente que se hizo famoso persiguiendo al capo mafioso Al Capone. La ATF se especializa en investigar el contrabando de tabaco, y había detectado que Cartes era uno de los principales contrabandistas de tabaco ilegal a Estados Unidos. Cartes ya figuraba en la base de datos de sospechosos de narcotráfico de la DEA, llamada NADDIS, con el número 2749184. Como la DEA depende del Departamento de Justicia y la ATF depende del Departamento del Tesoro-, pero ambas investigaban al mismo sospechoso, la ATF organizó una reunión para coordinar esfuerzos. Esa reunión, dice el cable, se llevó adelante entre el 6 y el 9 de abril de 2010 en un hotel de Panamá.



Según el despacho diplomático firmado por la embajadora en Buenos Aires, Vilma Socorro Martínez, de la reunión participaron agentes de la DEA que viajaron desde Buenos Aires, Asunción, Lima y Nueva York, y agentes de la ATF llegados desde sus oficinas de Bristol y Winchester, Virginia, y Washington D.C. También participaron funcionarios de la fiscalía del Distrito Este de Nueva York. Además, estuvieron presentes directivos de las principales multinacionales tabacaleras, como British American Tobacco, R.J. Reynolds Tobacco Company y Altria Group (ex Phillip Morris).



En la reunión de Panamá se decidió designar a Cartes como “blanco prioritario consolidado” (Consolidated Priority Organization Target, o CPOT), un estatus al que sólo acceden quienes son considerados por Estados Unidos como los jefes de las organizaciones delictivas más poderosas que amenazan a ese país. La asignación “CPOT” a una persona significa que la investigación pasa a ser una prioridad para todas las agencias de seguridad pública en Estados Unidos.



La “Operación Corazón de Piedra” es una investigación trasnacional coordinada. Está enfocada en la disrupción y el desmantelamiento de una importante empresa de tráfico de drogas y lavado de dinero que opera en la Triple Frontera de Argentina, Paraguay y Brasil, y en otras partes del mundo. Esta investigación ha establecido vínculos entre el tráfico de drogas, el lavado de dinero y otras organizaciones criminales y, por lo tanto fue aprobada como investigación de Blanco Prioritario Consolidado (CPOT) en abril de 2009.



A partir de esa designación, el grupo reunido en Panamá decidió ampliar la operación “Corazón de Piedra” para incluir a otras agencias que pudieran aportar información sobre Cartes o que estuvieran interesadas en él. De esa forma, sigue el cable, se decidió sumar a la operación “Corazón de Piedra” a representantes de la Fuerza Especial Antimafia de la Ciudad de Nueva York, que ya seguía al actual presidente de Paraguay en el marco de una operación anti lavado conocida como operación “Cuerda Floja” (“Tightrope”). También incluyó a funcionarios especializados en actividades criminales del departamento de Justicia, del departamento del Tesoro, de la Aduana, del departamento de Migraciones (INS), de la Reserva Federal y de la agencia impositiva federal (IRS) de Estados Unidos.



Tras enumerar las distintas oficinas estatales que se sumaron a la pesquisa, el cable identifica a Cartes como el blanco principal de la mega investigación, y dice que la DEA ha logrado infiltrar un agente encubierto en el círculo íntimo del empresario paraguayo. Para no dejar dudas acerca del blanco de la operación, el autor de cable siempre escribe la palabra “Cartes” con mayúsculas.



El equipo investigativo ha implementado estrategias y operaciones dirigidas a atacar la infraestructura financiera de las redes de suministro del narcotráfico y otras empresas criminales operando en la Triple Frontera. Utilizando un enfoque estratégico para apuntarle a los centros internacionales de comando y control de estas organizaciones criminales basadas en la Triple Frontera, los agentes han tenido éxito en introducir un agente encubierto de la DEA al CPOT designado Horacio CARTES. A través de la utilización de una fuente colaborativa y de agentes encubiertos de la oficina en Buenos Aires de la DEA, agentes han infiltrado la empresa de lavado de dinero de CARTES, una organización que, se cree, ha lavado grandes cantidades de divisas estadounidenses generadas por medios ilegales, incluyendo la venta de narcóticos desde la Triple Frontera hacia los Estados Unidos. Este cable hará una síntesis del reciente esfuerzo por desarrollar una investigación en lo que se refiere al CPOT designado CARTES y miembros de su círculo íntimo. La Región Cono Sur (oficinas de Asunción y Buenos Aires) seguirá trabajando en equipo con todas las demás oficinas interesadas para desarrollar agresivamente esta investigación.



A continuación, el cable hace una síntesis de lo que ocurrió en la reunión de Panamá y habla de la estrategia acordada para continuar la investigación. Dice que la DEA va a intentar introducir un segundo agente encubierto en el círculo de Cartes y que hacen falta documentos falsos para proteger la identidad del agente. Los documentos, dice el cable, estarían disponibles en pocas semanas. También, se intentaría “hablar” en secreto con un lobista tabacalero estadounidense allegado a Cartes, llamado William Cloherty, que figura en la base de datos de narcotraficantes de la DEA con el número NADDIS 6967114, para que cuente lo que sabe y colabore con la investigación.



Está claro que una mega investigación de las dimensiones de la operación “Corazón de Piedra” no se realiza para averiguar si Cartes es o no es un narcolavador. Esto se da por hecho. El objetivo de la investigación es reunir pruebas que sirvan para llevarlo a la justicia, o para negociar con él desde una posición de fuerza. Una cosa es saber que Cartes es un narcolavador a gran escala mediante infidencias off the record de encumbrados policías, banqueros o políticos paraguayos y por haber infiltrado su organización con agentes encubiertos, y otra cosa es estar en condiciones de demostrarlo ante un tribunal de justicia. Para asegurarse una condena hace falta un nivel probatorio mucho más alto del que ofrecen las confidencias íntimas y circunstanciales de informantes de embajadas, los testimonios de agentes encubiertos que actúan de forma ilegal en territorio extranjero y las certezas del denunciante.



Además, cuando un narcotraficante se convierte en presidente de un país, lo que al comienzo era un caso criminal se transforma en una cuestión de Estado. O sea, aparecen poderosos factores estratégicos relacionados con la defensa de interés nacional de Estados Unidos. Allí entra a jugar la CIA (Central Intelligence Agency), la agencia líder de Estados Unidos en investigaciones vinculadas con la seguridad nacional que se realizan en el extranjero. Con sólo invocar “razones de seguridad nacional”, la CIA cuenta con la potestad de cerrar investigaciones que otras agencias realizan en el extranjero (el equivalente en el territorio estadounidense es el FBI). Es así como una larga lista de personajes con pasados oscuros, al acceder a posiciones de poder, entran en contacto con la CIA y rápidamente se convierten en fervorosos defensores de los intereses estadounidenses en su país. En el lenguaje de las agencias de seguridad de Estados Unidos, la conversión de un criminal en un colaborador cercano se denomina “flipear”. La ley estadounidense no sólo lo permite sino que lo alienta como el método más expeditivo para llegar al tope de la pirámide delictiva.



A falta de filtraciones posteriores, para tener una idea de cómo siguió la operación “Corazón de Piedra”, habrá que estar atentos a los próximos movimientos de Horacio Cartes y, sobre todo, a su política hacia los Estados Unidos. No quedan dudas de qué piensa el gobierno de Estados Unidos del presidente paraguayo y qué es lo que sus investigadores especializados en narcotráfico, lavado de dinero y contrabando, por las buenas o por las malas, pudieron averiguar de él.

jueves, 7 de agosto de 2014

Hiroshima - Por Santiago O`Donnell




Esta semana se cumplen 69 años desde el lanzamiento de las bombas atómicas en Japón. Tuve la oportunidad de hablar con Paul Tibbets, el comandante del avión que tiró la de Hiroshima. En la dedicatoria del libro que me firmó en un pueblo perdido del mediooeste norteamericano después de que lo entrevistara por más de dos horas, siete años antes de morir, me escribió con letra firme y cuadrada: Para Santiago O'Donnell con los mejores deseos. Tu entrevista estuvo buena; la disfruté. Paul Tibbets. Quincy, Illinois, Julio 1, 00.

 Nunca pude leer su libro, El Retorno del Enola Gay, un objeto oscuro, de tapa negra sobre fondo gris. Pero cada tanto lo abro para ver si la dedicatoria sigue ahí, como si no pudiera creer que su autor pueda ser una persona de carne y hueso, y alguien que yo haya conocido. Es la historia de una bomba llamada Little boy, (Niño pequeño), que cae en Hiroshima y causa ochenta mil muertos al instante, cerca de 200,000 en total, un nivel de devastación que no puede entrar en la mente de nadie que no lo haya vivido. Y del tipo que tira la bomba.Ese mismo señor me contaría 55 años después que lo primero que hizo despuès de tirar la bomba fue asegurarse que haya explotado bien y después le pide una almohada a su copiloto y se duerme una siesta en el viaje de regreso a la base. El día que  lo entrevisté, Tibbets había vuelto a su pueblo natal, después de muchos años, para vender su libro y para ser reconocido por las fuerzas vivas por los servicios prestados en defensa de la patria. Pasé dos días con él, compartiendo sus actividades. Conocí su máscara, la del soldado híper-profesional,  una fría máquina de matar al servicio de la libertad y la democracia. Y llegué a conocer al hombre detrás de esa máscara,  un viejo racista y paranoico que había perdido la sonrisa y que se había quedado medio sordo de tanto no querer escuchar.

Desde ese día el fantasma de Tibbets me asecha en cada aniversario de la bomba. Sería más fácil si fuera un monstruo intratable, un loco lleno de odio, carente de humanidad, alguien en que no pudiera reconocerme. Pero Tibbets fue.mucho menos que eso, apenas un pequeño engranaje dentro de una cultura bélica que acepta y naturaliza  la masacre de inocentes en nombre de intereses supuestamente superiores. Mi crónica salió publicada en La Nación:

 QUINCY, Illinois.- Después de tirar la bomba atómica desde el avión que lleva el nombre de su madre, Enola Gay, el comandante Paul Tibbets sobrevoló la ciudad de Hiroshima para comprobar el éxito de su misión.
Tal como esperaba, la ciudad había sido devastada. Más de 200.000 japoneses murieron como consecuencia del estallido. "Es el fin de la guerra", pensó. "Ahora el emperador se tendrá que rendir". Sintió alivio, o no sintió nada. Pidió una almohada, dejó el avión en manos de su copiloto y durmió la siesta durante todo el viaje de regreso a su base militar.
Pasaron los años. Pasó Corea, pasó Vietnam, cayó el Muro de Berlín. Tibbets alcanzó el grado de brigadier general y después llegó la hora del retiro.
Nunca se consideró un monstruo, pero tampoco un héroe. Hoy sigue pensando lo mismo que el día que tiró la bomba, el 6 de agosto de 1945: que hizo lo que tenía que hacer porque en una guerra gana el más fuerte. Que fue elegido para llevar adelante su destructiva misión porque era el mejor piloto de los Estados Unidos. Que preparó el avión, entrenó a la tripulación y llevó adelante, sin ningún error, la tarea que le encomendaron. Que salvó miles de vidas porque sin la bomba el emperador Hirohito nunca se hubiera rendido. Así de fácil.
Leyó miles de cartas de pacifistas que intentaron hacerle ver que estaba equivocado, cartas que indefectiblemente acabaron en su tacho de basura.
Los otros, los veteranos de guerra, los armamentistas, los conservadores, los millones de norteamericanos convencidos de que su país fue elegido para guiar el mundo porque ése es su "destino manifiesto", le hicieron saber a Tibbets que no se había equivocado.
A lo largo de su vida enfrentó a cientos de periodistas "progres" cargados con preguntas ácidas, pero ninguno logró conmoverlo: "Son todos estúpidos o ignorantes, adoctrinados por los comunistas o los revisionistas, que no saben nada de historia ni de teoría militar", es su opinión.
¿Por qué nadie le pregunta por las miles de personas que mató durante el bombardeo de Dresden o el de Tokio, donde barrios enteros fueron destruidos por bombas convencionales?
No, de la guerra no entienden nada. ¿Cómo se les ocurre preguntarle por qué no tiró una bomba de aviso en un lugar desértico? ¿Acaso no saben que en la guerra el factor sorpresa es fundamental?
"A algunos periodistas lo único que les interesa es la sangre y las vísceras. Me hablan de la destrucción que causé y me preguntan si puedo dormir de noche. Yo duermo muy bien. Nunca tuve una pesadilla". Es su forma de ver las cosas.
Paul Tibbets tiene hoy 85 años y parece un viejito bueno. Nació en esta pequeña ciudad a orillas del río Mississippi y vive en Columbus, Ohio, a unas pocas horas de aquí. Tiene tres hijos, dos divorcios. Bob Newhouse, un veterano de la guerra de Vietnam, lo acompaña a todos lados para promocionar la pagina web de Tibbets (www.theenolagay.com), que incluye mucha información y las más variadas ofertas de compra, desde los Enola Gay en miniatura hasta fotos autografiadas y estampillas conmemorativas.
Anteayer Tibbets volvió a Quincy, después de mas de 40 años, a reencontrarse con su pasado.
Quincy organizó un gran homenaje para recibir a su hijo predilecto. Los chicos de la escuela primaria armaron un video con su historia y sus hazañas. El video fue exhibido en el hogar de los veteranos de guerra, frente a una gran bandera de los Estados Unidos. El alcalde de Quincy lo colmó de elogios y la aristocracia del lugar formó una larga cola para estrechar la mano del piloto, agradecerle que haya salvado al mundo y pedirle un autógrafo. El libro de Tibbets, El retorno del Enola Gay, se vendió como pan caliente.
Al día siguiente, Tibbets conversó a solas con La Nación durante más de dos horas y en esa charla surgieron otros aspectos de su personalidad: él es ateo, racista, chauvinista y paranoico. Es tan sabio en el arte de la guerra como ignorante del mundo que rodea su pequeña fortaleza de verdades absolutas y obediencias debidas.
Tibbets parece un hombre feliz. Dice que vivió una buena vida y goza de buena salud. Pero no sabe sonreír y se está quedando sordo, cada vez mas sordo.
-¿El ser humano es bueno o malvado? 
-No sé, me parece que es una sociedad muy ignorante. Nuestros chicos no son patrióticos como nosotros, no estudian la historia de las guerras y eso me preocupa. La última vez que este país estuvo unido fue durante el bombardeo de Pearl Harbor. Después perdimos esa unidad. Los japoneses estaban unidos por la muerte. No les importaba morir. Eran todos peones del emperador.
-¿El mundo terminará destruyéndose en una guerra nuclear? 
-No sé, no soy profeta, pero el potencial existe. Khadafy puede atacarnos, hasta los suizos pueden atacarnos. Somos los pichones de la galería de tiro. Todos quisieran conquistar este país porque tenemos más recursos naturales que cualquier otro, menos Sudáfrica, que tiene mucho uranio. Hemos producido mucha información, mucha tecnología y algún día podrá ser usada en contra nuestra.
-¿Estados Unidos tiene muchos enemigos? 
-Siempre tendremos enemigos porque todos nos envidian.
-¿Les teme a estos enemigos? 
-Tengo miedo de que aparezcan si bajamos nuestras defensas. El mundo ya no respeta a Estados Unidos. Teddy Roosevelt decía que hay que hablar bajito y llevar un bastón grande. Por eso hay que llevar la delantera en el campo tecnológico.
Hoy, creo que todavía preservamos una ventaja en ese aspecto. Nunca existirá la paz verdadera. Solamente la paz del miedo. Por eso tenemos que tener el bastón más largo.
-¿Siente temor por el Juicio Final? 
-Yo no creo en el cielo y el infierno. Hay gente que necesita creer, y si eso les hace bien, me parece perfecto. Yo creo que después de la vida no hay nada. No creo que exista un lugar donde quepan todas las almas de las personas. Jesús dice que salvó el mundo, pero no salvó a nadie, porque hoy hay más crueldad y más destrucción que en su tiempo. Entonces, ¿a quién salvó?
-¿Si no cree en la religión, de dónde saca la fortaleza espiritual para aceptar lo que usted hizo? 
-Toda mi vida fui entrenado para hacer el trabajo que hice. Mi padre me enseñó a ser disciplinado. Hice lo que tenía que hacer y nunca lo pensé dos veces.
-¿Le importa que millones de japoneses no opinen como usted? 
-Me importa un pito lo que opinan. Impusimos nuestra voluntad sobre ellos.
-Usted dice que con la bomba salvó muchas vidas. ¿Alguna vez se planteó la posibilidad de dedicarse a salvar vidas de otra manera? 
-Siempre he tenido un gran respeto por los policías y los bomberos porque han salvado muchas vidas, pero yo no fui entrenado para hacer eso. Los médicos hacen un gran trabajo salvando vidas y me conmueve el trabajo de los veterinarios, que curan animalitos que de otro modo morirían. Pero yo estoy para otra cosa. Siempre que los veteranos se me acercan para agradecerme por haberles salvado la vida, les contesto que me alegra que sigan en este mundo.
-Si algún día su país se destruye en una guerra nuclear... 
-No cambiaría nada, porque mientras tanto un montón de gente en este país pudo gozar de una gran vida gracias a lo que hicimos. Además, la tecnología nuclear ayudó a mejorar el mundo en muchos aspectos, por ejemplo la medicina.
-¿Le molesta no ser comprendido en el resto del mundo? 
-Es que a ellos no les importa. Viven en una miseria tan grande que no pueden entender nada. Yo estuve en la India durante 20 meses y el chico que limpiaba mi casa se asustaba cada vez que enchufaba una aspiradora. Los hindúes no entienden. Piensan que cuanto más sufren en esta tierra, mejor van a estar en su próxima vida. Llevan miles de años pensando eso. Tuve que abandonar ese país porque me lo ordenó mi embajador, y no pienso volver nunca más. Antes le hablaba de Khadafy. Ahí tiene otro ejemplo. A los árabes no los entiendo. No creo que nadie los entienda ni los vaya a entender nunca. En cambio, en Europa me tratan bien. Me encanta Bavaria.
-¿Qué no le gusta de los Estados Unidos? 
-Por ejemplo, las minorías, cada vez son más y vienen a ocupar los trabajos de los gentiles, que son las personas que defendieron a este país en las guerras. Se ha perdido el equilibrio y hoy la balanza se inclina en favor de los negros, los mexicanos y los etíopes.
-Los negros también pelearon en las guerras. 
-Sí, pero relativamente fueron pocos. Salvo algunas excepciones, los negros son muy difíciles de adiestrar.
-¿No le molesta que el movimiento pacifista haya surgido en las universidades de su país, donde supuestamente está la gente más educada? 
-No, porque viven en la torre de marfil y nunca dispararon una bala, así que no pueden entender lo que es una guerra. Los académicos y los revisionistas hablan siempre de teorías, nunca de la realidad.
-El presidente Clinton frenó la emisión de una estampilla del Enola Gay en 1995. ¿También es un ignorante? 
-No me haga hablar de ese señor, que evadió el reclutamiento militar (durante la guerra de Vietnam). Ningún hombre le ha hecho más daño a las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Se aprovechó de este país, hasta se hizo elegir presidente.
-¿Usted odia a Clinton? 
-Sería un honor para él, pero no voy a darle ese gusto.

sábado, 2 de agosto de 2014

Wikiefedrina - Por Santiago O´Donnell







No pasó desapercibido en la embajada estadounidense el millonario tráfico de efedrina por el que fue procesado hace dos semanas José Granero, ex Secretario de lucha contra el narcotráfico del actual gobierno. Pero antes de que el embajador llegara a expresar su queja por las compras injustificadas de los laboratorios argentinos, el entonces Ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández,  le aseguró que Argentina tomaría los pasos necesarios para solucionar el problema.

 Según cables diplomáticos de Estados Unidos filtrados por Wikileaks, la embajada quedó satisfecha con las medidas que el gobierno argentino eventualmente adoptaría para desbaratar el incipiente negocio de la efedrina, que por entonces involucraba  a laboratorios locales con bandas narco mexicanas. Pero no dejó de señalar que el verdadero drama es que ese mismo gobierno no actuaba con la misma firmeza para frenar el negocio más lucrativo y tradicional de los narcos argentinos, esto es, el tráfico de cocaína.  O sea,  el transporte de la droga, el lavado de dinero que proviene del negocio y la fabricación de precursores químicos usados en la producción de la cocaína boliviana y peruana.


Los cables muestran que lejos de enfrentar juntos el problema de la cocaína, los encargados del tema dentro del gobierno emprendieron una guerra interna culpándose mutuamente por fallas en el sistema de controles. La interna siguió hasta que Granero fue procesado por haber fraguado e ignorado esos controles  para facilitar negocios con los narcos. Mientras, su rival interno, Aníbal Fernández, quedó en la mira de la embajada por presuntos vínculos con el narcotráfico.

 2008 había sido el año de la efedrina en la Argentina. El 18 de julio descubrieron y desbarataron un laboratorio de efedrina manejado por un cártel mexicano en Ingeniero Maschwitz, conurbano bonaerense. El cinco de agosto Fernández, Granero y la entonces  ministra de Salud, Graciela Ocaña, anunciaron  en conferencia de prensa una resolución o decreto  ministerial conjunto que imponía severas restricciones  a la importación de efedrina y pseudoefedrina, ya sea pura o mezclada, en polvo o en forma de pastilla para el dolor de cabeza. Dos días más tarde ocurrió el triple crimen de empresarios farmacéuticos vinculados con el tráfico de efedrina. El 17 de septiembre entró en efecto el decreto ministerial. El 23 de noviembre detuvieron en Aeroparque al narco mexicano Mario Segovia, conocido como "el rey de la efedrina", vinculado a laboratorio de Ingeniero Maschwitz, luego condenado a 12 años de prisión por 91 envíos ilegales de efedrina desde Argentina hacia México.

 Ese año 2008 toneladas de efedrina y pseudoefedrina importada de China e India se triangularon en este país y partieron como contrabando hacia laboratorios clandestinos cerca de la frontera mexicana, donde se usó para cocinar metanfetamina o cranc, la droga de moda en el gigantesco mercado estadounidense. México había cerrado las importación de efedrina el año anterior y Argentina, con su importante industria farmacéutica, aparecía como una buena cobertura para traer grandes cantidades de efedrina desde Asia de manera más o menos legal, para luego mandarla a Mexico, fragmentada y disfrazada en encomiendas o algún container.


Según un cable diplomático del 31 de julio del 2008,  doce días después del descubrimiento del laboratorio  Fernández se reunió con el entonces embajador estadounidense Earl Anthony Wayne a pedido del ministro argentino, quien llegó a la reunión, el cable no dice dónde,  acompañado por la plana mayor de la Policía Federal, la Gendarmeria y la Prefectura. En esa reunión Fernández le aseguró al embajador que una nueva ley de drogas que por entonces él promovía solucionaría el problema de la efedrina.  Fernández eventualmente presentaría dicho proyecto de ley en marzo del 2012 en el Senado, donde aguarda tratamiento.

El ministro arrancó diciendo que hace falta mejorar mucho la legislación sobre drogas. El embajador hizo notar que los cárteles de droga mexicanos buscan activamente locaciones alternativas para producir efedrina como resultado de las duras leyes antiprecursores aprobadas recientemente en México. El ministro Fernández estuvo de acuerdo y enfatizó la importancia  de monitorear la producción de precursores químicos de principio a fin. Bajo el nuevo sistema de control, todos los importadores y productores de precursores químicos tendrían que aportar información actualizada de toda la cadena de producción...Esto incluiría el sistema de registro para cualquier importador o productor de efedrina, más castigos para los violadores de estas nuevas normas, con pérdida de sus licencias comerciales. También indicó que a él le gustaría que la nueva ley de drogas incluya fuertes penalidades y hasta penas de cárcel. 

Dos meses después del triple crimen otro cable diplomático, esta vez fechado 31 de octubre del 2008, da cuenta de la disputa entre  Fernández y Granero por el control del registro de precursores químicos, que aún hoy permanece bajo la esfera de la Secretaria de lucha contra el narcotráfico, conocida como SEDRONAR.

El intento de Fernández de transferir el control sobre las importaciones de efedrina del SEDRONAR al INTI, una agencia nacional de controles técnicos sin experiencia en el área, había fracasado, pero Fernández había logrado insertar al Ministerio de Justicia en los proceso de control de precursores químicos.

En el mismo cable Granero justifica la escasa o nula efectividad de sus controles de los precursores químicos en general y la efedrina en particular.

El desafío de la efedrina----Granero señaló que para SEDRONAR controlar a los precursores representaba un gran desafío, teniendo que compilar listas de miles de usuarios legítimos (incluso en el sector de combustibles). En cuanto a la efedrina, SEDRONAR tenía las manos atadas por una ley que no ofrecía razones válidas para rechazar solicitudes de negocios legítimos registrados, incluyendo farmacias, y esto había llevado a que Argentina sea explotada por traficantes que envían el producto a México o lo procesan en Argentina. Un decreto conjunto emitido el 17 de septiembre de 2008, emitido por los Ministerios de Justicia y Salud y SEDRONAR prohíbe que farmacias o individous importen efedrina, y permite que laboratorios la importen unicamente con la aprobación cruzada del SEDRONAR  y de la agencia de control del Ministerio de Salud, ANMAT.

Otro cable, fechado 9 de enero de 2009, marca un cierre del episodio de la efedrina al menos para la embajada. Pero desde el título mismo, el cable señala que no puede decirse lo mismo del tráfico de cocaina: "La burbuja de efedrina argentina del 2008 parece haberse pinchado, pero la cocaína sigue su ruta." El cable empieza así:

Sumario: La entrada legal a la Argentina de efedrina destinada a usos ilícitos parece haber disminuido sustancialmente a fines de 2008 después de decretos del gobierno que imponen fuertes límites al comercio permitido de la sustancia química, aunque las fuerzas de seguridad siguen buscando ocho toneladas métricas de efedrina sobrante que permanecería en el país. El 4 de diciembre de 2008 el gobierno aprobó otro decreto para crear un comité de distintas agencias para regular la importación de efedrina y otras sustancias químicas. Un decreto de septiembre ya le había prohibido la importación a farmacias y otros vendedores. Las fuerzas de seguridad argentinas siguen investigando el tráfico de efedrina y un caso relacionado, el triple crimen de principios de agosto del 2008, con el Ministro de Justicia y el jefe de la Secretaría de lucha contra el narcotráfico, acusándose mutuamente por el aumento de efedrina el año pasado. Funcionarios argentinos expresaron preocupación por la aparición de nuevas rutas de tráfico de cocaína desde Bolivia y Paraguay hacia el norte de Argentina. 

 Según el cable, en un nuevo encuentro con el embajador Wayne, Fernández responsabilizó a Granero por mantener el control del registro de la producción e importación de efedrina y demás precursores bajo la esfera del SEDRONAR,cuando la Secretaría  claramente no cuenta con los recursos mínimos para llevar adelante semejante tarea.

El ministro Fernández sugirió que la Secretaría de lucha contra el narcotráfico (SEDRONAR) falló al no ejercer el control sobre las importaciones, en parte porque al ser una agencia del poder ejecutivo con recursos limitados, era incapaz de ejercer dicho control. 

A su vez, cerca de Granero le echaban la culpa a Fernández:

Funcionarios del SEDRONAR  han argumentado previamente que el Ministro Fernández se había demorado en aprobar los decretos que le dio la autoridad de rechazar importaciones peligrosas. Antes de los decretos, dijeron, sólo podían aprobar pedidos de importación de negocios legítimos, más allá de si la importación de efedrina tenía sentido o no. 

En el comentario final del cable del 9 de enero del 2009,  Wayne da por superado el episodio de la efedrina. Pero a renglón seguido marca que el  problema del tráfico de cocaína en la Argentina continúa.

A diferencia de otras burbujas que se pincharon en 2008, la demanda de efedrina por supuesto sigue estando. Sin embargo, al ajustar los requisitos de importación, Argentina parece haber hecho lo suficiente como para prevenir la emergencia de una ruta de tráfico a largo plazo para la efedrina. Enfrentar el continuo tráfico de cocaína a través del país no será tan simple. 

La burbuja de la efedrina se había pinchado, pero la interna en el gobierno recién empezaba.

Antes y después del episodio de la efedrina Fernández se despachó con duras criticas  hacia Gabriel  Abboud, entonces subsecretario y mano derecha de Granero en el SEDRONAR, delante de funcionarios de la embajada estadounidense. El 18 de julio pasado Abboud quedó procesado junto a Granero y a un tercer funcionario de la Secretaría, Julio De Orue,  por contrabando de efedrina.

Según un cable diplomático del 27 de junio del 2007, sin dar mayores explicaciones, Fernández dijo que Abboud era "una porquería." En otro despacho diplomático, esta vez del 21 de mayo del 2009, Fernández aparece diciendo, otra vez sin explicar por qué, que Abboud es "nefasto".

Granero, Abboud y De Orue  fueron procesados por ser presuntos “partícipes necesario del delito de haber introducido al país materias primas destinadas a la fabricación de estupefacientes” en un contrabando de 19.000 kilos de efedrina en el 2006. Según  el auto procesamiento de la jueza federal María Servini de Cubría, la investigación judicial pudo acreditar que existieron llamadas entre funcionarios del SEDRONAR   y las compañías farmacéuticas que importaban la efedrina para venderla a los cárteles mexicanos, en coincidencia con la fecha de los pedidos de permiso de importación o la entrega de los certificados. Según la investigación, esos llamados eran seguidos por comunicaciones con teléfonos de la Presidencia de la Nación, Jefatura de Gabinete, la Casa Militar y el PAMI.

De los 47.625 kilos de efedrina importados por empresas farmacéuticas entre 2004 y 2008 con autorización de la SEDRONAR. 40.972,195 kilos fueron desviados al narcotráfico, señaló la jueza Servini. El resto fue utilizado para la fabricación de medicamentos legales. O sea, de las 47 toneladas que entraron al país, 40 se la llevaron los narcos,
 Si bien fueron Granero y Abboud quienes terminaron procesados, por entonces era Aníbal Fernández quien despertaba las sospechas de la embajada.  En julio del 2009 Fernández fue ascendido a Jefe de Gabinete por la presidenta Cristina Kirchner. Un cable diplomático del 10 de setiembre de ese año presenta sus antecedentes más importantes a juicio de la embajada.Pero más que un currículum, el cable se asemeja a un prontuario.

Como muchos políticos argentinos está plagado de rumores de corrupción, incluyendo vínculos con el narcotráfico, de acuerdo con informes no verificados de la prensa y agencias de inteligencia. Además está sospechado de dirigir equipos de inteligencia que monitorean en forma clandestina los emails de los oponentes políticos del gobierno, según otros informes de inteligencia, y ha sido vinculado con los esfuerzos del gobierno de CFK de asegurarse votos de manera ilegal en las provincias de Córdoba y Buenos Aires de cara a las elecciones de mitad de término en junio. A pesar de las variadas y persistentes acusaciones de corrupción lanzadas en su contra, no hay pruebas duras.  

 Al final, el cable frimado por el entonces Encargado de Negocios, Tom Kelly, aconseja no confiar demasiado en Fernández.

Al mismo tiempo hay suficientes rumores sobre Fernández--aún en esta sociedad chismosa y conspirativa--que convendría ejercitar cierta cautela a la hora de interactuar con él.

Dos años y medio después de haber asumido Fernández dejó la Jefatura de Gabinete para asumir como senador nacional el 10 de diciembre del 2012. Tres días antes  Granero había sido desplazado de la SEDRONAR para asumir un puesto en el directorio de la empresa estatal ENARSA, cargo al que renunció al día siguiente de ser procesado, hace doce días.  Cuando Granero se fue de la SEDRONAR, Abboud fue transferido al Ministerio de Seguridad, donde trabajó como analista de inteligencia hasta el día siguiente a su procesamiento. El 18 de julio pasado el ministerio anunció que había sido apartado de su cargo.Y esta historia no terminó.