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martes, 15 de diciembre de 2009
Esa mirada - Por Santiago O’Donnell Desde Santiago
Esa mirada –dura, seca, sobria– que Eduardo Frei le sostuvo a Pinochet en el funeral de su padre, que medio Chile vio por televisión el miércoles pasado, es la mirada que sostiene su candidatura presidencial.
El día anterior un juez había procesado a un grupo de ex asesores del ex presidente y agentes de la dictadura pinochetista por haber envenenado a Frei Montalva, cosa que la familia siempre había sospechado, echando luz a un misterio de casi treinta años. Las imágenes de archivo en blanco y negro del programa Informe Especial, del canal estatal, estallaron como una bomba de tiempo programada para la recta final de la campaña. Corría el mes de enero de 1982 y Eduardo Frei Montalva, líder de la oposición política a la dictadura, moría en circunstancias misteriosas. Centenares de miles de chilenos salieron a las calles para despedir al ex presidente en una de las primeras manifestaciones masivas contra el régimen golpistas.+/- Ver mas...
jueves, 10 de diciembre de 2009
La década dorada - Por Santiago O’Donnell
Todo listo en Bolivia. Evo Morales dice que va a conducir a su país hacia su “década dorada” y el electorado parece dispuesto a creerle. Hoy se elige presidente y todas las encuestas le dan de 52 puntos para arriba, más del quince por encima de su más inmediato perseguidor. Y mayoría de dos tercios en ambas cámaras. Caudal más que suficiente como para gobernar sin problemas, dictar las leyes que necesita la nueva Constitución, y, como suele pasar en estos casos, empezar a soñar con la rerre.+/- Ver mas...
Campaña aburrida, dicen allá. Monólogo de Evo. Lo más interesante que produjo la oposición son las declaraciones desde la cárcel del presunto genocida Leopoldo Fernández, candidato a vice de los cívicos. Dijo que tuvo una gran relación con el presidente, que le salvó el cuello durante el gobierno de Sánchez de Lozada, que dos veces rechazó invitaciones de Evo para integrar el MAS, el partido del oficialismo. Nada. Pero para un núcleo duro de la oposición, no más del 30 por ciento, Fernández, el Cacique de Pando, es una víctima. Para el resto del país es todo lo contrario. Es el autor intelectual del asesinato de 15 indígenas en el Porvenir, tal como reveló la comisión de expertos de Unasur que investigó la masacre. En todo caso, es el único preso por la violencia que desató el intento de golpe cívico del año pasado. Difícil entender cómo la oposición se buscó un candidato que provoque tanto rechazo en los sectores moderados que pretende seducir, salvo por la pobreza exhibida por su compañero de fórmula, Manfred Reyes Villa, y los demás candidatos, que sólo parecen servir para dispersar el voto opositor.
Y atacar a Evo, porque no tienen plan. Dicen que no sabe de economía, que no hay empleo, pero los indicadores muestran otra cosa. Según la encuestadora Mori de ese país, el “índice de bienestar” está en el punto más alto desde que se empezó a medir, hace ocho años. Esto es, los bolivianos sienten que están mejor que antes y que van a estar aún mejor en el futuro inmediato. Los índices de aprobación de Evo, alrededor del 71 por ciento, son los más altos desde que nacionalizó el gas, en los albores de su presidencia.
Evo hizo campaña a la vieja usanza, cortando cintas en todo el país. Con el programa Evo Cumple, subvencionado por el gobierno bolivariano de Venezuela, inauguró mercados, canchas de fútbol, parques, pequeñas obras aquí y allá. También anunció que consiguió un crédito de la Corporación Andina de Fomento para construir una autopista de seis vías entre La Paz y Oruro, para reemplazar a la vieja ruta de la muerte que serpentea el altiplano con sus dos carriles enfrentados. Y otro viejo anhelo de los bolivianos, también con un crédito de la CAF: la llamada Diagonal Jaime Mendoza, una ruta que uniría el sur de Chuquisaca con el Chaco boliviano, Sucre con Potosí.
La otra apuesta del MAS fue a judicializar la campaña. Está bien, se supone que la Justicia es independiente, pero la Oficina Anticorrupción esperó la ventana electoral para difundir su decisión de procesar a los principales líderes de la oposición por distintos crímenes. Costas, de Santa Cruz, y Suárez, de Beni, por los referendos autonómicos ilegales; Reyes Villa, de Cochabamba, por irregularidades en la construcción de una carretera; Cossio, de Tarija, por irregularidades en la compra de un generador eléctrico. Evo dijo en campaña que Reyes Villa va a ir preso y Fernández va a seguir preso por robar la plata del pueblo.
Las acusaciones son verosímiles y es cierto que la misma Oficina Anticorrupción, que depende directamente de Evo, acusó a varios intendentes del MAS por corruptelas con el programa Evo Cumple. Pero la oficina no tocó a ningún pez gordo cercano al gobierno. Y esperó 14 meses para acusar a Reyes Villa y 19 para acusar a Costa, justo a tiempo para el período electoral que habilita spots televisivos y avisos de diarios pagados por el Estado.
Es que no queda nada de la agenda grande, de los temas que llevaron a Bolivia al borde de la guerra civil. El proceso judicial por matanzas en la Guerra del Gas del 2003 está encaminado y ya hay fecha para el juicio oral. La Asamblea Constituyente ya se hizo, el pleito autonómico se dirimió y la nueva Constitución ya se plebiscitó.
Para esta elección el MAS llenó sus listas de profesionales –abogados, periodistas, médicos– relegando a los candidatos de los movimientos sociales a bancas uninominales. A los movimientos no les gustó pero lo aceptaron. Evo quiere técnicos para redactar las cien leyes que necesita la nueva Constitución y quiere cuadros capaces de pelear la letra chica. El perfil que se buscó es el de gente como Ana María Campero de Rodríguez, defensora del Pueblo durante los gobiernos de Banzer y Sánchez de Lozada, fama de honesta y valiente, buena llegada a los sectores medios, periodista, buena formación. Será presidenta del Senado.
Así las cosas, algunos ya están mirando la elección de gobernadores y alcalde de abril porque ahí sí hay algo en juego. En la Media Luna Evo tiene un índice de rechazo cercano al 40 por ciento. Si la oposición se uniese podría seguir ganándole, pero parece que no se va a unir y eso permitiría que el MAS penetre en un territorio que hasta ahora le es inexpugnable.
Mientras tanto Evo tiene planes. Va a pedirle un préstamo al Fondo Monetario Internacional. Va a pedir 10 mil millones de dólares, pero si consigue cinco se dará por más que satisfecho. Estados Unidos sigue siendo el diablo, nada cambió con Obama, Evo dice que es un prisionero del imperio. Pequeño detalle para las negociaciones con el Fondo, que por algo tiene sede en Washington.
Pero Evo tiene muchos amigos en Europa, especialmente en España. La última gira enamoró a los empresarios, según contaron los miembros de la comitiva. Bolivia es el principal receptor en América latina de ayuda directa del gobierno socialista español.
Más planes. Inversiones en el sector energético. Seis mil millones prometidos. Mil quinientos de Repsol YPF, otros mil de la venezolana Pdvsa, del consorcio ruso Gazprom y del gobierno de Irán.
El problema es que ahora nadie compra el gas. La demanda de Brasil y Argentina cayó un cuarenta por ciento, la recaudación de la renta por el gas se desplomó y Evo ha tenido que recortar las partidas a los municipios entre un 22 y un 45 por ciento. Como Chile tampoco compra vía Argentina como hacía antes porque ya hizo su propia planta de gas licuado de petróleo, la gente de Evo anda buscando mercados en Paraguay y Uruguay y quiere aumentar la demanda del mercado interno, pero igual se produce más de lo que se vende. Al final podría reflotarse aquel viejo proyecto de construir una planta transportadora en Chile para exportar el gas a Estados Unidos. Pero Evo no habla de eso porque aquel viejo proyecto fue el que desató la Guerra del Gas.
En tren de diversificar la economía, poco y nada, exceptuando la inteligente estrategia de la gente de Evo para explotar las cuantiosas reservas naturales de litio que alberga el país. Como antes hicieron con el estaño y ahora hacen con el gas, pero mejor. El litio sirve para fabricar las baterías de los celulares y de los autos eléctricos del futuro. Bolivia tiene la segunda reserva mundial de litio en el Salar de Uyuni, en Potosí. Todos quieren invertir. Toyota, Mitsubishi, las empresas de celulares, la Sumitomo japonesa, dueña de la mina de plata más grande de Bolivia, la Korex coreana, con inversiones en minas de hierro.
El gobierno controla la fórmula para convertir salmuera en el carbonato de litio que se usa en las baterías, fórmula desarrollada por investigadores de universidades bolivianas. Entonces exige que las empresas que quieran invertir usen esa fórmula y fabriquen las baterías en Bolivia.
Mientras sufre con el gas y espera que explote la fiebre del litio, Bolivia creció este año un 3,8 por ciento, la tasa más alta de la región, pequeño milagro del que no sería ajeno el fenómeno del narcotráfico, para muchos el sector más próspero de la economía boliviana, por más que Evo diga lo contrario. Aunque las cifras de superficie de áreas cultivadas con coca y el tonelaje de cocaína producida sean materia de discusión entre el gobierno y las agencias internacionales, lo que es difícil de ignorar es la burbuja inmobiliaria de Santa Cruz y las interminables listas de espera en sus concesionarias de autos importados último modelo. Allí en Santa Cruz, precisamente, es donde el Estado nacional boliviano da sus mayores muestras de debilidad.
Evo quiere agrandar la participación del Estado en el producto bruto interno (catorce mil millones de dólares), del 28 por ciento actual al 35 por ciento. Pero a los empresarios los deja hacer. Eso sí, les advierte que no se metan en política.
Después de todo lo que Evo tuvo que enfrentar durante su primer mandato, incluyendo un golpe fallido, hablar de década dorada parece mucho, pero Bolivia tiene derecho a soñar. Es que no todos los días un presidente llega al final de su mandato con el crédito intacto, reformas de fondo en marcha, continuidad garantizada y en las calles algo de paz.
Y atacar a Evo, porque no tienen plan. Dicen que no sabe de economía, que no hay empleo, pero los indicadores muestran otra cosa. Según la encuestadora Mori de ese país, el “índice de bienestar” está en el punto más alto desde que se empezó a medir, hace ocho años. Esto es, los bolivianos sienten que están mejor que antes y que van a estar aún mejor en el futuro inmediato. Los índices de aprobación de Evo, alrededor del 71 por ciento, son los más altos desde que nacionalizó el gas, en los albores de su presidencia.
Evo hizo campaña a la vieja usanza, cortando cintas en todo el país. Con el programa Evo Cumple, subvencionado por el gobierno bolivariano de Venezuela, inauguró mercados, canchas de fútbol, parques, pequeñas obras aquí y allá. También anunció que consiguió un crédito de la Corporación Andina de Fomento para construir una autopista de seis vías entre La Paz y Oruro, para reemplazar a la vieja ruta de la muerte que serpentea el altiplano con sus dos carriles enfrentados. Y otro viejo anhelo de los bolivianos, también con un crédito de la CAF: la llamada Diagonal Jaime Mendoza, una ruta que uniría el sur de Chuquisaca con el Chaco boliviano, Sucre con Potosí.
La otra apuesta del MAS fue a judicializar la campaña. Está bien, se supone que la Justicia es independiente, pero la Oficina Anticorrupción esperó la ventana electoral para difundir su decisión de procesar a los principales líderes de la oposición por distintos crímenes. Costas, de Santa Cruz, y Suárez, de Beni, por los referendos autonómicos ilegales; Reyes Villa, de Cochabamba, por irregularidades en la construcción de una carretera; Cossio, de Tarija, por irregularidades en la compra de un generador eléctrico. Evo dijo en campaña que Reyes Villa va a ir preso y Fernández va a seguir preso por robar la plata del pueblo.
Las acusaciones son verosímiles y es cierto que la misma Oficina Anticorrupción, que depende directamente de Evo, acusó a varios intendentes del MAS por corruptelas con el programa Evo Cumple. Pero la oficina no tocó a ningún pez gordo cercano al gobierno. Y esperó 14 meses para acusar a Reyes Villa y 19 para acusar a Costa, justo a tiempo para el período electoral que habilita spots televisivos y avisos de diarios pagados por el Estado.
Es que no queda nada de la agenda grande, de los temas que llevaron a Bolivia al borde de la guerra civil. El proceso judicial por matanzas en la Guerra del Gas del 2003 está encaminado y ya hay fecha para el juicio oral. La Asamblea Constituyente ya se hizo, el pleito autonómico se dirimió y la nueva Constitución ya se plebiscitó.
Para esta elección el MAS llenó sus listas de profesionales –abogados, periodistas, médicos– relegando a los candidatos de los movimientos sociales a bancas uninominales. A los movimientos no les gustó pero lo aceptaron. Evo quiere técnicos para redactar las cien leyes que necesita la nueva Constitución y quiere cuadros capaces de pelear la letra chica. El perfil que se buscó es el de gente como Ana María Campero de Rodríguez, defensora del Pueblo durante los gobiernos de Banzer y Sánchez de Lozada, fama de honesta y valiente, buena llegada a los sectores medios, periodista, buena formación. Será presidenta del Senado.
Así las cosas, algunos ya están mirando la elección de gobernadores y alcalde de abril porque ahí sí hay algo en juego. En la Media Luna Evo tiene un índice de rechazo cercano al 40 por ciento. Si la oposición se uniese podría seguir ganándole, pero parece que no se va a unir y eso permitiría que el MAS penetre en un territorio que hasta ahora le es inexpugnable.
Mientras tanto Evo tiene planes. Va a pedirle un préstamo al Fondo Monetario Internacional. Va a pedir 10 mil millones de dólares, pero si consigue cinco se dará por más que satisfecho. Estados Unidos sigue siendo el diablo, nada cambió con Obama, Evo dice que es un prisionero del imperio. Pequeño detalle para las negociaciones con el Fondo, que por algo tiene sede en Washington.
Pero Evo tiene muchos amigos en Europa, especialmente en España. La última gira enamoró a los empresarios, según contaron los miembros de la comitiva. Bolivia es el principal receptor en América latina de ayuda directa del gobierno socialista español.
Más planes. Inversiones en el sector energético. Seis mil millones prometidos. Mil quinientos de Repsol YPF, otros mil de la venezolana Pdvsa, del consorcio ruso Gazprom y del gobierno de Irán.
El problema es que ahora nadie compra el gas. La demanda de Brasil y Argentina cayó un cuarenta por ciento, la recaudación de la renta por el gas se desplomó y Evo ha tenido que recortar las partidas a los municipios entre un 22 y un 45 por ciento. Como Chile tampoco compra vía Argentina como hacía antes porque ya hizo su propia planta de gas licuado de petróleo, la gente de Evo anda buscando mercados en Paraguay y Uruguay y quiere aumentar la demanda del mercado interno, pero igual se produce más de lo que se vende. Al final podría reflotarse aquel viejo proyecto de construir una planta transportadora en Chile para exportar el gas a Estados Unidos. Pero Evo no habla de eso porque aquel viejo proyecto fue el que desató la Guerra del Gas.
En tren de diversificar la economía, poco y nada, exceptuando la inteligente estrategia de la gente de Evo para explotar las cuantiosas reservas naturales de litio que alberga el país. Como antes hicieron con el estaño y ahora hacen con el gas, pero mejor. El litio sirve para fabricar las baterías de los celulares y de los autos eléctricos del futuro. Bolivia tiene la segunda reserva mundial de litio en el Salar de Uyuni, en Potosí. Todos quieren invertir. Toyota, Mitsubishi, las empresas de celulares, la Sumitomo japonesa, dueña de la mina de plata más grande de Bolivia, la Korex coreana, con inversiones en minas de hierro.
El gobierno controla la fórmula para convertir salmuera en el carbonato de litio que se usa en las baterías, fórmula desarrollada por investigadores de universidades bolivianas. Entonces exige que las empresas que quieran invertir usen esa fórmula y fabriquen las baterías en Bolivia.
Mientras sufre con el gas y espera que explote la fiebre del litio, Bolivia creció este año un 3,8 por ciento, la tasa más alta de la región, pequeño milagro del que no sería ajeno el fenómeno del narcotráfico, para muchos el sector más próspero de la economía boliviana, por más que Evo diga lo contrario. Aunque las cifras de superficie de áreas cultivadas con coca y el tonelaje de cocaína producida sean materia de discusión entre el gobierno y las agencias internacionales, lo que es difícil de ignorar es la burbuja inmobiliaria de Santa Cruz y las interminables listas de espera en sus concesionarias de autos importados último modelo. Allí en Santa Cruz, precisamente, es donde el Estado nacional boliviano da sus mayores muestras de debilidad.
Evo quiere agrandar la participación del Estado en el producto bruto interno (catorce mil millones de dólares), del 28 por ciento actual al 35 por ciento. Pero a los empresarios los deja hacer. Eso sí, les advierte que no se metan en política.
Después de todo lo que Evo tuvo que enfrentar durante su primer mandato, incluyendo un golpe fallido, hablar de década dorada parece mucho, pero Bolivia tiene derecho a soñar. Es que no todos los días un presidente llega al final de su mandato con el crédito intacto, reformas de fondo en marcha, continuidad garantizada y en las calles algo de paz.
Publicado en Págna/12 el 6 de diciembre de 2009
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Entrevista a Santiago O'Donnell
Bruno Sgarzini publicó en su Blog "Lo que no se ve" la siguiente entrevista a Santiago O'Donnell. Para verla en el blog original visite http://loqnoseve.blogspot.com/2009/11/odonnell-la-situacion-en-latinoamerica.html. A continuación el video con la entrevista+/- Ver mas...
Más de izquierda
Dos breves mensajes que plantean distintos puntos de vista sobre las elecicones en Uruguay (ver última entrada)+/- Ver mas...
Por qué centrarse en el tema de la ley de caducidad cuando se disputa la segunda vuelta que asegurará un segundo gobierno del Frente Amplio?. El problema del plebiscito por la papeleta rosada fue su oportunidad, y la falta de compromiso de los candidatos y de la fuerza política no puede tapar los logros de este gobierno en la materia. La ley desaparecerá, aunque sea por vía parlamentaria, ya se está discutiendo esa posibilidad y es muy factible que se concrete durante el próximo mandato. El tema central de esta jornada no debería soslayarse: que un candidato como Mujica, tan inusual en la política uruguaya, sea el próximo presidente. Tengo 35 años y un compromiso ideológico, emocional con la izquierda en cualquier punto del planeta. Cierta ortodoxia en el manejo de la política económica podrá irritarnos un poco, pero no hace eprder la perspectiva: el compromiso con las más pobres, los avances en la legislación laboral, en materia de política criminal y en temas sociales como la igual de género y reconocimientos para las minorías sexuales, que concretó el gobierno de Tabaré y solamente otro del Frente Amplio puede asegurar.
Mariannina Alvarez
Bien. De lo mejor que he leído desde allá sobre Uruguay. El asunto de la ley de caducidad es un aspecto más de la hipocresía con que se mueven los políticos por aquí. Diría que la sociedad en general. Ya sé, me vas a decir que en todos lados. Pero uno se cansa que de afuera, y sobre todo de Argentina, los elogios abunden (moderación, tranquilidad, negociación, civismo, etc., etc.), cuando una persona más o menps atenta, que vive aquí, se da cuenta los "pilares" que sostienen nuestra "manera". Da para muchísimo más, pero baste el ejemplo de Daniel Martínez, ayer ministro de Tabaré Vázquez y hoy "descubridor" de que el anterior gobierno no fue "tan de izquierda". Martínez y Vázquez: los dos del Frente y los dos del Partido Socialista, aunque no hace mucho Vázquez haya renunciado por el tema del aborto. La unión de la izquierda es una gran mentira que no va a tardar en explotar, aunque sea a la uruguaya.
No me gustan los K, pero son claramente más de izquierda que los FA.
salud
fernando
Mariannina Alvarez
Bien. De lo mejor que he leído desde allá sobre Uruguay. El asunto de la ley de caducidad es un aspecto más de la hipocresía con que se mueven los políticos por aquí. Diría que la sociedad en general. Ya sé, me vas a decir que en todos lados. Pero uno se cansa que de afuera, y sobre todo de Argentina, los elogios abunden (moderación, tranquilidad, negociación, civismo, etc., etc.), cuando una persona más o menps atenta, que vive aquí, se da cuenta los "pilares" que sostienen nuestra "manera". Da para muchísimo más, pero baste el ejemplo de Daniel Martínez, ayer ministro de Tabaré Vázquez y hoy "descubridor" de que el anterior gobierno no fue "tan de izquierda". Martínez y Vázquez: los dos del Frente y los dos del Partido Socialista, aunque no hace mucho Vázquez haya renunciado por el tema del aborto. La unión de la izquierda es una gran mentira que no va a tardar en explotar, aunque sea a la uruguaya.
No me gustan los K, pero son claramente más de izquierda que los FA.
salud
fernando
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Pinochet ya sabe que sus agentes han envenenado al padre de ese joven, pero igual se hace presente y hasta busca a Frei con la mirada. Eduardo todavía no sabe que ése es el hombre que mandó a envenenar a su padre, que tiene el descaro de presentarse a su funeral, pero siente el frío de su mirada asesina.
Entonces Frei lo mira sin inclinar la cabeza, ni bajar los ojos, ni arquear las cejas ni dar ninguna señal de saludo. El duelo de miradas dura un segundo, hasta que Pinochet gira la cabeza levemente, mira al altar y sigue caminando hasta ocupar su lugar.
Esa mirada sostenida contra el máximo símbolo de la dictadura en el momento más difícil de la historia chilena, el conmovedor relato que hizo Frei en off de las imágenes que se mostraron por televisión, ese relato que hizo Informe Especial, dirían los semiólogos, revitalizó la campaña del candidato de la Concertación.
“Nunca me arrepentí de no haber saludado a Pinochet”, dijo Frei en el programa de televisión. El hombre que parecía frío, distante, anodino, se había transformado, según el relato, en la viva imagen de la sobriedad, la dignidad, la seriedad, en un digno heredero de las luchas que dieron origen a la Concertación y sentido a su proyecto político.
La campaña cobró vida. En la misma semana se sucedieron el funeral popular de Víctor Jara y la visita de Michelle Bachelet a los emblemáticos Hornos de Lonquén, donde la dictadura enterraba a los campesinos fusilados sumariamente, en el Día Universal de los Derechos Humanos. En ambos eventos la popular presidenta se encargó de resaltar la figura de Frei Montalva y fue una gigantografía del caudillo democristiano la que presidió el acto de cierre de su hijo. Los teléfonos del comando central de la calle Bilbao, en Providencia, no paraban de sonar. Conmovidos, miles de chilenos que habían admirado a su padre llamaban para expresar su solidaridad. Llamaron de Suecia, de Canadá, de Turquía, de todas las regiones y de la vuelta de la esquina.
“Muchísima gente llamó y eso provocó más fuerza en los comandos de la Democracia Cristiana y el Partido Socialista. No se olvide de que Frei Montalva fue uno de los que abrieron las puertas para que los presidentes Lagos y Bachelet pudieran tener gobiernos exitosos”, dijo la secretaria del Comando Frei, Marisol Martínez, 40, que ayer en la sede ultimaba los detalles para el día del voto con media docena de trabajadores de campaña.
Martínez dice que lo conoce a Frei y que nunca le pareció una persona distante. Una vez lo saludó en un evento y Frei le preguntó si ella creía en él. Pero lo ve mejor todavía desde que se supo lo del envenenamiento. “Lo veo más relajado. Enfrentó la situación y eso le dio más fuerzas.”
Humanizado, revitalizado por las muestras de cariño, otra vez en control de la agenda mediática, Frei parecía empujado por un nuevo sentido del deber histórico cuando llamó esta semana a la formación de un frente electoral en la segunda vuelta para derrotar a la derecha.
La movida descolocó al candidato independiente y principal escollo para llegar al ballottage, Marco Enríquez-Ominami. Con su actitud vacilante entre ubicarse como corriente interna del espacio de centroizquierda o como tercera fuerza que abreva de las dos coaliciones mayoritarias, Enríquez-Ominami dejó pasar la oportunidad de acortar distancias en los últimos y cruciales días de la campaña.
El candidato de la derecha, Sebastián Piñera, tampoco pudo instalar con fuerza su prédica de mano dura y sólo atinó a quejarse largamente por la supuesta utilización de la Justicia por parte de la Concertación para instalar el tema de los crímenes de la dictadura como estrategia de campaña.
Con las principales espadas del gobierno comprometidas para meterse en la campaña en la segunda vuelta, con el izquierdista Jorge Arrate haciendo explícito su apoyo al frente antiderechista y Enríquez-Ominami acorralado porque si su silencio se prolonga significaría un apoyo tácito a la derecha, Eduardo Frei ha empezado a recomponer la alianza antipinochetista que gobierna Chile desde 1990.
Pero dos amenazas acechan. Enríquez-Ominami podría dar el batacazo y birlarle a la Concertación la primera vuelta. O Piñera podría ganar directamente en primera vuelta, o al menos sacar una ventaja indescontable. El nerviosismo se siente en el bunker de Frei. Marisol Martínez dice que Piñera y Enríquez-Ominami son “dos payasos” porque ayer organizaron un picadito de fútbol y una fiesta, respectivamente, como excusa para convocar a la prensa y aparecer en pantalla en plena veda electoral.
“En cambio Frei es un señor. Está recluido con su familia y se ha llamado a silencio porque considera que él ya transmitió su mensaje y la campaña ha terminado.”
Mientras tanto, a seis cuadras de allí, en sábado soleado y caluroso, el Museo Frei Montalva de la calle Hildenburg aguardaba a su primer visitante de la tarde. Allí se preserva la casa del ex presidente asesinado y se exhibe un video sobre su vida. Pero las circunstancias que rodearon su muerte hasta ayer no formaban parte del guión de la visita guiada, y el video sólo dice que “falleció inesperadamente.”
El museo pertenece a una fundación que dirige una nieta del ex presidente y su manejo está a cargo de una gestora cultural. Ayer ninguna de las dos estaba presente. La encargada de la visita guiada, Pamela Fuentes, 21, dijo que al día siguiente de Informe Especial el museo recibió un aluvión de gente. Y que los visitantes, que antes preguntaban por la muerte de Frei Montalva, y por los avances en la causa, ahora directamente expresan condolencias y dan el pésame. Pero a Fuentes no le gusta hablar de eso con los visitantes. “Son cuestiones políticas y nosotros tratamos de evitarlas. Cuando preguntan contesto, pero si insisten trato de cambiar de tema.”
Pero no se trata de política sino de una parte muy importante de la historia de Frei Montalva y de la historia de Chile. Un magnicidio, nada menos.
Contesta otra empleada del museo, Magdalena Von Holdt, 27 años, ojos verdes y mirada frontal: “Es que esto se sabía desde hace harto tiempo. A mí no me importó la noticia, pero sí me impactaron las reacciones. Mucha gente se acercó superconmovida. Pero también están los que dicen que en época de elecciones, para ganar, la Concertación revive muertos de la dictadura”.